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Tipos de pezón y lactancia: cómo influye su forma al dar el pecho al bebé
Existen diferentes tipos de pezón: pezón invertido, pezón retráctil, pezón plano, alargado... Pero ¿influye la forma del pezón en la lactancia materna, y de qué manera en función del tipo de pezones que tengamos? ¡Te lo explicamos!
¿Te preguntas si tu tipo de pezón afecta a la lactancia? En principio, los tipos de pezón y el tamaño de los mismos no influyen en la capacidad de lactar. Sin embargo, sí que pueden tener lugar algunos problemas en el pezón que requieran algún tipo más de atención.
Te explicamos cuáles son los tipos de pezón más habituales, y los que pueden dar algún que otro "problemilla" a la hora de dar el pecho al bebé. ¡Te ayudamos a despejar dudas; verás cómo la lactancia materna es posible independientemente de la forma de tus pezones!
Tipos de pezón más habituales: así influyen a la hora de dar el pecho
El pezón invertido, el pezón plano y el pezón normal son las tres formas más habituales que pueden influir en la lactancia, en mayor o menor medida. No obstante, también existen más tipos de pezón y casos específicos, como los pezones perforados, que merecen ciertas aclaraciones.
Dicho esto, ¿qué características tienen cada uno de ellos y cómo influyen en la lactancia materna? Veámoslo a continuación.
Pezón normal
El pezón normal, "normativo" o estándar es el tipo pezón más común en las mujeres. Se trata de un pezón que sobresale del pecho y culmina la areola. Cuando el pezón normal se estimula mediante el tacto, el frío, la lactancia o alguna emoción sobrevenida, se pone erecto.
Como es lógico, es el tipo de pezón que facilita más la puesta en marcha y la consolidación de la lactancia materna, puesto que permite un buen agarre del bebé y, una vez establecida la lactancia, es el pezón que menos inconvenientes provoca para la mamá.
Pezón plano
Los pezones planos no sobresalen mucho de la areola, ni siquiera estimulándolos, y son muy cortitos. Por lo tanto, es posible que un pezón plano suponga un obstáculo para el desarrollo normal de la lactancia materna, sobre todo al inicio.
No obstante, no debes rendirte por el hecho de tener un pezón plano. Con la ayuda adecuada, de una asesora en lactancia materna, podrás dar el pecho a tu pequeño, si así lo deseas.
Algunas expertas en lactancia materna recomiendan el uso de formadores de pezones, incluso, desde la recta final del embarazo, en caso de tener pezones planos o invertidos. Sin embargo, debes valorar esta solución con tu ginecólogo, puesto que, en caso de a title="Cuáles son los síntomas de parto prematuro" " " ">"iesgo de parto prematuro</a> o de incontinencia cervical, estos formadores de pzones (unas piezas finas de silicona que ejercen una ligera presión sobre la areola y pueden ayudar a sacar hacia fuera el pezón plano o invertido) podrían llegar a provocar contracciones.</p> <h4>Algunas técnicas para intentar extraer el pezón plano y favorecer la lactancia son:</h4> <ul> <li>"Pellizcar" suave"ente el pezón con los dedos pulgar e índice, como si estuvieses "sintonizando" una emisora, con el fin de intentar extraerlo un poco.
- Apretar tu pecho con la mano en forma de "C", para ver si el pezón sobresale un poco más.
- Aplicarte hielo o algo frío, para tratar de que el pezón se ponga lo más erecto posible.
- Utilizar un a title="Saaleches: cómo y cuándo utilizarlo" " " ">"acaleches, para aprovechar el efecto émbolo, que explicaremos a continuación para el caso del pezón invertido.
Pezón invertido
Si tienes el pezón invertido, es decir, el pezón hacia dentro, como si se tratase de una especie de "hoyuelos", no optes por ninguna intervención correctiva si antes tu ginecólogo no te ha realizado una exploración cuidadosa de los pechos. De no haber ningún problema, la realización de un masaje o la utilización del émbolo pueden resultar de gran ayuda de cara a la lactancia materna.
- El masaje. Describe con los dedos unos ligeros movimientos circulares alrededor del pezón y, después, redondéalo con delicadeza con los dedos pulgar e índice. Practica este ejercicio dos veces al día, durante cinco minutos por la mañana y otros cinco por la noche.
(Te interesa: a title="Preprar el pezón para la lactancia"""""Preparar el pezón para la lactancia)
- El émbolo. Si el masaje no da resultados satisfactorios, toma una jeringa (de 10-15 cc), extráele el émbolo y corta un trocito del depósito de la parte de la aguja. A continuación, introduce el émbolo en la parte cortada y el pezón en el orificio opuesto. Acciona el émbolo, «aspirando» el pezón y ayudándole a salir.
- Para mantener los beneficios obtenidos, puedes recurrir a pezoneras específicas de silicona, en forma de pequeña cúpula agujereada, con el fin de permitir la transpiración, que se colocan en el sujetador.
Su función es crear una barrera entre el pezón y el sujetador, para evitar que la presión del tejido lo aplane nuevamente.
Las puedes llevar durante todo el día después del masaje, para no perder el efecto de la maniobra de extracción del pezón.
Pezón retráctil
- Otro tipo de pezón es el retráctil. En estos casos, antes que el masaje, está indicada la técnica del émbolo. Lleva pezoneras únicamente después de que la maniobra de extracción haya dado resultado.
Pezón alargado
- El pezón alargado puede crear algunas dificultades en la succión, puesto que representa un obstáculo cuando el pequeño tiene que vaciar los conductos galactóforos con la boca.
- En este caso, ayuda al niño a cogerse bien y, después, exprímele un poco de leche directamente en la boca.
¿Y si no puedo dar el pecho por la forma de mis pezones?
Si, a pesar de tu deseo, de todos los intentos realizados y del asesoramiento por parte de profesionales, no has logrado llevar a cabo la lactancia materna con éxito y, por lo tanto, has decidido que no vas a dar el pecho a tu bebé, ¡no te sientas culpable por no poder darle el pecho! En ningún caso, es culpa tuya; lo has intentado, y eso es lo que cuenta.
Tu bebé se podrá alimentar perfectamente con leche artificial y no va a tener ningún problema, porque ahí vas a estar tú a su lado, cuidándolo y mimándolo como la mejor madre del mundo, que es lo que eres para tu pequeñín. ¡Ánimo y a dar muchísimo amor a ese precioso bebé!
Usar pezoneras para facilitar la lactancia en caso de pezones planos o invertidos
En algunos casos, tu ginecólogo te puede aconsejar el uso de pezoneras para facilitar la lactancia materna en caso de pezones invertidos o planos. ¿Es aconsejable?
- La pezonera es un disco hecho de silicona fina y flexible, que tiene forma de pezón; de ahí, su nombre. Asimismo, cuenta con unos orificios para que el bebé pueda extraer la leche. En otras palabras, hace las veces de pezón artificial, para que el bebé cuente con una zona de agarre más "asequible" para él.
- En caso de sufrir a title="Grietas n el pezón: qué hacer" " " ">"rietas en el pezón, el uso de pezoneras puede ayudar, aunque no siempre es así, y a veces se obtiene el efecto contrario. Es cuestión de probar y ver qué se ajusta mejor a ti y a tu bebé, siempre contando con la ayuda de un profesional, en caso de duda.
- Si utilizas pezoneras, ten en cuenta que debes considerarlas una solución a corto plazo, y asegurarte de que tu bebé está succionando la leche correctamente, que queda satisfecho y que aumenta de peso con regularidad.
- En muchas ocasiones, a medida que la lactancia se consolida y el bebé succiona de forma más eficaz, es posible que tu pecho se habitúe a la lactancia y ya no tengas que seguir utilizando las pezoneras.
Tengo un piercing en el pezón: ¿qué debo hacer para dar el pecho?
- Muchas mamás recientes de hoy tienen piercings en algún lugar de su cuerpo, y no son pocas las que lo lucen en uno o ambos pezones. ¿Es posible dar el pecho con un piercing en el pezón? La respuesta es que el piercing no afecta a la lactancia en sí, en lo que respecta a la producción de leche o a la posible salida de leche por las perforaciones, pero sí constituye un riesgo para el bebé y la mamá.
- Si tienes un piercing en el pezón, debes retirarlo antes de la toma, puesto que existe un riesgo de asfixia para el bebé, en caso de ingerirlo por accidente. Además, podría hacerse daño arañándose con la pieza, o bien hacerte daño a ti a través de la succión, o incluso mordiéndolo y estirando, cuando es más mayorcito.
- En definitiva, lo mejor es que, si tienes un piercing en el pezón, te lo quites hasta finalizar la etapa de la lactancia. El hecho de ponerlo y quitarlo también podría representar un riesgo en lo que a la higiene y el transporte de bacterias y gérmenes se refiere. ¡Mejor, no correr riesgos innecesarios!
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¿Tienes pezones planos o invertidos y tienes problemas para dar el pecho a tu bebé? ¿Qué experiencia tienes con la lactancia materna? ¡Déjanos tu comentario!