La magia de las preguntas infantiles y cómo nutrir su curiosidad

¿Tu pequeño es un mar de preguntas? Descubre por qué es genial, cómo responder, fomentar su curiosidad innata y potenciar su aprendizaje. 

El poder transformador de las preguntas

Imaginen a sus hijos como intrépidos exploradores en una jungla llena de misterios. Cada pregunta es un machete que les abre camino a través de la espesura del conocimiento. Quieren saberlo todo: por qué el cielo cambia de color, cómo funcionan los aviones, de dónde vienen los bebés... ¡y mucho más!

¿Por qué los niños preguntan tanto?

La respuesta es simple: ¡porque están aprendiendo! Su cerebro es como una esponja que absorbe información a un ritmo asombroso. Cada pregunta es una señal de que están procesando el mundo que los rodea, conectando ideas y construyendo su propio entendimiento.

La ciencia detrás de la curiosidad

Expertos en desarrollo infantil, como los del Instituto Nacional de Pediatría (INP), destacan que las preguntas son fundamentales para el aprendizaje. Estimulan el pensamiento crítico, la creatividad, el lenguaje y la capacidad de resolver problemas. ¡Así que no subestimen el poder de un buen "¿por qué?"!

Cómo responder a sus preguntas y fomentar su curiosidad

• Sencillez y honestidad: Usen palabras que entiendan y no teman decir "no sé, ¡vamos a averiguarlo juntos!". Esto les muestra que está bien no tener todas las respuestas y los invita a ser compañeros de exploración.  
• Conexión emocional: Miren a los ojos, sonrían y demuestren interés genuino en sus preguntas. Esto fortalece el vínculo afectivo y les da la confianza para seguir preguntando. 
• Fomentar la exploración: México es un país lleno de maravillas para mentes curiosas. Llévenlos a museos interactivos como Papalote Museo del Niño, exploren juntos la naturaleza en parques como el Bosque de Chapultepec y lean libros que despierten su imaginación.  
• Paciencia infinita: A veces repetirán la misma pregunta mil veces. ¡Es normal! Su cerebro está procesando la información y asegurándose de entenderla bien.  

¡Abracen la curiosidad!

Las preguntas de sus hijos son un regalo que los invita a conectar, aprender y crecer juntos. Así que la próxima vez que escuchen un "¿por qué?", ¡respiren hondo, sonrían y prepárense para una aventura de descubrimiento!

¡Recuerden, mamás! Cada pregunta es una semilla de conocimiento que, con amor y paciencia, florecerá en mentes brillantes y corazones llenos de curiosidad.