Masajes contra el dolor de cabeza

1. EN EL CUERO CABELLUDO
Masajea la cabeza apoyando los dedos en un punto y haciendo pequeños movimientos rotatorios. Al cabo de unos segundos, coloca los dedos en otra zona y repite el movimiento. Este masaje reactiva la circulación en todo el cuero cabelludo.

2. DELANTE DE LAS OREJAS
Echa la cabeza hacia atrás y apoya los pulgares delante de las orejas y los demás dedos sobre la nuca. Ejerce una ligera presión durante cinco segundos y después desliza los pulgares lentamente hacia abajo, hasta llegar a la mandíbula. De este modo, se relajan los músculos del rostro y del cuello.

3. SOBRE LA NARIZ
Apoya los dedos sobre las zonas laterales de la nariz, a la altura de las aletas nasales.  Ejerce una presión regular y mantenla durante diez segundos. Después, mueve ligeramente los dedos y repite el ejercicio. Este movimiento proporciona alivio en caso de dolor de cabeza causado por un resfriado, ya que reactiva la circulación en la zona nasal.

4. SOBRE LOS PÁRPADOS
Cierra los ojos y comprime los párpados con las palmas de las manos. Mantén la posición durante algunos minutos, sin tensar el cuello ni los hombros. La presión elimina la sensación de pesadez en los ojos. Puedes realizar el ejercicio sentada o acostada boca arriba.

5. CON LAS MANOS CRUZADAS
Cierra los ojos, eleva la barbilla y entrelaza las manos sobre la nuca.  Inclina lentamente la cabeza a un lado y al otro, sin forzarla. Repite el movimiento unas diez veces. Este ejercicio elimina la tensión de los músculos del cuello que, cuando sufrimos cansancio y estrés, se contraen y provocan dolor.

6. INCLINANDO EL BUSTO
Cruza las manos por detrás de la cabeza e inclina el busto hacia la derecha. Después, vuelve a la posición central y repite el movimiento hacia la izquierda. Las oscilaciones ayudan a relajar la espalda y a mejorar la postura, por lo que no tienen un efecto directo sobre el dolor de cabeza, sino que contribuyen a producir una sensación de bienestar general.

7. SOBRE TODO EL CUELLO
Con el dedo medio, efectúa un masaje partiendo de la nuca hasta los hombros. Repite más veces el movimiento, apretando y relajando el dedo. Este masaje actúa, precisamente, sobre
los músculos que más sufren la rigidez provocada por el estrés.