¿Funciona ponerle una moneda al bebé para que no se bote el ombligo? ¿Crees que volteando de cabeza a tu bebé se va a levantar la mollera? Conoce las falsas creencias sobre el cuidado de un recién nacido.
¿El bebé tiene hipo y no se le quita? Ponle en su frente un hilo rojo ¿No deja de llorar? Preparar un baño con hojas de lechuga para que se relaje ¿Cuántas veces has oído algo así? Se trata de creencias que han pasado de boca en boca por varias generaciones con la intención de proteger y curar al bebé.
Sin embargo, algunas prácticas son perjudiciales y pueden dañar al recién nacido y bebé. Por ejemplo, ponerle una canica en el ombligo para que “no se le bote” o voltearlo de cabeza para que “suba la mollera”. Pero, “si algo pone en riesgo la salud de tu hijo ¡no lo hagas!”, aconseja el pediatra Alfredo Laurrabario, médico certificado por el Consejo Mexicano de Pediatría.
Conoce estos 10 mitos
Hilo rojo para quitar el hipo
A alguien se le ocurrió poner un hilo rojo en la frente de su bebé para quitar el hipo y funcionó, pero sólo fue coincidencia. Si bien esta práctica no daña la salud de tu bebé ¡no sirve de nada! Te explicamos por qué.
El hipo en un recién nacido es normal debido a que el diafragma se contrae de manera repentina. No sucede porque el bebé tenga frío. Tampoco es algo por lo que debas preocuparte, pues conforme crezca el pequeño, también desaparecerán los episodios de hipo repentino.
Miel en el chupón para tranquilizarlo
Un recién nacido puede llorar porque tiene hambre, frío, sueño o está mojado su pañal. Así que ponerle miel al chupón para que se tranquilice es perjudicial para la salud. La Asociación Americana de Pediatría (AAP) advierte a los padres y cuidadores no darles a los bebés chupones con miel antes de cumplir un año debido al alto riesgo de contraer una infección peligrosa llamada botulismo. Tampoco lo hagas después del primer año, así evitarás que tenga problemas de caries.
Es una creencia errónea de que tu bebé no pueda salir a dar un paseo al parque cuando tiene días de nacido. Salir con el bebé a tomar aire fresco cuando hay buen clima es una buena idea. Es cierto que el sistema inmune de los recién nacidos está en desarrollo. Por eso, evita ir a lugares cerrados y en donde haya mucha gente. Tampoco estés cerca de personas enfermas. Y mucho menos dejes que lo toquen o se le acerquen mucho.
Guardar silencio para no despertar al bebé
¿Te imaginas detener tu vida por completo para no hacerle ruido al bebé mientras duerme? Esta es una creencia muy arraigada y falsa, pues los bebés no necesitan silencio absoluto para dormir bien. Bañarlo en hojas de lechuga para que se relaje tampoco está comprobado científicamente.
¿Qué recomiendan los pediatras? Que realices tus actividades de manera habitual. Y a menos de que escuches música a un volumen alto, bajar los decibles por el bien de tu bebé.
Entonces, ¡relájate! Y olvídate de pedir a la familia que guarde absoluto silencio, pues los sonidos ambientales no interfieren en el sueño de tu bebé.
Voltear de cabeza al bebé para acomodar la mollera
La fontanela, coloquialmente llamada mollera, es el espacio que hay entre los huesos del cráneo de un bebé que protegen los tejidos blandos y el cerebro. Y se hunde porque un pequeño está deshidratado por fiebre o diarrea. Si notas un hundimiento en la cabeza de tu peque, contacta de inmediato a su pediatra. Pero jamás pongas de cabeza a tu hijo y golpees la planta de sus pies. Ni tampoco metas en su boca tus dedos para empujar el paladar. La mollera no va a subir y sólo lo vas a lastimar.
Fajar al bebé para que no se le bote el ombligo
Que un bebé tenga su ombligo salido es normal debido a que los músculos abdominales no están cerrados. Se trata de una hernia fisiológica que suele desaparecer antes de los dos años. Evita fajar a tu bebé, ya que puedes provocarle reflujo.Tampoco le pongas una moneda o un botón en su ombliguito, ya que puedes causarle una fuerte infección en esta área.
En México existe la costumbre de poner una pulsera en la mano del recién nacido –con un ojito de venado– para que ninguna persona pueda hacerle daño. Pero, si tanto quieres a tu bebé y deseas protegerlo, evita poner en peligro su vida colocando en su mano objetos que pueda llevarse a la boca y provocar asfixia.
Dejarlo llorar para que maduren sus pulmones
Una vez que el bebé respira por primera vez, sus pulmones se inflan y empiezan a trabajar por sí solos, llevando oxígeno al torrente sanguíneo y eliminando el dióxido de carbono a través de la exhalación. Entonces, un recién nacido no necesita llorar para que sus pulmones se hagan fuertes. Si el bebé llora es porque está comunicando que tiene hambre, frío o sueño. ¡Atiéndelo!
"Curar de espanto"
Al nacer, y hasta los dos meses de haber nacido, los bebés presentan el reflejo del moro, o de sobresalto, llamado así porque surge cuando el bebé brinca si escucha un ruido. “En respuesta al sonido, el bebé echa la cabeza hacia atrás, abre los brazos y las piernas, llora, y después vuelve a colocar los brazos y las piernas en la posición original”, según Stanford Medicine Children’s Health, de los Estados Unidos. Este reflejo es normal, por lo que NO es necesario llevar al bebé con algún curandero.
Vacunar provoca autismo
No existen estudios científicos que afirmen que las vacunas causen algunas enfermedades o trastornos, como el Trastorno del Espectro Autista. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de los Estados Unidos, la vacunación oportuna durante la infancia es fundamental porque ayuda a brindar inmunidad antes de que los niños estén expuestos a enfermedades que podrían ser mortales.
¿Has puesto en práctica alguna de estas creencias erróneas? ¿Qué otras te han transmitido y has hecho sin dudar? ¿Estarías dispuesta a cambiar esas ideas? ¡Déjanos tu comentario!
