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De acuerdo al Dr. Gonzalo Corvera, director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología (IMON), el desarrollo de la audición comienza desde el vientre materno. Al sexto mes de gestación, el oído interno ya está formado y, desde entonces, el bebé percibe sonidos. Sin embargo, su sistema auditivo continúa madurando durante toda la infancia.
El cerebro aprende a interpretar los sonidos a través de la experiencia auditiva, por lo que la exposición a ruidos intensos o música a alto volumen puede interferir con este proceso y causar daños irreversibles.
Hoy en día, muchos pequeños usan auriculares a edades cada vez más tempranas, ya sea para escuchar música, jugar o ver videos. El problema no es el uso del dispositivo, sino el volumen y el tiempo de exposición.
Los sonidos superiores a 80 decibeles pueden dañar las delicadas células del oído interno responsables de transformar el sonido en señales nerviosas. Una vez destruidas, estas células no se regeneran, y la pérdida auditiva puede ser progresiva.
Al principio, los síntomas pueden pasar desapercibidos, pero con el tiempo el niño comienza a tener dificultades para entender instrucciones o seguir conversaciones en ambientes ruidosos.
Una forma práctica de comprobar si el nivel de sonido es adecuado es intentar hablar con el niño a una distancia de un brazo.
Si no logra oír tu voz en tono normal, el volumen está demasiado alto.
Algunos dispositivos actuales incluyen alertas automáticas cuando el sonido sobrepasa niveles peligrosos. Es importante asegurarse de activar estas funciones en celulares, tabletas o consolas.
No existe una gran diferencia en cuanto al tipo de auricular, pero los internos pueden favorecer la acumulación de cerumen o tapones, mientras que los externos permiten que el oído se ventile mejor.
Estos modelos no se introducen en el oído, sino que transmiten el sonido por vibración a través del hueso. Su ventaja es que resultan incómodos a volúmenes altos, lo cual reduce el riesgo de daño auditivo.
Usar bocinas externas es una buena opción, ya que los padres pueden controlar mejor el volumen. Además, se recomienda hacer pausas de 15 minutos por cada hora de uso continuo.
Cuidar la salud auditiva de los niños es esencial para su desarrollo y aprendizaje. El uso moderado de audífonos, el control del volumen y la supervisión constante son las claves para prevenir daños irreversibles. Recuerda que, ante cualquier duda, lo mejor es acudir a especialistas como los del IMON, pioneros en salud auditiva infantil en México.
¿A partir de qué edad pueden usar audífonos los niños?
Se recomienda esperar hasta los 6 o 7 años y siempre bajo supervisión. Antes de esa edad, los oídos son especialmente sensibles.
¿Qué síntomas indican daño auditivo?
Si el niño sube mucho el volumen, pide que le repitan frases o confunde sonidos, es importante realizar una evaluación auditiva.
¿Qué volumen es seguro?
No debe superar los 80 decibeles. Algunos dispositivos muestran límites seguros o envían alertas de advertencia.
DR. GONZALO CORVERA
Director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología S.C. (IMON)
www.imon.com.mx
Instagram.@imon_salud
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