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Placenta previa: mantén los riesgos bajo control
En el 30% de casos, a principios del embarazo, la placenta se posiciona en la parte baja del útero. Después, mes tras mes, se desplaza hacia arriba dejando abierto el canal del parto. Pero ¿qué sucede cuando la placenta no sube?
Normalmente, la placenta se coloca en el fondo o en las paredes laterales del útero, a una distancia adecuada del orificio uterino. Sin embargo, en un embarazo de cada 200, puede ocurrir que la placenta se inserte de forma anómala en la parte baja del útero, demasiado cerca de la cérvix o incluso encima de ella. En estos casos, se habla de placenta previa. Si esto sucede, la placenta obstruye parcial o totalmente la salida del canal del parto.
Sin embargo, la placenta previa es una anomalía que no debe asustarnos. Y es que suele diagnosticarse con bastante antelación y no perjudica el avance del embarazo. Eso sí, hay que tomar algunas precauciones y, en la mayoría de los casos, el parto es por cesárea.
Causas de la placenta previa
La placenta previa se presenta cuando, después de la concepción, el embrión se anida en un el segmento inferior del útero. Esto es algo imprevisible e inevitable.
Sin embargo, existen algunos factores que aumentan la probabilidad de que este problema se presente.
- La edad avanzada de la madre puede ser causa de que se presente placenta previa.
- Otro factor determinantes es el número de embarazo anteriores.
- El hecho de haber tenido una cesárea o de haber sufrido endometriosis también influye en la aparición de esta anomalía.
- La presencia de fibromas e incluso el hecho de fumar también pueden ser otros factores desencadenantes de placenta previa.
- Quienes ya han tenido este problema, además, tienen mayores probabilidades de volver a tenerlo: el riesgo de recurrencia varía entre el 4 y el 8%.
Cuándo se puede hacer el diagnóstico
Es importante recordar que, en los primeros meses de embarazo, una posición baja del útero es bastante común, tanto que afecta al 30% de las mujeres.
En la mayoría de casos, en las semanas siguientes, la placenta se va desplazando. E el tercer trimestre, su posición se corrige. Por eso, si la ecografía del segundo trimestre evidencia esta anomalía, no hay que preocuparse demasiado. La patología se determina solo si la placenta se queda en la misma posición a pesar de que el embarazo haya avanzado.
Es entonces cuando puede hablarse de placenta previa, solo después de la semana 28-30 de embarazo. Antes, es más correcto hablar de “inserción baja de placenta”.
Si el embarazo avanza bien, no es necesario hacerse controles frecuentes, a menos que no haya un retraso de crecimiento intrauterino. Sin embargo, a veces, la placenta previa no funciona como la normal. En estos casos, las ecografías deben hacerse más a menudo. Asimismo, si hubiera una pérdida de sangre vaginal, la futura mamá tendrá que ir de inmediato a urgencias o llamar al 112.
Síntomas típicos de la placenta previa
En el tercer trimestre y durante el trabajo de parto, el segmento inferior del útero se expande. Sin embargo, el tejido de la placenta no es elástico y no puede adaptarse a los cambios del útero. Esto hace que haya un desprendimiento del área de inserción de la placenta y que tenga lugar una hemorragia vaginal. Si esto sucede, la sangre es de color rojo brillante y la mamá no siente ningún dolor.
Normalmente, el primer sangrado se presenta en el tercer trimestre de embarazo, entre la semana 28 y 34, es decir, cuando tiene lugar el estiramiento del segmento inferior del útero. Es bastante insólito que haya sangrado antes de este período y, si ocurre, suele ser porque la placenta previa es completa.
La cantidad de la pérdida de sangre es variable. La primera hemorragia no suele ser peligrosa para la mujer y a menudo se resuelve sola. A veces, sin embargo, los sangrados se repiten y pueden llegar a ser verdaderas hemorragias.
Estrategias de intervención
En caso de hemorragia por placenta previa, lafutura mamá debe ir inmediatamente al hospital, donde el personal médico decidirá las intervenciones necesarias.
- Si la mujer todavía no ha llegado a la semana 34 de embarazo, la pérdida de sangre es escasa y no hay sufrimiento fetal, el médico puede decidir esperar. En este caso, suele recomendar a la mujer que esté en reposo absoluto en su domicilio. También puede proponer una hospitalización para tener a mamá y bebé bajo control monitorizándolos con frecuencia.
- Solo en las situaciones más graves, podría ser necesaria una transfusión. Por ejemplo, si las pérdidas de sangre son muchas y la futura mamá corre el riesgo de volverse anémica.
- Cuando el sangrado es abundante y no termina, podría ser indispensable hacer una cesárea de urgencia.
- ¿Y si durante el embarazo no hubiera ninguna complicación? En este caso, normalmente, se suele evitar el parto vaginal.
Tres tipologías de placenta previa
La placenta previa puede ser de tres tipos, que difieren entre ellos por la distancia que hay entre el borde inferior de la placenta y la abertura del canal cervical.
- Placenta previa completa si recubre el orificio uterino.
- Placenta previa periférica si el margen de la placenta tiene una distancia menor de 2.5 del orificio.
- Placenta previa lateral cuando se instala en el segmento uterino inferior, pero con una distancia de al menos 2.5 cm del cuello del útero. Ésta es la forma menos grave.
Qué precauciones hay que tomar
Si te diagnostican placenta previa, es oportuno seguir unas sencillas reglas.
- Hay que evitar los esfuerzos físicos. A pesar de que no sea necesario estar en reposo absoluto, es importante tener una vida tranquila y sin estrés.
- Está aconsejado abstenerse de tener relaciones sexuales.
- Es mejor no hacer viajes demasiado largos y agotadores, sobre todo al extranjero o a lugares que no posean infraestructuras hospitalarias adecuadas.
- Si tienes pérdidas de sangre vaginales, debes ir inmediatamente al hospital o llamar al 112.
Algunas palabras clave
Te explicamos el significado de algunas palabras que debes conocer para saber más sobre el tema de la placenta previa.
Placenta
Es el órgano de intercambio entre la mamá y el bebé durante el embarazo. Asegura al bebé la comida y el oxígeno, elimina sus productos de deshecho y es responsable de la producción de las hormonas necesarias para el avance correcto del embarazo de la semana 12 hasta el parto.
Placenta humana
Segmento uterino inferior (istmo)
Es el tercio inferior del útero, es decir, la parte más baja de este órgano hueco con forma de pera donde se desarrolla el feto.
Orificio uterino interior
Es la apertura superior del cérvix del útero.
Cérvix del útero
También llamado cuello del útero, es la parte inferior de este órgano. Mide 2-3 centímetros y conecta el útero con la vagina. Durante el parto, se convierte en el canal de parto por el que el bebé pasa para nacer.
Margen placentario
Es la parte periférica de la placenta. Se mide considerando la distancia del orificio uterino interior, para diagnosticar una posible placenta previa y descubrir si se trata de posición previa completa, marginal o lateral.
Ecografía transvaginal
La ecografía transvaginal es una ecografía interior que se hace insertando una sonda del diámetro de un dedo en la vagina lubricada con gel. Esta maniobra no causa dolor, es inocua y suele ser menos molesta que un control ginecológico.
Placenta previa marginal
En el caso de la placenta previa se encuentre justo sobre el borde del cuello uterino, recibe el nombre de placenta previa marginal.