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Pechos de la mujer: anatomía, funciones y posibles problemas
¿Sabes cómo son tus pechos por dentro, de qué partes están formados y cómo proteger su salud en las diferentes etapas de la vida? Te explicamos todo lo que debes saber sobre los pechos de la mujer y respondemos a las dudas más frecuentes sobre esta parte fundamental de la anatomía femenina. ¡Muy interesante!
- Anatomía del pecho de la mujer: ¿cómo son por dentro?
- El pecho en el embarazo y la lactancia: 10 dudas frecuentes
- 1. ¿Es normal que el pecho duela durante el embarazo?
- 2. ¿Se puede hacer algo para atenuar el dolor y la tensión?
- 3. ¿Las hormonas del embarazo pueden favorecer el aumento y la aparición de quistes?
- 4. Si se percibe alguna cosa sospechosa, ¿es mejor controlarla antes o después del parto?
- 5. ¿La ecografía en el pecho y la mamografía comportan algún riesgo?
- 6. Si se descubre un fibroadenoma, ¿es necesario controlarlo durante el embarazo?
- 7. ¿Es normal que, durante el embarazo, salga líquido de los pezones?
- 8. ¿Por qué, en los últimos meses, se puede advertir comezón en el pecho?
- 9. Durante la gestación, ¿un pecho puede aumentar más que el otro?
- 10. ¿Es normal ver venitas bajo la piel?
- Cómo cuidar tus pechos y proteger su salud
- Tipos de pezones y sus características
Pechos, senos, mamas... El pecho de la mujer es una parte de la anatomía femenina muy delicada y muy fuerte a la vez, ya que, durante las diferentes etapas de la vida, se ve sometida a cambios extraordinarios.
Desde que empiezan a despuntar las mamas, en la etapa de la pubertad, su evolución es vertiginosa. Los cambios más significativos se producen durante el embarazo y el período de lactancia, pero también son destacables los cambios que sufren durante los diferentes momentos del ciclo menstrual, o bien cuando la mujer entra en la etapa de la perimenopausia y la menopausia propiamente dicha.
Sepamos cuáles son las características anatómicas de los pechos de la mujer, sus funciones principales, los problemas que pueden afectarlos y los cuidados para mantenerlos con buena salud, firmeza y suavidad.
(Te interesa: Síntomas de embarazo en los primeros días)
Anatomía del pecho de la mujer: ¿cómo son por dentro?
El pecho de la mujer, en su aspecto anatómico, es sencillo. Como podemos apreciar en la ilustración más abajo, la mama tiene forma de “racimo”. Es decir, las glándulas mamarias se entenderían como un conjunto de agrupaciones, denominadas lóbulos. Cada unidad de las que forman el lóbulo son los alvéolos, también representados en la ilustración. ¿Qué más debemos saber sobre las mamas?
- Los lóbulos mamarios producen la leche materna a través de las células mioepiteliales y estromales.
- Los finos canales que conectan los alvéolos son los conductos galactóforos, y se encargan de transportar la leche materna hacia la areola, por donde la leche sale a través de unos pequeños poros situados en los pezones.
- Además, la areola contiene unas glándulas sebáceas que se llaman glándulas de Montgomery, y que son como pequeños tubérculos o diminutas protuberancias. Estas glándulas lubrican y protegen los pezones y la areola durante el periodo de lactancia, cuando su tamaño es más evidente.
- El resto de la anatomía de la mama, como en cualquier otra parte del cuerpo humano, lo forman venas, arterias, terminaciones nerviosas y, en este caso, conductos linfáticos que transportan a las células encargadas de defender al organismo del ataque de los agentes patógenos.
- A su vez, estos conductos finalizan en los ganglios de la axila (tres cuartas partes de ellos) y el resto van a parar a unos ganglios localizados en la parte posterior del esternón.
- Debajo de las mamas, se sitúan los músculos pectorales.
(Te interesa: Cómo se prepara el pecho para la lactancia)
Anatomía de los pechos de la mujer
El pecho en el embarazo y la lactancia: 10 dudas frecuentes
El pecho cambia muy pronto cuando la mujer queda embarazada, incluso antes de que la pancita empiece a crecer: el test del embarazo da positivo y, pocos días después, el pecho empieza a hincharse, como si ya se preparase para la lactancia.
Durante las primeras semanas, este cambio se debe a la tormenta hormonal que se está produciendo. Es como si el pecho rejuveneciese, ya que está más duro y turgente. Los estrógenos (hormonas del embarazo) hacen que las glándulas se hinchen, al tiempo que aumenta la circulación en los vasos sanguíneos y el contenido de agua en los intersticios de la mama.
Sin embargo, precisamente porque ya no está como antes, pueden surgir miles de dudas acerca de su estado de salud. He aquí las respuestas a las preguntas más comunes de las mamás
1. ¿Es normal que el pecho duela durante el embarazo?
Sí. Es normal que se note una molestia bastante intensa, que se podría describir perfectamente como un dolor. Se trata de un dolor provocado por las hormonas, que, en términos médicos, se denomina “mastodinia” (sensación dolorosa que se produce, con mayor frecuencia, en la parte superior y exterior de la mama, y que tiende a difundirse por las zonas adyacentes).
Este dolor está relacionado, únicamente, con el aumento de la circulación y de líquido en los tejidos. En general, se produce con más frecuencia en las fases iniciales e intermedias del embarazo.
2. ¿Se puede hacer algo para atenuar el dolor y la tensión?
No existen fármacos que alivien el dolor, porque no se trata de un síntoma de una enfermedad que se pueda curar con un tratamiento. Por otro lado, se debe tener en cuenta que, durante el embarazo, los fármacos se deben utilizar con extrema cautela.
Lo que sí se debe hacer es cambiar el tipo de sujetador y elegir uno específico para el embarazo, que sea cómodo, elástico y de tejidos naturales. Las cremas, por su parte, no combaten la tensión, pero pueden resultar útiles, ya que hidratan la piel.
3. ¿Las hormonas del embarazo pueden favorecer el aumento y la aparición de quistes?
No es cierto que las hormonas del embarazo favorezcan la aparición de quistes. Durante el embarazo, se pueden formar de manera transitoria zonas de mayor tensión, provocadas por la dilatación y la congestión de los conductos de las glándulas mamarias o por alteraciones en la grasa, a causa del notable estímulo hormonal y del aumento de la circulación.
Si es posible, se debe efectuar una exploración del pecho antes del embarazo, ya que, durante el mismo, resulta un poco más difícil formular un diagnóstico de los nódulos del pecho. El aumento de volumen del mismo hace más complicada la exploración: las formaciones que antes se notaban fácilmente, durante el embarazo, no se notan tanto.
4. Si se percibe alguna cosa sospechosa, ¿es mejor controlarla antes o después del parto?
Sin duda alguna, es mejor controlarla antes. Si, durante el embarazo, se advierte un cambio en el pecho, entendiendo por ello algo parecido a una tumefacción, un nódulo o una secreción de sangre, hay que comunicarlo inmediatamente al médico.
Si tenemos alguna duda, es muy importante someter al pecho a un estricto control, precisamente porque la evolución del embarazo hace mucho más difícil un diagnóstico preciso. La palpación y la inspección del pecho resultan más difíciles cuanto más aumenta su volumen.
5. ¿La ecografía en el pecho y la mamografía comportan algún riesgo?
La ecografía se puede efectuar tranquilamente, porque es un examen absolutamente inocuo que puede revelar, por ejemplo, si un nódulo es sólido o líquido.
En el caso de que existan dudas, se puede efectuar también una biopsia, es decir, la aspiración de células del tejido a través de una aguja, que se puede llevar a cabo con la mano libre o bien “ecoguiada”, en el caso de que no se note bien el nódulo. Se trata de un examen casi indoloro, parecido a un análisis de sangre.
6. Si se descubre un fibroadenoma, ¿es necesario controlarlo durante el embarazo?
Si ya existe un diagnóstico precedente, el fibroadenoma (un tumor benigno muy frecuente) sólo debe controlarse para comprobar que no sufra evoluciones extrañas, como un repentino aumento de volumen. Cuando, por el contrario, el diagnóstico se hace durante el embarazo, es muy importante mantenerlo bajo una estrecha observación, incluso realizando un examen clínico cada dos a cuatro semanas.
7. ¿Es normal que, durante el embarazo, salga líquido de los pezones?
Sí, es normal, precisamente a causa de las modificaciones estructurales de la glándula mamaria, inducidas por la estimulación hormonal.
Se trata de secreciones producidas por el “desarrollo acinoso” de la mama (una estructura parecida a una red de racimos de uva que permite la producción de leche), que es consecuencia de las modificaciones fisiológicas que hacen el pecho más adecuado para la lactancia.
Se pueden iniciar, incluso, en el primer trimestre, aunque, en general, su frecuencia aumenta conforme se acerca el momento del parto.
Estas pérdidas no son de leche, sino de una sustancia compuesta por líquidos, lípidos y detritus de los conductos de la mama. Se trata, en resumen, de secreciones que, al final del tercer trimestre, se transforman en calostro, el valioso primer alimento del niño.
8. ¿Por qué, en los últimos meses, se puede advertir comezón en el pecho?
Porque la congestión de los tejidos superficiales puede dar lugar a síntomas como el prurito. Sin embargo, sólo se trata de una sensación. Para contrarrestarlo, son suficientes los masajes y el uso de un sujetador adecuado para el embarazo.
9. Durante la gestación, ¿un pecho puede aumentar más que el otro?
Sí. En general, los pechos no son iguales, es decir, existe una asimetría fisiológica. Además, puesto que son tejidos glandulares, pueden reaccionar de distinta forma a los estímulos hormonales. Por tanto, es normal notar una diferencia, aunque la variación nunca suele ser muy relevante y el fenómeno no comporta ningún problema para la futura lactancia.
10. ¿Es normal ver venitas bajo la piel?
Sí, y se deben, al igual que el prurito, a la congestión de los vasos que están debajo de la piel. Estas venitas aparecen tanto de forma directa, a causa del aumento de irrigación de sangre en el pecho, como de forma indirecta, por la presencia de las hormonas que producen la vasodilatación de los tejidos mamarios.
Cómo cuidar tus pechos y proteger su salud
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¿Conocías todos estos datos sobre tus pechos? ¿Te preocupas por su salud y sus cuidados, tanto por dentro como por fuera? ¡Déjanos tu comentario!