La salud intestinal se refiere a la digestión y absorción de los alimentos y también a la ausencia de enfermedades gastrointestinales. También implica tener una microbiota intestinal equilibrada, una barrera intestinal reforzada, un sistema inmunitario eficiente y un estado de bienestar. Conoce más de ella.
La salud intestinal está ligada a lo que actualmente se conoce como microbiota intestinal; antes se le llamaba flora intestinal. Se define como el conjunto de microorganismos (trillones de ellos) que se encuentran en los intestinos, principalmente se trata de bacterias, pero también de virus, hongos, levaduras y parásitos.
La investigación sobre la microbiota intestinal se remonta a principios del siglo XX aunque el término surgió apenas hace 22 años. Luis Pasteur se interesó por las bacterias patógenas (malas) pero fue Elie Metchnikov, uno de sus alumnos, quien se dedicó a estudiar las propiedades de las bacterias que se encontraban en los intestinos.
¿Por qué es importante?
Las bacterias y organismos vivos que habitan el intestino de niños y adultos contribuyen a su salud. Cuando hay un desequilibrio se pueden presentar diversos problemas.
Si no hay suficientes bacterias buenas en el intestino existe la posibilidad de tener el síndrome de intestino perezoso.
Las alteraciones en la microbiota del intestino también producen inflamación abdominal, cólicos y diarrea.
A largo plazo este desequilibrio puede provocar la enfermedad celíaca y/o el síndrome de intestino irritable.
Una microbiota saludable mantiene el pH normal de la piel y el colon.
Mejora la absorción de agua y minerales en el colon.
Interactúa con el sistema inmune, en el tracto intestinal, dándole señales para promover la maduración de las células inmunes, así como el desarrollo normal de las funciones autoinmunes.
Protege al organismo de enfermedades gastrointestinales crónicas, así como del desarrollo de diabetes.
Estimula la angiogénesis, un proceso vital durante el crecimiento y el desarrollo.
Síntomas de problemas en la salud digestiva
Diarrea infantil
Es un problema de salud pública que debe atenderse de inmediato para evitar que el niño se deshidrate. Entre los factores que suelen provocarla están:
Parásitos que entran al organismo debido a contaminación en objetos o falta de agua potable.
Infección debido a bacterias por alimentos en mal estado.
Problemas digestivos como intolerancia a determinados alimentos.
Estreñimiento
Los cambios en la alimentación, la falta de fibra y desequilibrio en la flora intestinal también pueden causar estreñimiento en los niños que suele ser muy molesto para ellos.
Efectos de los antibióticos
Si bien son medicamentos que el pediatra receta para tratar determinadas enfermedades, pueden alterar el equilibrio digestivo y provocar problemas intestinales.
¿Qué hacer para cuidar la salud intestinal?
La nutrióloga Paula Crespo indica que una dieta en la que abunden las verduras, frutas, cereales integrales y legumbres favorecen una microbiota saludable mientras que una alimentación rica en azúcares, grasas saturadas y proteínas animales la empobrece.
Una vez que el pequeño empieza a comer alimentos sólidos es conveniente acostumbrarlo a los sabores de las verduras y limitar el consumo de aquellos que son dulces para no dañar su salud intestinal.
A medida que crecen, los niños comen lo mismo que el resto de la familia así que es responsabilidad de todos comer de una forma sana, evitando aquellos alimentos que pueden dañar la salud digestiva.
Los niños de uno a tres años deberían consumir 19 g de fibra por día, así que se les pueden ofrecer peras, manzanas, frambuesas y pan de grano entero.
La Secretaría de Salud informa que actualmente el consumo insuficiente de fibra dietética se asocia con la aparición de enfermedades crónicas, así que acostúmbralos a comer más frutas y verduras en lugar de golosinas.
Además de estas medidas es conveniente dar a los niños probióticos que son buenos para la microbiota intestinal.
Los probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos que, si se ingieren en las cantidades adecuadas, brindan diferentes beneficios a la salud. Su función es mantener o mejorar las bacterias "buenas" de la flora intestinal.
Mientras el sistema digestivo del pequeño se fortalece y debido a que tiene contacto con diversos objetos, puede presentar trastornos gastrointestinales que causen un desequilibrio en su salud intestinal. En estos casos al darle probióticos específicos ayudamos a restaurar el equilibrio natural de su flora intestinal.
El uso de probióticos también puede ayudar a proteger la salud de los niños de los trastornos intestinales relacionados con los antibióticos como el dolor abdominal, diarrea, náuseas y gases.
Los probióticos a base de Bacillus clausii son óptimos para ayudar al organismo a recuperarse de los trastornos que afectan el sistema gastrointestinal. Las dosis correctas siempre las indicará el pediatra.
