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Presión alta en el embarazo: causas, síntomas y remedios
Cuando la presión arterial supera los niveles medios, hablamos de hipertensión o de presión alta en el embarazo. Conoce las causas, los síntomas y los remedios que, fundamentalmente, se basan en el control de la alimentación.
El nivel de la presión sanguínea es uno de los indicadores más importantes del estado de salud en el embarazo y, sin embargo, no se controla lo suficiente. La presión arterial durante el embarazo debería controlarse con frecuencia, incluso cuando no se han tenido problemas con anterioridad.
Los cambios físicos relacionados con esta etapa pueden alterar los valores de la presión sin previo aviso, lo que puede llegar a provocar complicaciones serias. En el fondo, es sencillo: solo hay que comprobar la presión de forma regular.
Síntomas de la presión alta en el embarazo
Si la presión alta en el embarazo es leve o moderada, los síntomas pueden ser inexistentes, por lo que solo con el control constante es posible identificar el problema.
- En cualquier caso, cuando aparecen trastornos, como dolor de cabeza, molestias visuales ("moscas voladoras"), zumbidos, dolor en la boca del estómago, reducción de la diuresis y edema o hinchazón, junto con un considerable aumento de peso, es preciso informar al médico inmediatamente.
Podría tratarse de preeclampsia, caracterizada, además de por la presión alta, por la presencia de proteínas en la orina.
- Asimismo, el dolor de estómago puede llevar al engaño y confundirse con gastritis, que es un trastorno más bien frecuente hacia el final del embarazo. En realidad, se trata de un dolor debido al edema, que también afecta a los órganos internos, sobre todo, al hígado.
Cuándo se considera alta la presión en el embarazo
La hipertensión gestacional se define como la aparición de una presión arterial superior a 140/90, diagnosticada por primera vez, en una mujer que no tenía la presión alta y que está embarazada de más de 20 semanas.
Si la hipertensión se presenta antes, se considera una hipertensión crónica preexistente.
Para distinguirla de la preeclampsia, hay que descartar la existencia de otros hechos, como la presencia de proteínas en la orina, o que afecte a otros órganos, como el hígado.
Para considerar que existe hipertensión, la presión arterial debe mantenerse elevada en un intervalo de cuatro horas. No basta con que este un solo día alta.
Causas y tratamiento de la presión alta
La hipertensión gestacional es la principal causa de hipertensión durante el embarazo.
No se conoce muy bien por qué se produce, aunque hay algunos factores que pueden aumentar el riesgo:
- Ser joven (menos de 20 años) o mayor de 40.
- Presentar diabetes.
- Tener un embarazo múltiple.
- Padecer algunas enfermedades del riñón.
En cuanto al tratamiento de la hipertensión gestacional, es similar al de la hipertensión crónica preexistente.
- Hay que monitorizar la presión arterial de manera ambulatoria, así como controlar la presencia de proteína en la orina y realizar análisis de sangre para detectar un posible empeoramiento de la enfermedad. El objetivo es mantener una hipertensión "moderada", algo que, en muchas ocasiones, permite no iniciar un tratamiento médico y solo realizar controles.
- La decisión de adelantar el parto, llegado el caso, está condicionada a la posibilidad de mantener la presión bajo control. En caso contrario, será necesario adelantar el parto.
- El tratamiento y el control de la presión arterial debe matenerse también tras el parto, hasta que se normalice por completo.
- En general, bajo supervisión y control médico, la hipertensión no suele provocar problemas importantes, pero es fundamental seguir las indicaciones del médico a rajatabla, tanto en lo que respecta a la dieta a seguir, como los controles necesarios y, en su caso, la medicación correspondiente.
La dieta en caso de presión alta en el embarazo
El principal remedio en caso de presión alta en el embarazo es el control de la alimentación, sobre todo de los alimentos que contribuyan a aumentar la presión de la sangre sobre las arterias. ¡Toma nota!
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