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Prostaglandinas: qué son y cómo se utilizan para inducir el parto
Las prostaglandinas son un conjunto de sustancias capaces de favorecer la maduración del cuello del útero y desencadenar las contracciones que ponen en marcha el parto. Descubre más sobre su acción natural y su empleo para la inducción del parto.
Las prostaglandinas son sustancias lipídicas, de funciones similares a las de una hormona, que están presentes en diferentes fluidos y tejidos del organismo, incluidos algunos de los implicados en la reproducción humana, como el útero y el semen.
En el campo de la obstetricia, las prostaglandinas intervienen en la puesta en marcha de las contracciones y el parto, y se utilizan, en forma de fármaco, para provocar o inducir el parto en caso necesario.
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Funciones de las prostaglandinas
Las prostaglandinas tienen diferentes usos en el campo de la medicina, y no solo se emplean para la inducción del parto, sino también para expulsar el feto en caso de muerte fetal, o también en caso de aborto.
No obstante, las prostaglandinas intervienen de forma natural en diferentes procesos orgánicos, como:
- La vasodilatación.
- La regulación del sistema inmunológico.
- La regeneración celular.
- La estimulación de las terminaciones nerviosas del dolor.
- La generación de defensas del estómago contra el ácido gástrico.
- La contracción de la musculatura lisa, como la del útero.
- Se liberan durante la menstruación, para favorecer el desprendimiento del endometrio. De hecho, los dolores de regla se pueden tratar con inhibidores de la liberación de prostaglandinas.
- Intervienen en la regulación de la temperatura corporal.
- Intervienen en una baja de presión arterial, puesto que facilitan la eliminación de sustancias en el riñón.
Prostaglandinas y embarazo
En un embarazo normal, las prostaglandinas se sintetizan en las membranas fetales, la decidua, el miometrio y la placenta. La producción de estas sustancias se realiza en cantidades proporcionales a la época del embarazo, de manera que, al final de la gestación, se producen más prostaglandinas que en el primer trimestre. La inhibición va disminuyendo progresivamente. Así, en el tercer trimestre, es más fácil inducir el parto que en el segundo y el primer trimestre .
Prostaglandinas en la inducción del parto
A partir de las 41 semanas más tres días, la mayoría de los hospitales optan por la inducción del parto, para evitar superar el período de término de la gestación, ya que se estima que es lo más recomendable.
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Para inducir el parto, en primer lugar, se recurre al uso de gel a base de prostaglandinas, puesto que, como hemos dicho, provocan la actividad contráctil del útero. Asimismo, se puede recurrir a la administración de otras sustancias, como la oxitocina, para acelerar la dilatación. Por su parte, la ruptura de la fuente también acelera las contracciones, ya que comporta la liberación de una gran cantidad de prostaglandinas.
A modo de curiosidad, cabe señalar que, cuando el embarazo llega a término, la gestación es normal y no entraña ningún riesgo advertido por el ginecólogo que sigue el embarazo, las relaciones sexuales pueden activar las contracciones, puesto que el líquido seminal también contiene prostaglandinas.