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También puede ser una pérdida de la identidad individual, consciente o inconsciente, porque ahora el papel que se prioriza es el de madre. Y si a esto sumamos la presión social por ser “la madre perfecta”, sin duda la que sale perdiendo es su salud mental.
Todo puede empezar, incluso, desde el embarazo. De hecho, las mujeres que se convierten en mamás pueden presentar problemas en algún momento de la maternidad, particularmente en el embarazo y en el transcurso del primer año de vida del bebé. En México, la depresión en el embarazo se estima que la padecen entre un 9% y 14%, mientras que la depresión posparto va del 6.6% a 24.6%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente.
Algunos de los síntomas generales de los trastornos de salud mental materna que enumera el Instituto de Salud para el Bienestar incluyen:
Los expertos de Clínica Mayo señalan que los síntomas de la tristeza posparto –también conocida como Baby Blues– duran solamente unos pocos días o entre una y dos semanas después del nacimiento del bebé, pero si duran más tiempo y son más intensos, podría tratarse de una depresión posparto.
Para que las mujeres embarazadas o mujeres que acaban de dar a luz superen este tipo de trastornos, es importante que se apoyen en otras personas para que les brinden su ayuda y respaldo, tanto con la carga de trabajo físico, así como en la generación de interacciones sociales positivas.
Desafortunadamente muchas mujeres no comparten lo que sienten ni hablan de sus miedos. Y esto puede durar varias semanas, al tiempo que los síntomas avanzan, con la posibilidad de que se instaure un cuadro depresivo.
Por eso es importante que la familia y la pareja sepan que la salud mental de una mujer puede verse afectada de manera significativa cuando se convierten en mamás, para que les brinden apoyo y atención oportuna y, en caso de requerirlo, reciban atención médica.
Con el paso del tiempo, una vez superadas las primeras etapas de la maternidad, el estrés continúa, y es difícil que se elimine en su totalidad. Sin embargo, la salud mental de mamá puede ser óptima si se le da prioridad a su bienestar.
Esto no significa que descuide a su hijo, a la pareja o la familia, sino que también atienda sus necesidades. Si este es tu caso, te proponemos echar mano de estas estrategias:
La salud mental de mamá importa mucho, porque cuando está bien mamá, está bien el resto de la familia.
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