Después del parto, el cordón umbilical y la sangre que contiene son habitualmente desechados, pero este "hilo conductor", que te ha unido a tu bebé durante nueve meses, contiene una sangre particularmente rica en células estaminales, las mismas de la médula ósea, capaces de generar miles de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Estas células pueden ser transplantadas a pacientes, generalmente niños, afectados de leucemia, que no encuentran un donante de médula ósea.
De momento, el índice de éxito se sitúa en el 90 por ciento de los casos. La principal ventaja que presenta la sangre del cordón umbilical, según los expertos en este campo, es que exige una menor compatibilidad entre el donante y el receptor, debido a la inmadurez inmunológica de los linfocitos de la sangre del cordón, lo que reduce las posibilidades de rechazo.
En cada donación de placenta, se suelen recoger unos 80 mililitros, una cantidad suficiente para tratar a personas de menos de 40 kilos, generalmente niños y adolescentes.
• Antes del parto, se realizan unos análisis rutinarios para descartar la presencia de enfermedades transmisibles.
• La madre debe dar su consentimiento escrito, después de haber recibido toda la información.
• Después del nacimiento del bebé y del corte del cordón umbilical, se realiza una punción en el cordón mientras la placenta está todavía en el útero, para recoger la mayor cantidad posible de sangre.
• Cuando la placenta es expulsada, se repite la operación, para recoger la sangre que queda en sus tejidos.
• La sangre se envía al banco de sangre de cordón umbilical correspondiente, que la procesa, conservando únicamente las células madre, para que ocupe el menor espacio posible, y es almacenada a 196 grados bajo cero. Después de seis meses, será sometida a un examen de control, para garantizar la seguridad de la donación.
• El bebé pasará un examen clínico cuando nazca y, opcionalmente, después de los 3 meses.
• La sangre del cordón será utilizada para cualquier enfermo del mundo que lo necesite, sin otra preferencia que la mejor compatibilidad entre donante y receptor. El transplante se realiza mediante una transfusión, para sustituir las células enfermas del paciente.
• La donación es altruista.
• La sangre del cordón umbilical se podrá utilizar con finalidades de investigación, en caso de que no pueda ser utilizada.
• La recogida de sangre no comporta ningún riesgo para el bebé ni para la mamá.