Encefalocele: causas, diagnóstico y tratamiento

El tubo neural es un canal muy estrecho que, a partir de la cuarta semana de gestación, se pliega para formar el encéfalo y la médula espinal. El encefalocele es un bulto en forma de saco que crece hacia el exterior y que se produce cuando el tubo neural no se cerró completamente durante la gestación. El resultado es una protrusión que nace en algún punto del cráneo, como, por ejemplo, entre la nariz o la nuca, aunque es más frecuente en la parte trasera.

¿Cuál es la causa del encefalocele?

En la actualidad, no se conoce la causa del encefalocele, aunque se cree que intervienen muchos factores, como el componente genético o los factores ambientales antes o durante el embarazo.

Sin embargo, estudios especializados han llegado a la conclusión que tomar ácido fólico durante el embarazo reduce mucho la posibilidad de tener bebés con defectos del tubo neural. De ahí que se recomiende tomar aproximadamente 0.3 o 0.5 miligramos todos los días, incluso antes de quedar embarazada. Los alimentos más ricos en ácido fólico son las verduras, las legumbres y los cítricos.

La ingesta de vitamina B, ácido fólico, contribuye muy positivamente a prevenir estos defectos de nacimiento, sobre todo relacionados con el cerebro o la columna vertebral. Siempre es recomendable consultar con el médico para estudiar todas las posibilidades para que el bebé nazca sano.

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¿Cuál es el diagnóstico y el tratamiento del encefalocele?

Los encefaloceles que nacen en la parte trasera de la cabeza, normalmente, presentan más problemas en el sistema nervioso, así como defectos en la cara y en el cerebro. Por otro lado, los síntomas de este defecto pueden incluir:

• Pérdida de la fuerza en las piernas y brazos
• Cabeza pequeña en comparación con el cuerpo
• Acumulación de líquidos en el cerebro
• Uso no coordinado de los músculos
• Retrasos en el crecimiento
• Convulsiones

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El encefalocele se trata con cirugía, para volver a colocar dentro del cráneo el tejido cerebral y las membranas, así como para corregir los defectos faciales o del cráneo que estén presentes. Si esto deja secuelas, los tratamientos dependerán del tipo de defecto. Los problemas neurológicos que haya causado el encefalocele, por desgracia, seguirán existiendo.