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Invaginación intestinal: causas, síntomas y tratamiento
La invaginación intestinal es el deslizamiento de una parte del intestino dentro de otra. ¿Cómo puedes saber si tu hijo la sufre? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Qué causas la provocan? ¿Existen tratamientos? ¡Te lo explicamos!
La invaginación intestinal es el deslizamiento de una parte del intestino dentro de otra. Se produce cuando una porción del intestino se cuela en el interior de otra, produciendo una obstrucción intestinal y provocando que las paredes intestinales que se encuentran en contacto presionen una contra la otra. Ello provoca una inflamación y la consiguiente disminución de irrigación sanguínea en los segmentos intestinales afectados. Se trata de una situación de emergencia que requiere acudir de inmediato a urgencias.
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Causas de la invaginación intestinal
Las causas que pueden provocar una invaginación intestinal se desconocen, aunque algunas afecciones pueden llevar a provocarla: infección viral, agrandamiento de los ganglios linfáticos en el intestino, tumor o pólipo. Aunque puede afectar tanto a niños como a adultos, la mayoría de los casos ocurre en niños entre los seis meses y los dos años de edad. Además, suele afectar más a los niños que a las niñas.
Una vez se presenta la invaginación intestinal, la presión generada por las paredes del intestino causa: disminución del flujo sanguíneo, irritación e hinchazón. La invaginación intestinal puede obstruir el paso de los alimentos a través del mismo intestino. Si se interrumpe el suministro de sangre, el segmento del intestino que se ha introducido puede morir. Por eso es tan importante acudir de inmediato al médico.
Síntomas de la invaginación intestinal
El primer síntoma que ocasiona la invaginación intestinal en el niño es un fuerte llanto causado por el dolor abdominal. Este dolor se caracteriza por ser intermitente, no continuo, aunque reaparace con frecuencia. A medida que el dolor retorna, se hace cada vez más intenso y largo. Si el bebé presenta este tipo de dolor, uno de los síntomas que debe alarmarte es que puede llevarse las rodillas hacia el pecho mientras llora. Otros síntomas son:
- Deposiciones sanguinolentas y con apariencia de moco.
- Fiebre.
- Estado de palidez y sudoración.
- Vómitos.
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Ante tal situación, el pediatra puede llevar a cabo uno de los siguientes exámenes: ecografía abdominal, radiografía abdominal, enema con aire o medio de contraste.
Cómo se trata la invaginación intestinal
Una vez el médico ha diagnosticado invaginación intestinal en el niño, como tratamiento, lo estabilizará y pasará una sonda nasogástrica hasta el estómago a través de la nariz (denominada sonda nasogástrica). A continuación, colocará una vía intravenosa en su brazo y le administrará líquidos para prevenir la deshidratación. En algunos casos, la oclusión intestinal se puede tratar con enema de aire o enema de contraste realizado por un radiólogo experimentado con este procedimiento. Si estos tratamientos no funcionan, el niño necesitará una cirugía. El tejido intestinal generalmente puede salvarse y cualquier tejido muerto será extirpado.
El desenlace clínico es bueno con un tratamiento precoz. Sin embargo, existe un riesgo de que este problema reaparezca. Cuando se presenta, se debe tratar de inmediato. Si no se trata, la invaginación intestinal casi siempre es mortal para los bebés y los niños pequeños.
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