Endometriosis y embarazo: tener un hijo es posible

12 Dec 2023
Endometriosis quedar embarazada

La endometriosis afecta, sobre todo, a las mujeres en edad fértil, de los 20 a los 50 años. Es importante diagnosticarla cuanto antes para evitar que provoque daños como la esterilidad. Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre esta patología, sus causas y sus posibles tratamientos.

carles catllaDr. Carles Catllà
Ginecólogo, especialista en Reproducción Asistida del Institut Marquès.
Supervisión científica.

La endometriosis es una causa destacada cuando se tienen problemas para concebir un hijo. A continuación, desglosamos las causas, las consecuencias y los tratamientos para superar esta patología, que afecta a gran número de mujeres en edad fértil.

Qué es la endometriosis

Ante todo, cabe destacar que la endometriosis es una enfermedad crónica benigna que afecta a las mujeres en edad fértil, sobre todo, entre los 20 y los 50 años.

En las mujeres que sufren de esta patología, el endometrio (el tejido que reviste la pared interior del útero) crece en sitios donde no debería crecer, por ejemplo, en los ovarios, las trompas, la vagina o incluso en el intestino.

Todavía no se conoce precisamente la causa de este problema. Cada mes, bajo la influencia de las hormonas femeninas, este tejido anómalo se desarrolla, provocando inflamación y dañando las zonas circunstantes.

endometriosis infografia

Síntomas de la endometriosis

A continuación, te enumeramos cuáles son los principales síntomas de la endometriosis, que te ayudarán a reconocerla.

1. Calambres menstruales dolorosos

Este tipo de calambres que producen dolor durante el período menstrual (dolor de regla) pueden ir empeorando con el paso del tiempo.

2. Dolor durante las relaciones sexuales

Otro síntoma común de las mujeres que padecen endometriosis es el dolor durante o después de las relaciones sexuales. Ello puede provocar problemas con la pareja al no sentir un deseo sexual y al producirse, por consiguiente, una inapetencia a la hora de hacer el amor con la pareja. 

3. Dolor en el intestino o parte baja del abdomen

Este tipo de dolor puede parecer dolor de estómago o puede confundirse con el dolor propio de los días previos a la menstruación. Sin embargo, se trata de un dolor más intenso.

4. Movimientos intestinales dolorosos o micción dolorosa

Estos dolores se producen durante los días de la regla. Los movimientos intestinales dolorosos provocan que la mujer se encuentre especialmente mal durante estos días de menstruación. Además, el hecho de sentir dolor al hacer pipí, convierte esta molestia en algo muy desagradable. 

5. Períodos menstruales abundantes

Es otro de los inconvenientes de la endometriosis, que provoca mucho sangrado cuando se tiene la regla, lo que es molesto y puede provocar malestar.

6. Manchado premenstrual o sangrado entre períodos

En algunas mujeres, puede darse un sangrado previo a la menstruación o, incluso, un sangrado que tiene lugar entre dos menstruaciones. 

Cómo diagnosticar la endometriosis

Por desgracia, uno de los problemas de esta patología es la dificultad para diagnosticarla.

  • El aumento progresivo del dolor menstrual es el síntoma principal de esta enfermedad, pero muchas veces se subestima porque se considera algo fisiológico. Así, a veces, ocurre que pasan muchos años antes de que la endometriosis se detecte.
  • Durante este tiempo, los flujos menstruales se suceden mes tras mes, con un inevitable empeoramiento de la situación. Por eso, lo mejor, si se sospecha de tener esta enfermedad, es acudir a un centro especializado.
  • Un control ginecológico y una ecografía transvaginal, pueden bastar para diagnosticar la patología.
  • En algunos casos, dependiendo del sitio donde se sospecha la presencia de lesiones, el médico puede decidir seguir explorando (resonancia magnética, enema opaco, cistoscopia, colonoscopia, ecografía renal y de las vías urinarias, y, en algunos casos, laparoscopia exploradora).
  • También el análisis de sangre permite identificar la posible presencia de endometriosis gracias al análisis de la CA-125.

Tratamientos para tratar la endometriosis

El tratamiento para la endometriosis se basa en medicamentos hormonales, como la píldora anticonceptiva. El objetivo es “bloquear” el ciclo menstrual y, por tanto, el crecimiento atípico del endometrio. De esta forma, claramente, no se eliminan las causas de la patología, pero al menos se consigue detener su evolución y tener bajo control los síntomas en el 70-80% de pacientes.

Así pues, los tratamientos para la endometriosis pueden ir desde la administración de fármacos, para suprimir la actividad de los ovarios y reducir así el crecimiento del tejido endometrial, hasta la cirugía, para extirpar la mayor parte posible del tejido que ha crecido fuera de su sitio.

endometriosis dolor

1. Tratamiento farmacológico

En este caso, se administra un fármaco que inhibe la producción de hormonas sexuales femeninas, los estrógenos (que estimulan el crecimiento del endometrio). De este modo, se obtiene una especie de menopausia artificial.

En este tratamiento, se emplean anticonceptivos orales, progestágenos, danocrina y agonistas de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH). Este tipo de tratamientos no curan la endometriosis y, además, son complejos, porque su aplicación dependerá de la edad de la mujer, la extensión de la endometriosis y el dolor que provoca, entre otros.

2. Tratamiento quirúrgico

En los casos en que el dolor pélvico crónico no mejora con estos tratamientos, cuando las endometriomas son muy grandes o cuando existen implantes endometriósicos en el tabique rectovaginal, se debe recurrir a la cirugía.

El doctor Carles Catllà, del equipo especialista en Reproducción Asistida de Institut Marquès, afirma que “si es necesario optar por esta opción, hay que recordar que, aún en manos expertas, la cirugía disminuye la reserva ovárica. Por este motivo, recomendamos, en mujeres con deseos de gestación, que valoren la posibilidad de vitrificar ovocitos antes de proceder a la cirugía”.

Interviniendo quirúrgicamente un quiste endometriósico, existe el riesgo de eliminar folículos de la corteza ovárica de la mujer, disminuyendo su reserva ovárica y haciendo, por tanto, más difícil el embarazo. Es por eso que, actualmente, en la mayoría de los casos, se opta por seguir adelante con el ciclo de FIV (Fecundación in Vitro) sin operar previamente.

La cirugía extirpa el tejido endometrial, elimina los quistes y las adherencias, y restaura la anatomía pélvica.

  • La laparoscopia es una cirugía mínimamente invasiva. El principal objetivo de esta técnica en pacientes afectadas es el de eliminar toda la endometriosis visible preservando y restaurando si fuera necesario la función reproductiva (cirugía conservadora), aunque también se pueden efectuar histerectomías, o oforectomías, en casos más severos.
    La laparoscopia resulta más eficaz que la cirugía abierta en adhesiolisis (liberación de estructuras internas afectadas por adherencias), ya que se evita la manipulación de órganos internos.
    La ventaja principal de la laparoscopia es que provoca un traumatismo menor en la paciente. Por ello, las técnicas endoscópicas se conocen como "cirugía mínimamente invasiva", que provoca un grado de dolor menor y evita grandes cicatrices. La recuperación postoperatoria es más rápida y la estancia en clínica se acorta.
  • La laparatomía es la apertura de la cavidad abdominal mediante una incisión horizontal o vertical. Actualmente, solo se opta por esta operación en casos excepcionales. Entre sus ventajas está la rapidez y la precisión del cirujano a la hora de acceder a cualquier área del abdomen. Sin embargo, al ser una intervención agresiva, implica mayores complicaciones postoperatorias y precisa más tiempo de ingreso y de recuperación.
    A causa de la manipulación directa de las estructuras internas, también aumenta el riesgo de la aparición de adherencias.

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3. Tratamiento natural

Existe la opción de complementar el tratamiento con otras terapias naturales como:

  • Tomar productos herbales: se trata de productos que suelen estar compuestos por mezclas de varios ingredientes herbales. Se suelen prescribir en infusión o en forma de comprimidos o cápsulas. Cabe decir que es una de las terapias complementarias para las que existe mayor evidencia científica sobre su eficacia.
  • Probar con la acupuntura: varios estudios han demostrado su eficacia en la disminución de la dismenorrea (dolor de regla) asociado a la endometriosis, gracias al efecto que tiene la acupuntura en el sistema nervioso central. Además, esta terapia se puede complementar con técnicas para reducir el nivel de estrés: relajarse, hacer meditación, caminar, nadar, etc. 
  • Cambiar el tipo de alimentación: ello implica reducir drásticamente la ingesta de productos químicos, las grasas animales, las carnes rojas y los productos lácteos no desnatados. En cambio, se debe incrementar la ingesta de frutas y vegetales frescos. También son buenos los alimentos ricos en ácidos grasos Omega-3, como el salmón, las sardinas, las anchoas o la caballa.

4. Tratamiento hormonal

Las hormonas pueden resultar muy efectivas para tratar los síntomas de la endometriosis. También son las hormonas las que pueden cambiar la percepción del dolor, por lo que el tratamiento o terapia hormonal se usa básicamente para tratar el dolor asociado con la endometriosis.

Existen diferentes tipos de hormonas: anticonceptivas, gestágenos o agonistas de la GRnh. Se utiliza una u otra dependiendo del caso. Cada una se presenta en un formato distinto: en píldoras, en inyección, en aerosol nasal o en DIU hormonal. Lo que hacen es impedir que los ovarios produzcan hormonas, lo que impide la ovulación.

Esto puede ayudar a retrasar el crecimiento y la actividad local tanto del endometrio como de las lesiones de endometriosis. El tratamiento también impide que crezcan nuevas áreas y cicatrices, aunque no hace que desaparezcan las ya existentes.

Cómo quedar embarazada si sufres endometriosis

Aunque las posibilidades son inferiores comparado con una mujer sana, no es imposible que una mujer que sufre endometriosis se quede embarazada. La situación debe ser evaluada caso por caso, según la gravedad y la extensión de la enfermedad. 

Si no hay quistes ováricos voluminosos y las trompas siguen funcionando (es decir, no tienen lesiones ni adherencias con otros órganos), existen todas las condiciones para empezar un embarazo.

Por supuesto, hay que suspender el tratamiento. Normalmente, se prevé un período de intentos de 6-12 meses, variable según el avance y la velocidad de evolución de la enfermedad. Si durante este tiempo la mujer no se queda embarazada, se procede con una intervención quirúrgica por laparoscopia, para eliminar las eventuales causas que obstaculizan la concepción y restablecer la correcta autonomía de la pelvis.

Si la búsqueda de embarazo espontáneo no tuviera éxito, podría ser oportuno recurrir a la reproducción asistida. Cabe decir que la técnica más utilizada en estos casos es la fecundación in vitro. La endometriosis no afecta a la implantación de los embriones, por lo que los resultados de la fecundación in vitro son especialmente buenos. Son una mayoría las mujeres que padecen endometriosis y que requieren someterse a este proceso para lograr el embarazo, si bien es posible conseguirlo de manera natural. 

Cierto es, además, que en ocasiones el tratamiento quirúrgico puede ayudar a lograr el embarazo de forma natural, aunque cabe tener en cuenta que en este caso existe el riesgo de disminuir considerablemente la reserva ovárica de la mujer y, con ello, las posibilidades de éxito.

El embarazo: un tratamiento natural

La buena noticia es que, una vez que el embarazo ha empezado, la mujer puede estar tranquila: la gestación no está afectada por la condición patológica sucesiva y no se necesitan precauciones especiales, ni siquiera si la patología está presente también en el útero (en este caso, se habla de “adenomiosis”).

El embarazo representa una especie de tratamiento hormonal fisiológico para la endometriosis. En este período, de hecho, el organismo de la mujer produce de forma espontánea la hormona que tiene a esta enfermedad bajo control: la progesterona.

Después del parto, normalmente, se recomienda que la mujer vuelva a empezar el tratamiento hormonal.

Si quiere dar el pecho, puede recurrir a la llamada “mini-píldora” que, a diferencia de la clásica píldora anticonceptiva, solo contiene progesterona y no interfiere con la lactancia.

Cuidado con estas señales

Las siguientes molestias son las que podrían señalar la presencia de esta enfermedad. Por eso, es muy importante prestarles atención.

  • Dificultad para quedarse embarazada.
  • Dolor intenso durante la menstruación y la fase premenstrual.
  • Dolor durante las relaciones sexuales (sobre todo con la penetración profunda).
  • Flujo menstrual abundante y largo.
  • Durante el período menstrual, presencia de ardor al hacer pipí sin tener infecciones urinarias.
  • Durante el período menstrual, trastornos de defecación (estreñimiento o diarrea, dolor al defecar, sangre en las heces).
  • Dolor crónico en el pelvis.
  • Dolor en la región lumbar o en una extremidad inferior.
REDACTORA DE MI BEBÉ Y YO. Especializada en embarazo, maternidad y paternidad, bebés y niños, y coordinadora de nuestra Agenda del Embarazo.