Alimentación en la semana 40 de embarazo

Alimentación en la semana 40

Te decimos cómo debe ser la alimentación en la semana 40 de embarazo: dietas durante la lactancia, suplementos mientras das pecho y comer placenta después del parto.

Embarazo saludable en la semana 40

Embarazo saludable en la semana 40

Dietas durante la lactancia

No es buena idea intentar perder mucho peso durante la lactancia, ya que debes asegurarte de obtener todos los nutrientes que necesitas para que así tu bebé también los reciba.

La grasa que se generó durante el embarazo se utiliza para producir leche materna, por lo tanto, la lactancia contribuirá a la pérdida de peso de forma natural.

No obstante, si notas un aumento o pérdida de peso superior a 1 kg a la semana, aproximadamente, pregúntate si estás siguiendo una alimentación equilibrada y saludable. Consulta a tu médico para que te dé una opinión profesional respecto a tu alimentación y puedas hacer los ajustes necesarios.

Suplementos alimenticios en la semana 40

Suplementos alimenticios en la semana 40

Suplementos en la lactancia

La lactancia materna aporta al bebé los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo saludables. Por ello, es en este periodo en el cual las necesidades nutricionales de la madre son mayores en comparación con el embarazo.

Si bien la leche materna no cambia su contenido en hierro, calcio, proteínas e hidratos de carbono aunque la madre ingiera poca cantidad de estos nutrientes en su dieta, es cierto que poco a poco esta deficiencia afectará su salud. Además, una dieta insuficiente sí afecta a las vitaminas hidrosolubles, como la vitamina C y las del grupo B; igualmente, interviene en la falta de vitamina A y D.

Antes de tomar cualquier suplemento, es fundamental llevar una dieta equilibrada y, en el caso de la vitamina D, asegurarse de exponerse al sol por unos minutos.

Alimentación en el embarazo en la semana 40

Comer placenta después del parto

Este órgano hormonal que alimenta y conecta al feto con su madre se consideraba beneficioso y mágico en algunas culturas antiguas. Incluso en China, la placenta se vende como un tipo de medicina tradicional, aunque la mayoría de países consideran que es una práctica innecesaria.

William Ober (1979) realizó una investigación antropológica y determinó que, a lo largo de la historia, se le ha otorgado a la placenta ciertas propiedades curativas.

Sin embargo, al día de hoy no hay ningún estudio que afirme que comer placenta sea beneficioso para prevenir la depresión posparto, reducir el dolor, fomentar la lactancia, aumentar la energía, mejorar la circulación o reponer la pérdida de hierro.

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