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Lactancia en verano: ¡8 tips imprescindibles!
El verano ha llegado y, con él, las altas temperaturas. Tanto si has tenido un bebé y estás en pleno proceso de lactancia como si estás a punto de dar a luz, es interesante tener en cuenta algunos factores para asegurar que la lactancia sea un éxito también en los meses de calor. ¡Toma nota de los consejos que te ofrecen nuestros expertos!
La lactancia materna es el alimento más completo y se recomienda de forma exclusiva hasta los seis meses de vida del bebé, y combinado con otros alimentos hasta al menos los dos años, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, con la llegada del verano, suelen surgir algunas dudas con respecto a la lactancia materna, ya que el aumento de la temperatura puede tener efectos físicos directos en la mamá y el bebé. En general, se pueden notar cambios en las tomas habituales, que son más frecuentes, y, en ocasiones, algunas de ellas también son algo más cortas. Estas tomas tienen como misión calmar la sed del bebé.
Recuerda que somos todo para él: su alimento e hidratación, además de su seguridad, calma y consuelo. Seguramente, cuanto más calor haga, más cortas y frecuentes serán las tomas, y esto es algo totalmente normal.
Aclaramos algunos falsos mitos sobre las tomas al pecho
Existen numerosos mitos relacionados con las tomas al pecho, pero, en verano, salen a relucir, sobre todo, dos de ellos:
La necesidad de suplementar con agua
Un mito muy extendido es el de ofrecer agua al bebé que está siendo alimentado con lactancia materna exclusiva. Sin embargo, esta práctica no es correcta, ya que el bebé amamantado no debe tomar otra cosa que no sea leche materna (a no ser que un profesional médico indique lo contrario), incluso si las temperaturas son elevadas.
Casi el 90% de la leche materna es agua, por lo que cumple a la perfección su función de hidratación. Además, la leche materna es un “líquido vivo”, porque se adapta a las necesidades del bebé y varía su composición durante la misma toma.
La leche ha dejado de alimentar
Ante el cambio de comportamiento del bebé por el aumento de sus necesidades, la explicación más común es que la leche ha dejado de ser tan nutritiva como lo era anteriormente, lo cual no tiene ninguna evidencia. La leche materna siempre alimenta; en este caso, simplemente, nuestro bebé tiene más sed.
8 tips para una lactancia adecuada
1. A DEMANDA
La lactancia siempre debe darse a demanda, sin horarios, y en verano, todavía más. Los bebés regulan perfectamente su hambre y su sed, por lo que, si les ofrecemos el pecho cuando lo reclamen, no tendremos que preocuparnos de horarios ni pensar en nada más.
Hace unos años, existía la recomendación de amamantar al bebé cada 2-3 horas, y con una duración de diez minutos en cada pecho. Sin embargo, estos consejos están totalmente desactualizados.
2. ATENTA A LOS SIGNOS DE HAMBRE Y SED DEL LACTANTE
Además del llanto, hay otros signos que nos podrían orientar sobre si el bebé tiene sed, como son: aumento de la irritabilidad, succión de manos o de objetos mayor de lo habitual, cabeceo, saca la lengua… Si eres consciente de estas señales, adelántate y ofrécele el pecho.
3. ¡HIDRÁTATE! DIETA RICA EN LÍQUIDOS, FRUTA Y VERDURA
El calor también nos afecta a nosotras. Debes tener en cuenta que, además del propio aumento de la transpiración por el incremento de la temperatura, la producción de leche materna consume una cantidad de agua considerable. Por lo tanto, recuerda atender a tu sensación de sed y aprovecha para tomar frutas de verano, licuados, infusiones, jugos… Con todo ello, ¡te asegurarás mantener una hidratación adecuada!
4. ESCOGE ROPA FRESCA
El contacto necesario para dar el pecho provoca una mayor sensación de calor. Para evitar esta sudoración, opta por prendas de vestir ligeras y de tejidos frescos y transpirables, como el algodón o el lino. Así, te sentirás más cómoda y sin sensación
de humedad continua.
Además, durante el amamantamiento, es muy común que el bebé sude mucho, sobre todo, en la zona de la cabeza y el cuello, por el esfuerzo que supone la succión. Podemos utilizar una gasita o una muselina y colocarla en las zonas de contacto con el bebé, que variarán según la postura de amamantamiento escogida.
5. ELIGE UN LUGAR ADECUADO
En casa, escoge un lugar cómodo, donde te sientas relajada. Trata de evitar que la estancia alcance altas temperaturas. No existe ningún inconveniente en utilizar el aire acondicionado o un ventilador, siempre que el aire no esté dirigido directamente al bebé.
Fuera de casa, evita el sol directo, busca el lugar más adecuado, fresco y donde te sientas más cómoda.
6. DISFRUTA DEL VIAJE
Viajar con tu bebé es una experiencia maravillosa. Tómate el tiempo necesario para realizar el viaje y, si es en coche, adapta los descansos según las veces que el bebé lo requiera.
Si el viaje es en avión, es recomendable amamantar a demanda, sobre todo, en el despegue y el aterrizaje, para aliviar las molestias del bebé ocasionadas por la descompresión del oído medio.
El cambio de rutinas y de horarios también influye en la demanda del bebé. En muchas ocasiones, el pecho es su forma de conexión con la madre, el lugar donde el pequeño se siente tranquilo y seguro. Por ello, no es raro que, ante una salida o un cambio de ubicación, reclame el pecho con más frecuencia. Ahora que lo sabes, no te preocupes por nada y disfruta de estos ratitos de unión.
Asimismo, a veces, cuando salimos de vacaciones, establecemos un plan que ocupa nuestro día al máximo, con la intención de realizar un montón de actividades o visitas. Pero, cuando viajamos con un bebé, se recomienda tener un plan más flexible, en el que se respeten sus ritmos y necesidades (comida, siestas…). De este modo, encontrarás un equilibrio en el viaje y resultará mucho más placentero para toda la familia.
7. CORRECTA CONSERVACIÓN DE LA LECHE
Si, por algún motivo, necesitas extraerte leche en verano, recuerda que es importante mantener las normas de conservación pertinentes para realizarlo con la máxima seguridad. Si tienes que transportar la leche materna, y esta no va a ser consumida en las próximas cuatro horas, utiliza siempre una hielera portátil con paquetes de hielo.
8. BUSCA SIEMPRE ACOMPAÑAMIENTO Y SOPORTE
Ten siempre a mano un profesional especializado en lactancia que pueda orientarte en la resolución de dudas o incidencias que puedan surgir. Esto te ayudará a sentirte mucho más segura y confiada con tu lactancia.
Saray Losarcos
Especialista en lactancia materna