¿Te estás preguntando cuándo empiezan a sujetar el cuello los bebés o por qué tu bebé de tres o cuatro meses aún no aguanta la cabecita? Si quieres saber a qué edad, generalmente, los bebés son capaces de levantar y sostener su cabeza erguida, ¡te damos todas las respuestas!
Una de las dudas más frecuentes de las mamás y los papás con respecto a la consecución de los diferentes hitos del desarrollo de su bebé tiene que ver con la capacidad de levantar la cabecita y mantenerla erguida.
La primera sensación que tiene una mamá cuando observa a su recién nacido, justo después del parto, es que tiene delante a un ser pequeño y vulnerable. El bebé representa una miniatura perfecta, pero al mismo tiempo, también es muy delicado, con la piel aún arrugadita.
Mueve bien los brazos y las piernas, pero no es capaz de cambiar de posición y, sobre todo, no controla la musculatura del cuello, que todavía está poco desarrollada.
La zona del cuello es muy delicada. No en vano, una de las primeras cosas que las enfermeras de neonatos enseñan a las mamás en el hospital es a tomar a su bebé sujetando siempre su cabecita. Poner una mano detrás de la nuca del bebé nunca falla, porque la cabecita pesa mucho con respecto al resto del cuerpo, y el pequeño no puede aguantar este peso.
Además, es muy importante no sacudir nunca al bebé, ni siquiera con la intención de calmarlo, para evitar el peligroso síndrome del bebé sacudido.
Ya hemos visto que el control del peso de la cabecita es toda una conquista para el bebé. Ahora, veamos cómo se adquiere este hito del desarrollo del niño en los primeros meses y qué pasa si el bebé no aguanta la cabecita a la edad que en teoría le corresponde.
El control de los movimientos de la cabeza en el primer mes del bebé
Durante las primeras semanas de vida, los músculos del cuello se refuerzan muy rápidamente y el pequeño aprende a coordinar los movimientos.
Todavía no es capaz de levantar la cabeza, pero la gira a derecha e izquierda, respondiendo a estímulos sonoros y luminosos.
Es importante mantenerlo siempre tumbado sobre la espalda: evita poner al bebé en posición sentada y semisentada, porque no son naturales.
A la hora de dormir, asegúrate que está boca arriba, la posición recomendada para evitar el SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante). En este primer mes, siempre que el recién nacido esté tumbado, tenderá a girar la cabecita hacia un lado.
Obsérvalo y gírale la cabecita hacia el lado contrario de vez en cuando, ya que podría – a causa de su peso sobre el colchón – aplanarse un poco en la zona en la que se apoya. Como alternativa, utiliza una almohada específica para evitar la plagiocefalia, que tiene un orificio para mantener el cráneo del recién nacido alineado.
La plagiocefalia posicional es un “defecto” que tiende a corregirse espontáneamente a medida que el niño crece, puesto que los huesos del cráneo todavía son muy blanditos. En el caso de que la deformación sea excesivamente evidente, se debe consultar al pediatra y valorar si es necesario llevar al bebé a un osteópata.
El control del cuello y la cabecita del bebé a los tres meses
Al término del primer trimestre, el pequeño debería ser capaz de levantar la cabecita. No tendrá pleno control del movimiento, pero, si se apoya sobre la pancita, conseguirá elevarla durante unos minutos, y girarla hacia un lado para mirar a su mamá o a la persona que tenga más cerca.
En esta etapa, para reforzar los músculos del cuello, los papás pueden poner al bebé boca abajo durante unos minutos (para que no se canse demasiado) y sobre superficies blanditas, como la cama o un gimnasio para bebés. Si el pequeño pierde el control de su cabeza, evitará hacerse daño dejándose caer sobre la superficie blanda.
Un ejercicio útil consiste en acostarlo de espaldas y agarrarle de las manitas, o bien dejar que sea él quien se agarre de un dedo de nuestra mano. Automáticamente, intentará hacer fuerza para incorporarse, como si estuviese haciendo abdominales. Este movimiento es útil para reforzar los músculos del cuello y la espalda.
El control de la cabeza es una premisa fundamental para adquirir la sedestación, es decir, la capacidad de permanecer sentado sin apoyo, así como de darse la vuelta y, en consecuencia, aprender a gatear. En general, el bebé aprenderá todas estas habilidades entre los cinco y los nueve meses.
¿Qué pasa si mi bebé de 4 meses no sostiene su cabeza?
Al final del cuarto mes del bebé, en posición prona (boca abajo), será capaz de elevar el tronco con la fuerza de los brazos. Los pequeños más fuertes ya podrán permanecer sentaditos, con la ayuda de un apoyo. ¿Cuándo nos tenemos que preocupar?
Por regla general, los papás siempre deben estar tranquilos, incluso si se produce un cierto retraso en la adquisición de algunas competencias.
Los niños no son robots y los tiempos estimados para la adquisición de los diferentes hitos del desarrollo no son universales, sino únicamente orientativos.
Hay bebés más precoces y otros que, por el contrario, necesitan un poco más tiempo.
¿Qué es la hipotonía muscular y cómo saber si el bebé la sufre?
En caso de hipotonía muscular, cuando el bebé presenta un bajo tono muscular (como un “muñeco de trapo”), el pediatra valorará si es necesario realizar exámenes más específicos.
En cualquier caso, será el médico quien diagnostique la hipotonía, en caso de que exista, de manera que los papás deben acudir a la consulta del pediatra ante cualquier duda o inquietud acerca de la capacidad para sostener los músculos del cuello y la cabeza de su bebé.
