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Te explicamos cómo evoluciona tu cuerpo a las 9 semanas de embarazo y cómo va creciendo tu bebé. Te ayudamos a despejar todas tus dudas.
A las 9 semanas de embarazo es cuando la futura mamá empieza a notar la pancita, aunque el embrión apenas mida 3 centímetros.
Esta semana, sus manos y deditos de las manos ya se asoman y sus piernas se alargan hasta dar paso a los pies. Además, su rostro empezará a adquirir un aspecto más parecido al nuestro y, aunque tú no lo notes todavía, el bebé comenzará a realizar pequeños movimientos.
En la semana 9 de embarazo, el embrión mide 13-17 milímetros, aproximadamente, desde la coronilla hasta las nalgas.
Embarazada de 9 semanas
El que seguirá encogiendo más todavía es el saco gestacional, que pronto ya no será necesario porque será la placenta quien se encargue de alimentar al bebé.
Sus huesos empezarán a desarrollarse –y seguirán creciendo hasta la adolescencia-, las vértebras y costillas ya están en su sitio y el esqueleto del bebé se calcificará y endurecerá gradualmente.
Los ojos, que hasta ahora estaban en los costados de la cabeza, se empiezan a desplazar hacia la parte frontal. Los párpados se unirán, aunque permanecerán cerrados hasta la semana 26 de gestación, aproximadamente, y los labios, ya formados, serán, junto a la piel que los rodea, donde más nervios concentra el embrión.
El oído externo empezará también a tomar forma, los codos ya pueden moverse y… ¡todavía hay más!
Esta semana todos los órganos principales del sistema digestivo del bebé ya se han empezado a desarrollar, aunque todavía no pueden llevar a cabo ninguna función digestiva.
Edad del embrión: 7 semanas.
Seguidamente, te mostramos un video del embrión en movimiento, así como la evolución y el desarrollo del feto en esta semana. ¡No te los pierdas!
Ecografía de 9 semanas
Durante la semana 9 de embarazo, la futura mamá empieza a notar su pancita.
También es probable que sea cuando las náuseas estén en pleno apogeo, aunque debes pensar que es probable que remitan dentro de pocas semanas, justo cuando el primer trimestre toque a su fin.
Seguirás experimentando, asimismo, un sinfín de cambios en tu interior, tales como ardor de estómago, gases, náuseas, cambios de humor, etc.
Tu cuerpo sigue adaptándose poco a poco a la presencia de tu pequeño, de ahí que sigas notando también dolor pélvico y ligeras contracciones, lo cual indica que tu útero sigue creciendo.
A las 9 semanas de embarazo es probable que aparezcan los famosos antojos, y es que cuando una está embarazada parece que el cuerpo sabe instintivamente qué quiere comer.
Los expertos apuntan a que esto se debe al hecho de que nuestro organismo es consciente de que algunos alimentos no son buenos para el desarrollo del bebé, así que los rechaza, como sucede con las comidas grasas o el sabor y el olor del café, el té, el tabaco y el alcohol.
También es probable que, ante un déficit de nutrientes, también te apetezcan alimentos que antes no aparecían en tu lista de preferencias o que recurras a extrañas combinaciones de alimentos que durante un tiempo solo tú serás capaz de entender.
Debes saber, asimismo, que durante el primer trimestre de gestación pueden aparecer los dolores de cabeza de manera recurrente, sobre todo si trabajas en la computadora.
Eso se debe al cansancio de los ojos y a la tensión acumulada por el hecho de permanecer inmóvil más tiempo del deseado.
En este periodo se concentran varias pruebas diagnósticas como análisis de sangre y orina, determinación de hormonas tiroideas, cribado combinado del primer trimestre o ecografía.
En un par de semanas, además, se tendrá una primera cita con el ginecólogo, así que si todavía no has pedido visita es aconsejable que en esta semana 9 de embarazo la solicites.
Tómate tu tiempo para pensar en todas aquellas inquietudes y dudas que desees plantearle.
En la semana 9 de embarazo ya queda menos para que la hormona responsable de las náuseas y los vómitos decaiga y para que esos síntomas –que padecen en torno a un 75% de las mujeres embarazadas- desaparezcan.
Debes saber que las náuseas, sobre todo las matutinas o las asociadas al cansancio, son habituales y pueden paliarse tomándose unos minutos para tomar el aire, concentrándose en la respiración y en la postura corporal, o bebiendo pequeños sorbos de agua de manera frecuente.
De todos modos, deberías ser capaz de ingerir y mantener líquidos y alimentos en el cuerpo. En caso contrario, es conveniente que acudas a tu médico.
Esas mismas náuseas serán las que, junto a los vómitos y el cansancio, te impidan viajar a gusto durante el primer trimestre del embarazo, que como ya hemos apuntado, es cuando más debes evitar temperaturas extremas y actividades frenéticas, así como países donde se concentren un gran número de insectos que puedan transmitir infecciones.
También deberás tomar siempre agua embotellada, evitar bebidas con hielo y no comer ensaladas o frutas que no puedan pelarse, ya que pueden haber sido lavadas con agua contaminada.
Fuera de esos apuntes preliminares, y siempre que te encuentres bien, puedes viajar sin problema alguno.
Recuerda, eso sí, que para favorecer la circulación sanguínea y evitar que se hinchen los tobillos y los pies, es recomendable pararse cada dos horas a estirar las piernas, tomar un tentempié e ir al baño si se viaja en coche y levantarse y caminar por el pasillo si se hace en tren o en avión.
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