La oxitocina es una hormona muy importante, que desempeña un papel fundamental en muchos períodos de la mujer. Pero, ¿qué es exactamente la oxitocina? ¿Qué estimula la oxitocina? ¿Qué hace la oxitocina a una embarazada? ¿Cuándo te ponen oxitocina en el parto? ¿Y cómo afecta la oxitocina al bebé? ¡Todo en este artículo!
La oxitocina está presente en nuestro cuerpo a lo largo de toda nuestra vida, aunque hay períodos en los que esta hormona cobra mayor relevancia.
Sin embargo, antes que nada, conviene hacer un pequeño repaso a su historia. En 1906, el fisiólogo inglés Henry Dale descubrió que el extracto de la neurohipófisis induce contracciones uterinas. Aún no conocía cuál era la naturaleza química de este agente, pero propuso llamarlo oxitocina.
La palabra oxitocina deriva del griego: oxys-rápido y tokos-nacimiento. Es decir, nacimiento rápido. Posteriormente, ya en 1954, el bioquímico estadounidense Vincent du Vigneaud descubrió que se trataba de una proteína, siendo galardonado con el Premio Nobel de Química por sus hallazgos en este campo.
Inicialmente, solo se conocía la implicación de la oxitocina en el proceso de parto. Posteriormente, hemos sabido de su participación en otros procesos fisiológicos, como la lactancia, el alivio del dolor, el apego emocional y el enamoramiento. Sin duda alguna, en el futuro, conoceremos muchos más procesos relacionados con la oxitocina.
Tal variedad de acciones es posible debido a la presencia de receptores de oxitocina en diferentes órganos y tejidos. Estos receptores, al ser activados, producen unos efectos u otros según donde se localizan, como, por ejemplo, la contracción del músculo uterino o la activación de determinadas neuronas.
La hipófisis es la encargada de producir oxitocina tanto en las mujeres como en los hombres. Se libera en respuesta al tacto placentero y cálido (caricias y contacto piel con piel), durante el orgasmo, y en las mujeres durante el parto y el amamantamiento. Existe una relación entre la oxitocina y determinados comportamientos, como el apego, los vínculos parentales, el incremento de la confianza en otras personas, y también juega un papel fundamental en el enamoramiento, junto con la noradrenalina, dopamina y serotonina.
Por lo tanto, si en situaciones plácidas y tranquilas se favorece la liberación de oxitocina, en situaciones estresantes, cuando tenemos miedo o preocupación, se producirá como consecuencia una reducción de esta liberación (Guyton & Hall, 2021).
La oxitocina es la hormona del amor, del vínculo, del sexo, del parto y de la lactancia.
¿Qué hace la oxitocina a una embarazada?
A lo largo del embarazo, el cuerpo femenino manifiesta una serie de cambios bien visibles. Pero existen otros cambios no tan evidentes, como el incremento del número de receptores de oxitocina en el músculo uterino. Estos receptores, unidos a los niveles de oxitocina que va modulando nuestro cuerpo, harán que se produzcan contracciones uterinas y, llegado el momento, que se inicie el parto, con la secuencia de sus tres períodos (dilatación, parto y alumbramiento).
Además, los niveles de oxitocina, estimulados por la succión del pecho que realiza el recién nacido, facilitan la eyección de leche (mientras dure la lactancia materna) y la involución uterina (durante la cuarentena).
¿Cuándo te ponen la oxitocina en el parto?
Contamos, además, a nuestra disposición con oxitocina sintética. Se trata de un medicamento clasificado de alto riesgo por el Instituto para el Uso Seguro del Medicamento. Esto quiere decir que los profesionales deben asegurarse de que su utilización está correctamente indicada. Los usos más frecuentes de la oxitocina sintética son:
Inducción del parto. Las indicaciones de la inducción del parto pueden ser maternas o fetales. Es un tema bastante largo en el que profundizaremos en una nueva ocasión.
Durante el parto. Según la Guía de Práctica Clínica de Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad (Observatorio de la mujer, 2010), no se recomienda la perfusión de oxitocina de forma rutinaria en partos vaginales que progresan de forma normal, ya que las pruebas muestran que esto no mejora los resultados. Es decir, su utilización solo estaría indicada en aquellos partos en los que se diagnostique retraso de la dilatación, que en términos sencillos son estos:
Dilatación cervical menor de 2 cm a las 4 horas para nulíparas.
Dilatación cervical menor de 2 cm a las 4 horas o enlentecimiento del progreso del parto en el segundo parto y posteriores.
Deflexión de la cabeza fetal y cambios en la fuerza, duración y frecuencia de contracciones uterinas. La duración del parto no debe ser un factor clave de preocupación por sí misma. Si se prolonga más allá de los límites normales, podemos considerar que se trata de la primera manifestación de algún problema. Los factores causantes del retraso en la dilatación pueden ser variados. La actividad uterina insuficiente es la causa más común y corregible de progreso anormal del trabajo del parto.
Otra indicación de la oxitocina sintética, recogida en la Guía de Práctica Clínica de Atención al Parto Normal del Ministerio de Sanidad y en las Recomendaciones de la OMS, es para la hemorragia posparto: base de las pruebas científicas (OMS, 2014), consiste en el manejo activo del alumbramiento mediante la administración de oxitocina intravenosa lenta.
Es responsabilidad de los profesionales implicados en el proceso de parto y nacimiento contar con el consentimiento de la gestante a propósito del uso de la oxitocina sintética, informando a esta correctamente y respondiendo las preguntas que pueda tener.
Importante: una adecuada indicación de la oxitocina sintética, administración correcta y vigilancia estrecha para evitar la posible aparición de efectos adversos.
¿Cómo afecta la oxitocina al bebé?
La oxitocina puede afectar al bebé en los siguientes casos:
A corto plazo, el uso de oxitocina sintética puede afectar al feto a través de la aparición de alteraciones en su frecuencia cardiaca, ocasionado por un número de contracciones elevado y de una gran intensidad. El riesgo de que ocurra esta situación y sus consecuencias inmediatas debe ser valorado en todo momento por el personal responsable del parto, teniendo en cuenta que la respuesta a la oxitocina es individual y diferente para cada mujer y cada feto.
No hay acuerdo sobre la relación de la oxitocina sintética administrada durante el parto y sus efectos sobre la secreción endógena y la lactancia materna. Se piensa que altera los reflejos primitivos, reduciendo las respuestas en la conducta de amamantamiento del recién nacido, retrasando o dificultando su inicio o su duración.
Sí existe acuerdo sobre que los efectos adversos de este fármaco intraparto no persisten más de los primeros días, disminuyendo la lactancia materna al alta, pero no afecta a la duración ni al tipo de lactancia a las seis semanas ni a los 9 meses posparto (Takács, L., 2021).
Diversos estudios relacionan la incidencia de trastornos de déficit de atención más probable en niños expuestos a altas dosis de oxitocina durante el nacimiento. Estos mismos estudios subrayan la necesidad de más investigación sobre la exposición a oxitocina sintética, ya que en animales de experimentación sí que se han reportado consecuencias a largo plazo en el comportamiento (Bell, AF. et al, 2014).
Bell AF, Erickson EN, Carter CS. (2014). Beyond labor: the role of natural and synthetic oxytocin in the transition to motherhood. J Midwifery Womens Health. 2014 Jan-Feb;59(1):35-42: quiz 108. doi: 10.1111/jmwh.12101. Epub 2014 Jan 28. PMID: 24472136; PMCID: PMC3947469.
GUYTON & HALL: TRATADO DE FISIOLOGIA MEDICA (14ª ED.) 2021.
Organización Mundial de la Salud. 2014. Recomendaciones de la OMS para la hemorragia posparto: “Base de las pruebas científicas” y puede consultarse en línea en: www.who.int/ reproductivehealth/publications/maternal_perinatal_health/9789241548502/en/
Takács, L., Bartoš, F., Čepický, P., & Kaňková, Š. (2021). The Effects of Intrapartum Administration of Synthetic Oxytocin on Breastfeeding in the First 9 Months Postpartum: A Longitudinal Prospective Study. Breastfeeding Medicine, 16(12), 965-970.
