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Clamidia y otras enfermedades de transmisión sexual: prevención, síntomas y tratamiento
La 'Chlamydia trachomatis', más conocida como clamidia, es la infección bacteriana por transmisión sexual más difundida entre la población femenina. Te explicamos cómo influye en la salud de la mujer y en el embarazo y el parto. Además, vamos a concer en qué consisten otras enfermedades de transmisión sexual, como el Virus del Papiloma Humano, entre otras. ¡La prevención es fundamental!
- Enfermedades de transmisión sexual: algunas premisas
- Comportamientos sexuales de riesgo y sus consecuencias
- ¿Cómo prevenir el Virus del Papiloma Humano (VPH)?
- ¿Qué es la clamidia y qué ocurre si se contrae en el embarazo?
- Qué es la clamidia y cómo se transmite
- Síntomas de la clamidia: ¿cómo saber si sufres clamidiasis?
- Clamidia en el embarazo: cómo se previene y se diagnostica
- ¿Cuál es el tratamiento para la clamidia en el embarazo?
- ¿Cuáles son las consecuencias de la infección por clamidia para el embarazo y el parto?
- 3 consejos durante el tratamiento por clamidiasis
Las conductas sexuales de riesgo, es decir, sin la protección de barrera que ofrecen métodos como el preservativo, suelen producirse con más frecuencia en la población adolescente y joven. Sin embargo, la población general adulta también incurre en ocasiones en el sexo de riesgo, ya sea por falta de información o por otros condicionantes.
De la mano de la especialista Pilar Oliver, del el Centro de Salud de San Vicente del Raspeig (Alicante), vamos a conocer mejor en qué consisten las principales ETS y cómo podemos evitar contraerlas.
Enfermedades de transmisión sexual: algunas premisas
Un 25% de los adolescentes sexualmente activos sufrirán alguna enfermedad de transmisión sexual. Los principales grupos de riesgo son los jóvenes de entre 15 y 24 años y los varones homosexuales. ¿Qué tener en cuenta?
- En general, las mujeres paceden más ETS asintomáticas y, de ellas, las vulvovaginitis son las que tienen una mayor incidencia.
- Las enfermedades de transmisión sexual, sobre todo cuando no se detectan a tiempo y se tratan de forma adecuada, pueden ocasionar importantes repercusiones sobre la salud. En los últimos años, se ha observado un repunto de las ETS en nuestro país. Concretamente, en la adolescencia, tienen especial incidencia la clamidia y la gonorrea.
- Los factores que pueden condicionar la aparición de ETS están relacionados con el comportamiento sexual, así como con el inicio precoz de las relaciones sexuales, el número elevado de parejas sexuales diferentes o la falta de utilización de métodos preventivos como el preservativo.
- "Es imprescindible una educación sexual adecuada en la adolescencia para potenciar el conocimiento y la prevención de estas enfermedades. El uso correcto del preservativo reduce en gran medida, pero no elimina por completo, el riesgo de contraer o contagiar una ETS".
- Por otro lado, "también es importante que los jóvenes conozcan que existen vacunas para prevenir el Virus del Papiloma Humano (VPH) y la hepatitis B, aunque ello no exime de continuar usando el preservativo", aclara Pilar Oliver, del Centro de Salud de San Vicente del Raspeig (Alicante).
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Comportamientos sexuales de riesgo y sus consecuencias
- El inicio de las relaciones sexuales se produce durante la adolescencia, con una edad media de 15-16 años. Las relaciones en esta etapa se caracterizan por ser irregulares, espaciadas y, con frecuencia, no previstas.
- Según Pilar Oliver, "la población adolescente es especialmente vulnerable a los riesgos relacionados con su conducta sexual, dado que se trata de un período de maduración en el que experimentar es algo normal".
- "Existe una baja percepción del riesgo que, unida a la presión del grupo de iguales, la mayor permisividad social, la sobreexcitación de los medios de comunicación, la deficiente educación sexual y la dificultad de acceso a los servicios sanitarios colocan a los adolescentes en una alta situación de peligro ante embarazos no planificados y enfermedades de transmisión sexual", explica la experta.
¿Cómo prevenir el Virus del Papiloma Humano (VPH)?
Con el fin de detectar el cáncer de cuello de útero y las lesiones que lo preceden en el tiempo, ambos causados por la presencia del virus del papiloma humano, se realizan citologías vaginales, o pap-test. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia recomienda hacer esta prueba a partir de los 25 años y repetirla en las sucesivas revisiones ginecológicas.
- Según las nuevas guías para la prevención del cáncer de cuello de útero, se realizará determinación citológica entre los 25-30 años cada tres años.
- A partir de los 30 años y hasta los 65, se realizará citología del VPH cada cinco años.
- Otro medio para prevenir esta enfermedad es la vacuna, que protege contra los tipos de VPH que causan la mayoría de los casos de cáncer cervical. Se recomienda tanto para niñas como para niños de 9 a 14 años, y también para personas de hasta 26 años que no la hayan recibido o que no hayan terminado la serie de dosis.
- Lo ideal es administrar la vacuna antes del primer contacto sexual.
- El hecho de vacunarse no exime de realizar los controles oportunos en cuanto a la prevención del cáncer de cérvix, es decir, las pruebas citológicas.
¿Qué es la clamidia y qué ocurre si se contrae en el embarazo?
La clamidia, cuyo nombre científico es Chlamydia Trachomatis, es una bacteria que origina la infección por clamidia, una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes.
En nuestro país, sufren infección por clamidia en torno al 2-3% de las mujeres, aunque, seguramente, esta cifra aumentaría, puesto que, en la mayor parte de los casos (70-80%), no se diagnostica, dado que es asintomática.
Sepamos cómo afecta la infección por clamidia en el embarazo y de cara al parto, sus síntomas y tratamiento. ¡Sigue leyendo!
Qué es la clamidia y cómo se transmite
- La infección por clamidia (Chlamydia Trachomatis), o clamidiasis, es una enfermedad de transmisión sexual que se puede contraer cuando se practica sexo oral, vaginal o anal. Las bacterias se alojan en diferentes partes del cuerpo y la mujer embarazada puede contagiarse a través de cualquier pequeña herida o laceración.
- Sin embargo, la clamidia no se transmite por vía aérea ni por la saliva, como otras infecciones.
- Además, la futura mamá puede transmitir la clamidia a su bebé durante el parto, con diversas consecuencias para su salud, de manera que en el caso de las embarazadas es de vital importancia diagnosticar y tratar la infección cuanto antes. El tiempo juega en contra de la salud de la mamá y el feto.
Bacteria de Clamydia Trachomatis
Dado que las personas que sufren clamidiasis no suelen presentar síntomas en la mayoría de los casos, sobre todo si estás embarazada, conviene que ante la menor sospecha de que puedas haberte contagiado (por ejemplo, si tu pareja sexual manfiesta algún síntoma), acudas a tu médico inmediatamente para que te examine y determine si se ha producir un contagio por transmisión sexual.
Síntomas de la clamidia: ¿cómo saber si sufres clamidiasis?
Lo primero que debes tener en cuenta es que la infección por clamidia, en la mayoría de los casos, es asintomática o se manifiesta a través de síntomas muy leves o poco concluyentes.
No obstante, cabe señalar que, durante el embarazo, el seguimiento exhaustivo al que se somete la futura mamá, además de las exploraciones ginecólogicas periódicas, pueden favorecer un diagnóstico más temprano.
Dicho esto, cuando se manifiestan, los principales síntomas de la clamidiasis, o infección por clamidia, son los siguientes:
- Dolor o molestias al mantener relaciones sexuales.
- Escozor y dolor al hacer pis.
- Aumento anormal del flujo vaginal y cambios en su aspecto (color amarillento y olor fuerte).
- Dolor en el abdomen, en el bajo vientre.
- Pérdidas de sangre intermenstruales, en caso de no estar embarazada.
- Posibles molestias alrededor del ano (sangrado, secreciones, escozor).
Clamidia en el embarazo: cómo se previene y se diagnostica
La infección por clamidia puede tratarse durante el embarazo sin riesgos, aunque sí aumenta los riesgos de aborto espontáneo, inflamación de las membranas, rotura del saco amniótico y parto antes de término. El niño puede infectarse al pasar por el canal del parto y contraer una conjuntivitis o incluso una neumonía.
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- Por ello, el instrumento de prevención principal para todas las infecciones sexuales de transmisión sexual es el preservativo. Además, se aconseja someterse a controles periódicos anuales.
- Para el diagnóstico, se efectúa un frotis cervical o la búsqueda en sangre de los anticuerpos específicos. Muchos ginecólogos recomiendan someterse a un frotis vaginal (toma de una muestra) para detectar la clamidia al principio del embarazo.
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¿Cuál es el tratamiento para la clamidia en el embarazo?
El tratamiento de la Chlamydia trachomatis es muy importante, pues, si no se trata lo antes posible con antibióticos, puede difundirse a las vías genitales superiores y provocar una enfermedad inflamatoria pélvica, que puede afectar de forma permanente a la fertilidad de la mujer. ¿Qué debes saber sobre este aspecto?
- Como hemos dicho, esta infección es de origen bacteriano, por lo que se puede tratar con antibióticos.
- El antibiótico de referencia para la clamidiasis suele ser la azitromicina o la doxiciclina y la duración del tratamiento es de una semana, aproximadamente.
- En cualquier caso, como no nos cansamos de repetir, es el médico que sigue tu caso quien debe establecer el tipo de tratamiento, su duración y las precauciones que debes tomar.
¿Cuáles son las consecuencias de la infección por clamidia para el embarazo y el parto?
Si no se trata debidamente y a tiempo, las consecuencias de la infección por clamidia para el embarazo y de cara al parto pueden ser, entre otras, las siguientes:
- Aborto espontáneo.
- Parto prematuro.
- Infertilidad.
- Contagio del feto al pasar por el canal del parto.
- Infecciones uterinas tras el parto.
3 consejos durante el tratamiento por clamidiasis
Cuando la infección por clamidia ha sido diagnosticada y el ginecólogo que sigue tu embarazo, o el facultativo que te haya explorado y comprobado la clamidiasis, te haya prescrito el tratamiento correspondiente, también te dará otro tipo de consejos y pautas, como estas tres que te indicamos a continuación:
- Evita las relaciones sexuales. Durante el tiempo que el médico te aconseje, que seguramente coincidirá con la duración del tratamiento más 15 días después de su finalización, debes evitar por completo las relaciones sexuales. Esta abstinencia sirve para evitar un nuevo contagio después de superar el primero, que no sería descartable. En todo caso, tu médico te debe dar el visto bueno.
- Tu pareja sexual también debe hacer el tratamiento. Tanto la infección por clamidia como cualquier otra ETS debe ser informada a la pareja o parejas sexuales en cuanto sea diagnosticada, puesto que todas las parejas sexuales de una persona con clamidiasis se deben tratar para prevenir o combatir la infección.
- Utiliza el preservativo para tus relaciones sexuales, tanto vaginales, como orales o anales.
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