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Reposo relativo y absoluto en el embarazo
Durante el embarazo, el cuerpo experimenta muchos cambios, que, a menudo, están acompañados de dolores, molestias y complicaciones. En estos casos, el ginecólogo puede recomendar reposo relativo o absoluto. ¡Te explicamos en qué consisten!
El reposo relativo y el reposo absoluto durante el embarazo pueden llegar a resultar frustrantes para una mujer activa, sobre todo si no puede trabajar, hacer tareas en casa, o ni siquiera, en algunos casos, bañarse o comer sentada.
Lo cierto es que, en este caso, el reposo no es, a menudo, un descanso deseado para muchas mamás, pues reposar de forma muy continua puede ser muy pesado y aburrido.
La embarazada debe dejar de trabajar, si lo hacía, lo que significa que permanecerá en casa muchas horas, si no prácticamente todas, con mucho tiempo del que antes no disponía, mientras el resto de la familia continúa con sus actividades habituales.
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Qué es el reposo relativo
El reposo relativo en el embarazo significa que la futura mamá puede levantarse por casa y hacer cosas, pero tiene que llevar una vida muy relajada, sin fatigas, cansancios, ni esfuerzos.
Este tipo de reposo permite que la mamá pueda realizar tareas livianas, pero no mucho más.
No obstante, no necesita estar acostada en la cama o el sofá.
Cómo se supera
Para aguantar la seguramente larga etapa de reposo relativo, es imprescindible mantener una actitud positiva, aunque también deberán tenerla la familia y la pareja, que deben entender la situación de la mamá y no exigir nada en absoluto.
- No obstante, para pasar largas horas entretenida, se recomienda leer revistas y libros, ver la televisión, recibir visitas de amigos y familiares, alimentarse bien y saludablemente.
- Asimismo, es bueno acondicionar el dormitorio con cosas que sean del agrado de la embarazada, que le sean útiles y le hagan sentir más cómoda: celular, tablet, bebidas, controles remotos, almohadas y mantas.
- Durante el reposo, es importante que las mamás no se aíslen, acepten ayuda y busquen tareas que puedan hacer desde la cama.
- Además, deben aceptar que sentirán altibajos emocionales en algún momento y que, para enfrentarse a ellos, no hay nada mejor que desahogarse con la pareja o los seres queridos.
Qué es el reposo absoluto
El reposo absoluto, en cambio, es aquel en el que la embarazada no puede hacer absolutamente nada de actividad.
Muchos médicos evalúan la posibilidad de hospitalizar a la mamá si la situación lo requiere, para evitar posibles complicaciones que puedan devenir en un desastre.
Otras veces, en cambio, indican que la embarazada realice el reposo en casa, enfatizando el hecho de que no se levante de la cama bajo ningún concepto.
El reposo es entonces una indicación médica que se debe seguir, aunque también hay expertos que consideran que tienen efectos demostrados.
En el caso de complicaciones del embarazo, no está demostrado que el reposo las mejore o resuelva, aunque sí que suelen ayudar a la mamá a relajarse y a sentir que está cuidando a su bebé como merece.
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Cómo se supera
Ciertamente, el reposo absoluto es es difícil de superar y requiere de una voluntad férrea por parte de la futura mamá.
Asimismo, la familia y los amigos tienen en este caso un papel determinante. Durante una situación de reposo absoluto de la embarazada, hay que recordar que bajo ningún concepto la mamá debe levantarse de la cama. Por lo tanto:
- La familia más cercana debe ocuparse de todas las tareas domésticas.
- Alguien se debe encargar de cocinar para la mamá y el resto de la familia. ¡Los tuppers son más que bienvenidos!
- Es importante acompañar a la futura mamá durante todo el tiempo que las obligaciones lo permitan. Las horas pueden pasar muy lentas cuando se está en reposo.
- Hay que crear un ambiente relajado, provisto de todas las comodidades, con todo a la mano, para que la mamá no tenga que levantarse.
- Una persona de mucha confianza debe encargarse de ayudar a la embarazada con la higiene y con sus necesidades fisiológicas.
Reposo relativo y baja laboral: lo que debes saber
Existen diferentes situaciones de riesgo en las que el ginecólogo puede prescribir a la embarazada que guarde reposo, ya sea relativo o absoluto: pérdidas de sangre, amenaza de aborto espontáneo, retención de líquidos y subida de la presión arterial, contracciones prematuras, pérdida de líquido amniótico, retraso en el crecimiento del feto, embarazo múltiple...
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Si el médico que sigue el embarazo lo considera oportuno, y si la futura mamá está trabajando, debe notificar a la empresa donde se trabaja.
-En el caso de que la embarazada esté empleada en un trabajo considerado peligroso, o que el médico así lo certifique, deberá ser transferida a otro puesto laboral que no sea perjudicial para su estado, sin reducción de salario.
-Pero, si la trabajadora no puede ser transferida a otro puesto compatible con el embarazo, se puede optar por la suspensión de contrato por riesgo laboral. En este caso, la mujer podrá solicitar la indemnización correspondiente de acuerdo al artículo 48 del la Ley Federal del Trabajo que dice: “El trabajador podrá solicitar ante la Junta de Conciliación y Arbitraje que se le indemnice con el importe de tres meses de salario, a razón del que corresponda a la fecha en que se realice el pago".
Hematomas y reposo relativo
Una de las complicaciones que puede presentarse en el embarazo es que la embarazada sufra hematomas placentarios o uterinos.
Estos hematomas no son más que acumulaciones de sangre debidas a la rotura de algún vaso sanguíneo en la zona amniótica o en la placenta.
Estos hematomas pueden poner en riesgo el embarazo si no se reabsorben o se expulsan en forma de pérdida de sangre, por lo que el ginecólogo suele recomendar reposo relativo a la embarazada en caso de sufrir hematomas.
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