Ejercitadores para el suelo pélvico: qué son y cómo actúan

El suelo pélvico, la franja muscular situada entre el pubis y el cóccix (último tramo de la columna vertebral), asume una especial importancia durante el embarazo, pues sostiene el útero a medida que éste crece.
En el parto, el suelo pélvico es el último obstáculo que el bebé debe superar para nacer. Precisamente por ello, al someterse a un gran esfuerzo, puede perder parte de su funcionalidad. Sin embargo, este grupo de músculos que sostiene los órganos de nuestra pelvis también es importante en la vida diaria. Conocerlo y mantenerlo sano y tónico es fundamental para la salud femenina, no únicamente durante el embarazo, sino también en los meses posteriores al nacimiento del niño, con el fin de evitar problemas como la incontinencia urinaria o fecal.

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Qué son los ejercitadores para el suelo pélvico

Los especialistas recomiendan utilizar ejercitadores de suelo pélvico, en especial antes y después del parto. A partir de la semana 32 de embarazo, la mujer debe empezar a ejercitar el suelo pélvico para evitar, llegado el momento del parto, la episiotomía. Una vez que la mujer ya ha dado a luz, los ejercitadores de suelo pélvico también son muy beneficiosos, ya que su uso previene futuras disfunciones como la incontinencia urinaria o el prolapso uterino.

El ejercitador consta de un balón de silicona, un visualizador de presión y una válvula de escape. Todo ello conectado por un tubo flexible de plástico. La embarazada debe insertar dos tercios del balón de silicona en la vagina e hincharlo. El balón se tiene que mantener en esta posición durante 15 minutos aproximadamente realizando suaves movimientos hacia arriba y hacia abajo simulando un masaje perineal y, después, se debe expulsar ejerciendo presión con los músculos de la vagina. Con el aumento progresivo del tamaño del balón, la mujer embarazada puede entrenar gradual e individualmente sus músculos y hacerlos más elásticos. La preparación óptima se consigue cuando la mujer es capaz de expulsar el balón teniendo éste un diámetro de 10 cm, después de alrededor de dos semanas de entrenamiento, simulando así el tamaño de la cabeza del bebé. 

Después del parto

Los especialistas recomiendan utilizar ejercitadores de suelo pélvico también después del parto. Una vez que la mujer se haya recuperado del alumbramiento, podrá retomar el entrenamiento con el ejercitador de suelo pélvico previniendo de este modo futuras disfunciones como la incontinencia urinaria o el prolapso uterino. 

En el caso de las mujeres maduras, los ejercitadores pélvicos pueden ayudarles a evitar la aparición de la incontinencia e incluso a curarla en casos de incontinencia de esfuerzo, la tipología más común que se produce cuando se realiza una actividad física como toser, estornudar, reír o realizar esfuerzo físico.

Reforzar el suelo pélvico después del parto

Después de dar a luz, hay que permitir que el cuerpo vuelva a la normalidad y recupere su equilibrio, por lo que es aconsejable dejar pasar seis u ocho semanas, como mínimo (depende de cada mujer) y empezar con la reeducación del suelo pélvico a partir de entonces. Se trata de un paso fundamental para todas las mujeres, que hay que afrontar antes de volver al gimnasio.