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Desarrollo emocional infantil por etapas: ¿qué esperar en cada una?
El manejo y la comprensión de las emociones en la infancia es fundamental para proporcionar bienestar a los niños, al tiempo que les permite establecer relaciones saludables con sus semejantes. ¿Te gustaría saber qué esperar en cada etapa del desarrollo emocional infantil en la que se encuentra tu hija(o)? ¡Sigue leyendo!
El desarrollo emocional es un proceso que va sucediendo desde que los niños son bebés, y se ve influenciado no sólo por su crecimiento físico, sino también por el entorno en el que viven, los estímulos que reciben por parte de sus cuidadores y los factores genéticos que intervienen en la formación de su temperamento.
De hecho, podría decirse que, como seres humanos, estamos en constante aprendizaje respecto al mundo de las emociones, su comprensión y manejo; no obstante, es durante los primeros años de vida en los que las lecciones emocionales tienen lugar y se consolidan.
¿Qué es el desarrollo emocional en la infancia?
Si lo resumimos en términos simples, el desarrollo emocional en niños abarca:
- El surgimiento de las emociones (por ejemplo: cuando llora porque se siente frustrado. Aún no llega al grado de comprender su emoción, sólo la experimenta).
- Las reacciones emocionales a nivel individual; esto es: no todos reaccionamos de la misma manera frente a una emoción concreta -de hecho, aquí es donde nuestro temperamento interviene-.
- La expresión de las emociones de acuerdo a la etapa del desarrollo y su evolución (un niño puede expresar su enojo a través de un berrinche, pero es más probable que un adulto tienda a mostrarse de mal humor).
- La autoconciencia emocional, es decir, cuando somos capaces de poner nombre y apellido a lo que sentimos.
- La autorregulación emocional: ¿qué hacemos para que la emoción no nos desborde? ¿qué estrategias nos permiten tener control sobre nuestra emoción en lugar de que ella sea la que tenga el control sobre nosotros?
Etapas del desarrollo emocional infantil: características
Como mencionamos unos párrafos arriba, el desarrollo emocional del niño empieza desde el momento en que nace y continúa a lo largo de la infancia y algunos años de la pubertad, por lo tanto, ese primer acercamiento de los progenitores con sus hijos es esencial para afianzar su formación como individuos independientes, con una autoestima saludable y plena consciencia de sus emociones.
(Te interesa: ¿Por qué es importante la autoestima en los niños y cómo potenciarla?)
A continuación, ahondamos en las características fundamentales de cada etapa del desarrollo emocional infantil.
Infancia temprana (0 a 2 años)
Durante este tiempo, el bebé experimenta emociones básicas, como el placer, la tristeza o el enojo, y las expresa por medio del llanto, principalmente, aunque también hace uso del contacto físico y de las expresiones faciales que observa en su entorno. De esta forma, sucede un incipiente proceso de asociación entre la emoción y el cómo se "ve" en el rostro.
Posteriormente, cuando llega la famosa etapa conocida como "los terribles dos", los berrinches estarán a la orden del día. Al final de cuentas, un berrinche no es más que una reacción explosiva de las emociones que el pequeño siente en el momento, entre las que destacan la frustración y el enojo.
Lo cierto es que esta etapa es fundamental tanto para padres como para hijos en cuanto a desarrollo emocional se refiere, ya que al comenzar a poner límites y decir "no" al niño, éste entrará en una etapa de regulación emocional que, bien dirigida, le ayudará a manejar de una manera más tranquila sus emociones.
(Te interesa: ¿Cómo decir "no" al bebé?)
Primera infancia (2 a los 6 años)
A lo largo de estos años, tu hija(o) ampliará su vocabulario emocional y aprenderá a reconocer con mayor facilidad sus emociones, así como las de sus iguales.
El desarrollo emocional de un niño entre los 4 y 5 años se encuentra en un nivel en el que no sólo puede "ponerse en los zapatos" de los otros, sino que también es capaz de identificar las consecuencias de sus actos y puede imaginar formas de compensación cuando hace algo indebido o que lastime a alguien.
(Te interesa: Técnica de la tortuga: autocontrol de los impulsos y las emociones en los niños)
En resumen, ya es capaz de comprender cómo se siente y puede darle un nombre a la emoción, al tiempo que desarrolla la capacidad de imaginación y proyección de distintos escenarios en donde la niña o el niño reacciona de una forma específica.
Niñez media (6 a los 12 años)
El desarrollo emocional del niño de 6 a 12 años se encuentra en un estadio en el que cada vez es más fácil regular sus emociones en distintas situaciones, ya sea en el ámbito familiar, académico y personal. Asimismo, continúa el aprendizaje de emociones cada vez más complejas.
La conexión entre el desarrollo emocional y el desarrollo social
El desarrollo emocional y el desarrollo social suceden a la par en el ser humano, pues uno no podría ser sin el otro.
Un bebé, desde que está en el vientre de su madre, establece un vínculo afectivo con ella a través del contacto físico y los sonidos que escucha del exterior. Una vez que nace, esa conexión persiste y se afianza conforme el pequeño crece, a través de los mimos, las palabras de cariño, las cosquillas, los juegos, etc.
El niño, mediante el reconocimiento de sí mismo con un individuo independiente de sus cuidadores, se vincula con otros niños que sienten, piensan y existen de una forma similar a la suya, por lo que podría decirse que los hitos que vaya alcanzando en el ámbito emocional le servirán para establecer relaciones sociales a lo largo de su vida.
¿Qué factores intervienen en el desarrollo emocional de un niño?
- Componentes hereditarios: hay características que conforman el temperamento de un niño y que tienen un origen genético. Por ejemplo, la timidez es una de ellas.
- Vínculo con mamá y papá: es de los factores definitorios para un desarrollo emocional saludable. Los primeros acercamientos con los cuidadores directos del bebé deben tener como objetivo crear un apego seguro que brinde confianza y contención emocional.
(Te interesa: Rafa Guerrero: "Solo el 60% de los padres estamos preparados para dar apego seguro a nuestros hijos") - Ambiente familiar: la dinámica, no sólo entre mamá y papá, sino también entre hermana(o)s y mascotas deberá ser amorosa y cálida, pero marcando las normas y límites de convivencia de manera clara.
- Experiencias tempranas: el cómo eduquemos y tratemos a nuestra(o)s hija(o)s desde que son bebés, así como los estímulos positivos a los que estén expuestos, serán fundamentales en su desarrollo emocional.
- Educación emocional: ¿qué herramientas hemos proporcionado a nuestra(o)s niña(o)s para manejar y regular sus emociones? ¿Hemos sabido darles contención cuando lo necesitan? ¿Permitimos la libre expresión de emociones en casa?
- Primer acercamiento escolar: una vez que los niños entran en contacto con otros niños de su edad seguirán aprendiendo sobre el manejo y regulación de sus emociones en la medida que comienzan a comprender las emociones de los demás y las consecuencias de sus actos.
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¿En qué etapa del desarrollo emocional infantil se encuentra tu hija(o)? ¿Cómo fue su relación cuando apenas era un bebé? ¿Crees que le has brindado las herramientas necesarias para gestionar sus emociones? ¡Cuéntanos en los comentarios!