Establecer límites en cualquier tipo de relación, incluso la familiar, es positivo. Pero ¿sabes cuándo y cómo hacerlo? ¿Conoces cuáles son los beneficios?
Todavía no nace tu bebé, pero tu suegra ya te ha dicho cómo se va a llamar el nuevo integrante de la familia ¡Y no sólo eso! Te ha recomendado no cargar al bebé para evitar que se embracile. Incluso, te ha mencionado cuáles serán las papillas que le dará a probar a partir de los tres meses, aunque bien sabes que los pediatras recomiendan complementar el seno materno con alimentación complementaria hasta los seis meses.
Hasta el momento has querido mantener una buena relación y a todo dices que sí. Tu suegra está feliz de que pronto será abuela y aunque sabes que ella tiene la mejor intención, tu pareja y tú han acordado que ustedes serán los responsables de los cuidados y la crianza del bebé.
Antes de explicarte cómo comenzar a poner límites sin herir a tus seres queridos, empezaremos por decirte que establecer acuerdos es bueno porque los involucrados podrán exponer las perspectivas y las diferencias en la crianza. Y esto puede ser una oportunidad para validar y reconocer las opiniones de los abuelos, sobre todo si son cuidadores, explica el doctor Raúl Ortega Ramírez, responsable del Centro Interdisciplinario de Educación Temprana Personalizada (CIETEP) de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de la UNAM.
Entre los beneficios que vas a lograr al poner límites, están:
Relaciones equilibradas basadas en el respeto mutuo
Cuando una persona hace algo que te incomoda o te hace sentir mal, es importante comenzar a realizar acuerdos. En el caso de los vínculos familiares, establecer límites implica acordar reglas entre la familia y los padres. Que los involucrados puedan decir qué sí y qué no se va a permitir en la relación. Y hasta qué es posible negociar. Todo esto con la finalidad de mantener una sana convivencia, apunta Raúl Ortega, profesor e investigador de Psicología en la FES Iztacala.
Comunicar nuestras necesidades, valores y límites personales también es una manera de marcar las pautas de la relación familiar, especialmente con los abuelos, quienes llegan a ser un importante apoyo “tanto para los padres como para los niños. Por lo general, ellos proveen cuidado a los niños, ayuda financiera y apoyo emocional”, de acuerdo con la Academia Americana de Psiquiatría de Niños y Adolescentes (AACAP).
Asimismo, hay que tener presente que cuando los abuelos intervienen buscan el bienestar del niño o la niña. Probablemente la forma sea cuestionable, pero ninguno quiere hacerle daño o pretende que el menor enferme, señala Ortega Ramírez, doctor en psicología clínica.
La crianza y el cuidado del bebé tiene todo un bagaje sociocultural. Debido a ello, pueden surgir conflictos entre los abuelos y los padres. Y aunque los estilos de crianza pueden ser diferentes será necesario establecer una comunicación que permita a las familias expresar sus puntos de vista con calma, sin caer en críticas y sin faltar el respeto.
Si tu suegra ya ha comprado fajeros para poner al bebé, pero el pediatra te ha dicho que eso no es necesario, ya que las hernias umbilicales suelen cerra solas, busca un momento tranquilo para comentarle que tu bebé no usará fajero y que tampoco le pondrás una moneda en el ombligo como te sugirió, ya que puede provocarle una infección. “Procura que sea un encuentro casual, algo informal para no predisponer a la otra persona. Algo sin planear genera más disposición para escuchar”, recomienda Ortega Ramírez.
Sé firme y respetuosa
Poner límites de manera respetuosa y amorosa es positivo en los vínculos familiares. Y es aconsejable buscar un equilibrio para no ser demasiado rígidos o demasiado permisivos por no saber cómo establecer estos acuerdos.
Cuando logras decir “no” a algo que va en contra de tus creencias o valores, te sientes bien contigo mismo. Algunas personas todo el tiempo están tratando de complacer a los demás por miedo al rechazo y tienen miedo a poner límites. A la larga eso genera tristeza y frustración. De igual manera, es importante respetar los límites de las demás personas. A veces tocará que algún familiar te ponga límites. Y si es el caso, tendrás que aceptar opiniones diferentes a las tuyas para mantener una buena relación.
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¿Has tenido qué poner límites a tu suegra o a algún familiar? ¿A ti te han puesto límites? ¿A qué acuerdos han llegado ¡Cuéntanos en los comentarios!
