Siempre es mejor que el bebé nazca por parto natural. Sin embargo, son muchas las cesáreas que se practican hoy en día. En la mayoría de los casos, el tamaño o la mala colocación del bebé son algunas de las causas que obligan a realizar la intervención.
¿Cómo se practica la cesárea?
La cesárea es una operación que consiste en hacer una incisión en la pared del útero para sacar al bebé. La cesárea puede programarse o decidirse en el último momento, con el fin de garantizar el bienestar tanto de la mamá como del bebé.
Como toda operación, la cesárea también requiere de un posoperatorio y el suyo, además, resulta bastante difícil y complicado. El cansancio después de dar a luz, la molestia de los puntos, el hecho de tener que dar el pecho al bebé... Todo aparece en el mismo momento.
Por eso, es muy importante que tengas en cuenta algunas cosas. Te damos algunas recomendaciones sobre lo que debes saber para no encontrarte con sorpresas inesperadas en las horas y las semanas posteriores a la cesárea.
¿Cansada y desorientada? ¡No te preocupes!
De vuelta a la habitación del hospital, serás asistida durante unas horas para que tu organismo recupere su funcionalidad. Te alimentarán e hidratarán por vía endovenosa hasta que puedas realizar tu primera comida sólida. Te pondrán una sonda que te permitirá vaciar la vejiga, hasta que la pipí sea abundante y de color normal. En algunos hospitales, el anestesiólogo deja puesto el catéter de la epidural durante un período de tiempo de entre 24 y 48 horas después de la intervención para controlar la administración del analgésico también en esta fase.
Alivio inmediato del dolor y el malestar
Hoy en día, se suele administrar a las mamá un tratamiento analgésico desde el momento en que entra en la habitación, antes de que pueda advertir la más mínima señal de malestar. Normalmente, la administración del tratamiento se efectúa durante los primeros cuatro días después del parto. De todos modos, es aconsejable avisar al personal en caso de malestar.
Se puede dar el pecho desde el principio
Nada impide que mamá le de pecho al bebé desde el primer momento. Lo que cuenta es que ambos estén cómodos. La mamá se puede acostar de lado y pedir ayuda al personal, que colocará al bebé a la altura de su pecho. Durante la toma es normal sentir algunas contracciones, los denominados “entuertos”, que, poco a poco, devuelven al útero su tamaño habitual.
Prevenir el riesgo de una flebitis
En algunos hospitales, a las mamás que dieron a luz por cesárea se les prescribe un tratamiento anticoagulante, para prevenir el riesgo de flebitis (formación de un trombo en una vena de las extremidades inferiores). La administración del medicamento se realiza mediante inyección y se prolonga durante unos días.
Reactivar el funcionamiento del intestino
Es normal que se produzca una ralentización de la función intestinal. Para favorecer su reactivación, es preciso que, desde el primer día, mamá tenga la oportunidad de tomar una bebida y comer un par de galletas. Si esta medida no es suficiente, se puede tratar de masajear con cuidado el vientre en el sentido de las agujas del reloj para expulsar los gases. Dar unos pasos también puede poner al intestino en movimiento.
Primeros pasos
En las primeras 24 horas, es preciso estar acostada sobre la espalda, para favorecer la circulación y la cicatrización. Después, en 24-48 horas es posible empezar a levantarse con la ayuda de una enfermera. Una vez sentada, la mamá tiene que poner los pies bien pegados al suelo y, con la ayuda de otra persona, levantarse dirigiendo la mirada hacia delante.