Uso de fármacos para resfriado y gripe en el embarazo

12 Dec 2023
Uso de fármacos para resfriado y gripe en el embarazo

Los fármacos contra los síntomas de las enfermedades del frío son muy utilizados. Pero, cuando se está esperando un bebé, hay que ser prudente. Las reglas básicas para evitar errores.

Fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, dolor de garganta y nariz tapada son los síntomas típicos de las infecciones de las vías respiratorias, desde el simple resfriado a la gripe. En la mayoría de casos, se trata de infecciones de origen vírico. Contra ellos, los antibióticos no sirven de nada. La única medida que hay que tomar es el control de la temperatura y aliviar los síntomas más molestos, en espera de que la enfermedad haga su curso. ¿Qué hacer cuando el resfriado y la gripe se presentan en el embarazo? ¿Cuáles son los fármacos sintomáticos que la futura mamá puede tomar con total seguridad?

Paracetamol, el medicamento más seguro en el embarazo
 
El fármaco más seguro para tratar las infecciones con fiebre y el malestar durante el embarazo y la lactancia es el paracetamol. Se trata de un medicamento muy experimentado, y los especialistas no tienen ninguna duda sobre su inocuidad, tanto para la futura mamá como para el feto. Es un antipirético, es decir, baja la temperatura corporal y ayuda a controlar la fiebre, ya que, por una cuestión de prudencia, la temperatura de la futura mamá se debe mantener por debajo de 38.5 grados.
Asimismo, es mejor evitar tomar fármacos combinados que contienen paracetamol asociado con otros principios activos. Normalmente, se trata de productos con un poder analgésico superior al del simple paracetamol, o bien,están indicados para el tratamiento de un síntoma específico, como la tos. Es mejor evitarlos, dado que los principios activos asociados al paracetamol, que varían de fármaco a fármaco, podrían tener efectos nocivos sobre el feto. El médico valorará los pros y los contras a la hora de prescribir estos fármacos en cada caso.

La aspirina y sus hermanos

El ácido acetilsalicílico, es decir, la aspirina, está contraindicado en el embarazo y en el período de lactancia. Algunos estudios indican que, si se toma en las primeras semanas de gestación, aumenta ligeramente el riesgo de aborto espontáneo. Al término del embarazo, a partir de la semana 34, puede determinar el cierre del conducto de Botallo, un vaso arterioso fetal importante para la circulación sanguínea del futuro bebé. Por último, está contraindicado durante la lactancia porque, al pasar a través de la leche materna, puede originar una enfermedad rara, pero muy peligrosa y potencialmente letal: el Síndrome de Reye.
El resto de fármacos que pertenecen a la familia de la aspirina, los antiinflamatorios no esteroideos, los denominados FANE, están contraindicados en el embarazo. Es el caso, por ejemplo, del ibuprofeno, de cuya peligrosidad durante el embarazo se sospechaba desde hace tiempo, y que ha sido confirmada por recientes estudios. El ibuprofeno y el resto de FANE tomados en las primeras semanas de embarazo incrementan el riesgo de aborto espontáneo, aunque todavía no ha sido posible cuantificar con exactitud este aumento.

Tos y nariz tapada

Los jarabes contra la tos están presentes en una gran variedad en las estanterías de las farmacias. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se trata de productos de escasa eficacia, que van poco más allá del efecto placebo. A este aspecto, se añade el hecho de que no disponemos de suficientes datos sobre su seguridad durante el embarazo, por lo que su empleo está desaconsejado. Los aerosoles descongestionantes de la nariz contienen un principio activo vasoconstrictor que, consumido en grandes cantidades, actúa sobre los vasos sanguíneos de la placenta, provocando hipertensión a la futura mamá y poniendo en peligro el bienestar fetal. Por esta razón, deben usarse con extrema prudencia y durante períodos de tiempo muy breves. Por prudencia, sería preferible abstenerse de su empleo en el embarazo. Por su parte, vía libre a los lavados nasales y a los descongestionantes a base de solución fisiológica o agua marina desalinizada, que no contienen principios activos, pero cuya función es limpiar e hidratar las mucosas nasales.

Edurne RomoEdurne Romo
Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza