Te puede interesar…





































La salud intestinal cobra cada vez más importancia. La ciencia avanza y los nuevos descubrimientos sobre los entresijos de nuestro estómago están dotando al intestino del protagonismo que merece.
El cerebro es el órgano que rige las funciones del cuerpo humano. Gracias a él, pensamos, experimentamos sensaciones, miedos y emociones, y decidimos cómo movernos y actuar. El resto de órganos parecen estar a su servicio: los pulmones oxigenan la sangre, el corazón la bombea, los músculos obedecen sus órdenes y los órganos de los sentidos transmiten al cerebro la información que después “interpreta”.
¿Y el intestino? ¿Qué consideración puede merecer una especie de tubo que sirve para asimilar lo que el hígado procesa y para eliminar los deshechos? Precisamente, el intestino, lejos de ser un órgano humilde, tiene el privilegio de ser uno de los que tiene una relación más estrecha con el cerebro.
El suyo es un diálogo continuo, a través de una espesa red neuronal (más de 1000 millones), hasta el punto de que incluso nuestras emociones se convierten en una “cuestión de tripas”.
(Te interesa: Síntomas del estrés)
Se trata de una pareja tan bien avenida que, actualmente, los científicos coinciden en considerar al intestino como un “segundo cerebro”, capaz de determinar y orquestar nuestro bienestar general. Por lo tanto, máximo respeto y cuidado, a través de los alimentos que comemos y, sobre todo, teniendo un cuidado especial con los niños.
Si el intestino se limitase a asimilar los nutrientes y a expulsar los residuos del cuerpo, no se entendería cómo es que está dotado de una red de neuronas tan amplia. Ningún otro órgano tiene esta característica, y esto hace que el vínculo entre el intestino y el cerebro también sea determinante para los primeros pasos de la persona en la construcción del yo.
El intestino produce una cuarentena de sustancias como hormonas y neurotransmisores, y se encuentra entre los mediadores de los estímulos que desencadenan la sensación de hambre: de niños, envía señales al cerebro y el bebé llora, del mismo modo que grita si come algo que el hincha la pancita o si sufre cólicos. ¿Por qué los masajes que se efectúan en la pancita del bebé son los que más lo tranquilizan? Muy fácil: vehiculan sensaciones positivas y tranquilizadoras desde el mundo exterior.
La relación entre el intestino y el cerebro se refuerza con el crecimiento. ¿Por qué, antes de un examen, sentimos nervios en la panza? ¿Y por qué una de las primeras señales de estrés es, precisamente, la irregularidad de las funciones intestinales?
A nivel de la mucosa del intestino, existen millones de bacterias que constituyen la “microflora intestinal”, y que son fundamentales para el bienestar. ¿Cómo entenderlo mejor?
Hablamos de “microbiota” y “microbioma”, como si fuesen la misma cosa. En realidad, existe una diferencia importante: el “microbioma” es el conjunto del material genético (el ADN) presente en estas especies.
La diferencia es importante, puesto que se ha comprobado que existe una interacción entre el ADN de las bacterias intestinales y nuestro propio patrimonio genético, hasta el punto de que favoreciendo el crecimiento de algunas bacterias, y no de otras, podemos dirigir nuestro propio desarrollo, haciéndonos, por ejemplo, menos propensos a padecer determinadas enfermedades.
La alimentación no es el único factor que hay que tener en cuenta para mejorar y mantener una microbiota sana y eficaz, pero, sin duda, es uno de los más importantes.
(Te interesa: Alimentos que favorecen el tránsito intestinal)
Todo lo que introducimos de forma inconsciente con los alimentos también influye en el equilibrio de la flora intestinal. ¿Qué más tener en cuenta?
Hace tiempo que se habla de los posibles efectos de los microplásticos, minúsculos fragmentos de plástico difundidos en el ambiente y capaces de entrar en la cadena alimentaria (por ejemplo, a través de algunos productos del mar). Pero, hoy en día, genera una mayor alarma el posible efecto de los “nanoplásticos”, fragmentos más pequeños (millonésimas de milímetro), que pueden incluso penetrar en el interior de las células.
Los consumimos a través del agua y los alimentos y, según estudios muy recientes publicados en la revista Science Bulletin, la exposición prolongada de ratones a estos contaminantes puede alterar el ADN de su flora intestinal, influyendo en la absorción de los alimentos, inflamando las paredes intestinales, modificando el equilibrio hormonal y el sistema inmunitario.
¿Podría ocurrir lo mismo en seres humanos? Todavía se desconoce, pero, ante la duda, es preferible reducir al mínimo el uso doméstico de plásticos y variar la alimentación todo lo posible.
En materia de alimentación, se considera el “tormento” de los nutricionistas en los últimos años, sobre todo, a raíz del descubrimiento de la importancia de la fibra para la microflora intestinal. Sin embargo, no toda la fibra afecta a la microbiota. ¿A cuál debemos dar preferencia?
En caso de estrés, trastornos estacionales, excesos alimentarios y tratamientos antibióticos, pueden ser beneficiosos los alimentos enriquecidos con fermentos probióticos, es decir, alimentos a los que se les han añadido microorganismos similares a los buenos que habitan en nuestro intestino y que, una vez ingeridos, llegarán vivos y vitales, lo colonizarán y llevarán a cabo diversas funciones beneficiosas para el organismo.
La investigación sobre la potencialidad de los probióticos se encuentra en continuo desarrollo, pero ya parecen haberse comprobado dos efectos comunes: generalmente, mejoran la funcionalidad del intestino y también pueden reforzar la protección frente a las infecciones. Dicho esto, es importante recordar que una dieta variada, rica en vegetales, como la mediterránea, sigue siendo el modelo a seguir también en lo que respecta a la salud intestinal.
La revista científica Science Translational Medicine ha publicado recientemente un estudio que, trabajando con modelos animales, ha demostrado que una dieta rica en azúcares favorece la inflamación del intestino en ratones, precisamente, modificando la composición de su microbiota intestinal.
Concretamente, la glucosa favorece el crecimiento de algunas bacterias capaces de dañar la capa de moco que protege la pared intestinal. La menor protección permitiría a las bacterias y las toxinas sobrepasar más fácilmente la barrera intestinal y, en consecuencia, causar un estado inflamatorio. Un motivo más para controlar el consumo de azúcares y no incentivar la pasión por el dulce en nuestros niños.
..........
¿Conocías la diferencia entre microbiota y microbioma? ¿Das importancia a tu salud intestinal? ¡Déjanos tu comentario!
Te puede interesar…