Te puede interesar…





































Comentarios (3)



La experiencia del parto es muy exigente, tanto física como psicológicamente, por lo que resulta de vital importancia respirar adecuadamente para oxigenar el cuerpo y ayudar a relajarse y concentrarse. Sobre este punto, todos los expertos están de acuerdo. Sin embargo, ¿cuál es la mejor técnica para hacerlo? En un primer momento, se creía que el mejor método era el que consistía en que la mujer inhalara y exhalara el aire de forma superficial y rápida, hinchándose el pecho. Se creía que esta técnica era útil para controlar el dolor de las contracciones y concentrarse a la hora de pujar. En realidad, la respiración superficial permite a la mamá disponer de todo el oxígeno que necesita, pero también provoca tensión muscular y, por lo tanto, un aumento de la sensación de dolor.
Hoy en día, en los cursos de preparación al parto, se recomienda utilizar una técnica diferente: una respiración lenta y profunda, que facilite la relajación y ayude a soportar el dolor. Con este sistema se relajan los músculos de la zona pélvica, facilitando la salida del niño durante la fase expulsiva. Para lograr este tipo de respiración, se tiene que practicar. Sin embargo, una vez aprendida la técnica, será útil en toda clase de situaciones estresantes.
En tu día a día, puedes practicar el siguiente ejercicio: apoya una mano en el pecho y otra en el abdomen. Respira lentamente y controla con la mano el movimiento que haces: debes dilatar el tórax y el abdomen debe sobresalir ligeramente. Exhala lentamente pronunciando todas las vocales. Fíjate que la "o" parece que viene desde abajo: requiere una respiración de tipo abdominal. En cambio, la "a" requiere solamente un movimiento del pecho. A menudo, durante la fase expulsiva, se recomienda mantener el aire en los pulmones y pujar. A algunas mujeres les va bien gritar; se trata de una forma de exhalar el aire. Lo importante es utilizar todos los músculos de debajo del diafragma, acompañándose de una vocalización de tonos bajos, que expresa la fuerza del empuje hacia abajo. Es mejor evitar los tonos agudos, que llevan la voz hacia arriba, porque no ayudan y te hacen desperdiciar energía.
Te puede interesar…