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¿El tamaño no importa?: por qué a algunos papás les preocupa el pene del niño
La mamá es quien suele consultar al pediatra, pero la duda suele proceder del papá de la criatura. ¿Por qué algunos niños parecen tener un pene más pequeño? Te explicamos cómo es un pene “normal” en un niño y por qué no hay que preocuparse.
En la consulta del pediatra, no es infrecuente encontrar papás preocupados sobre el tamaño del pene del niño. ¿Su tamaño es normal? ¿No es demasiado pequeño? ¿Hay algún problema?
En la mayoría de los casos, todo es perfectamente normal. Sin embargo, hay una característica común en gran parte de los niños que acuden al pediatra por este motivo: tienden a sufrir sobrepeso.
Las preguntas sobre el tamaño del pene han aumentado en los últimos años, según los especialistas. Y estas inquietudes también reflejan las preocupaciones culturales y ansiedades que pueden derivar en insatisfacciones nada convenientes para la salud emocional de los pequeños.
(Te interesa: Trastornos en los genitales de los niños)
¿Cómo es el pene “normal” en un niño?
La gran mayoría de los padres que plantean el problema a sus pediatras después del período neonatal tienen hijos cuyos genitales entran dentro de la normalidad. El pene de un bebé o de un niño puede parecer muy pequeño, sobre todo, cuando el niño es más bien grande.
Observando sus cuerpos a medida que crecen, los papás pueden empezar a preocuparse si el niño tiene sobrepeso y si les parece que el tamaño de sus genitales no se corresponde con el resto.
¿Por qué parece más pequeño en los niños “gorditos”?
El pene puede quedar “hundido” en la almohadilla de grasa que se encuentra sobre el hueso púbico, y puede permanecer oculto durante la adolescencia. El denominado "pene oculto" puede deberse tanto al hecho de no haber llegado a la prepubertad (por lo que el pene no ha comenzado a crecer) como al sobrepeso (cuando la almohadilla de grasa es importante).
En algunos casos, una condición anatómica en la que el tejido blando de debajo de la piel del pene no se adhiere bien a la faja de Buck, un tejido fibroso profundo que rodea los nervios del pene y las arterias, puede dar lugar a que el pene quede retraído y solo sea visible la zona del prepucio.
No obstante, existen procedimientos quirúrgicos que pueden hacer aflorar ese pene oculto, pero, excepto en casos extremos, tiene más sentido esperar y dejar que el niño crezca y, idealmente, pierda peso.
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Qué hacer si al niño le preocupa el tamaño de su pene
En este caso, los pediatras aconsejan tranquilizar al pequeño diciéndole que es absolutamente normal. No podemos ver los genitales de todo el mundo, pero lo cierto es que hay muchísimas diferencias anatómicas, y eso no significa que exista un problema.
Existe una condición más problemática, el llamado micropene (microfalosomía), que debe diagnosticarse ya en el recién nacido, ya que puede reflejar una condición anormal del sistema hormonal, producida en el embarazo, que pudo impedir la acción de la testosterona en el niño.
Dado que el micropene puede ser uno de los síntomas de ciertas enfermedades raras de origen genético, así como de problemas hormonales, el diagnóstico precoz es importante para proteger la salud del bebé.
¿Cómo se mide el pene?
En un niño de cualquier edad, el pene se mide estirándolo desde el hueso púbico, no erecto, hasta alcanzar el punto de resistencia.
- En un recién nacido a término, la longitud media del pene estirado es de 3.5 centímetros.
- A cualquier edad, el micropene se define como un pene con una desviación significativa por debajo del promedio, por lo que en los recién nacidos a término, habría que controlar a cualquier niño cuyo pene esté por debajo de 2 a 2.5 centímetros.
- Para los niños mayores, los médicos utilizan gráficos de crecimiento que reflejan la edad del niño y la madurez física. En el adulto, se considera micropene a cualquier pene que no alcance los siete centímetros en erección.
Y hasta que las hormonas de la pubertad actúen y el pene empiece a crecer, un pene estadísticamente normal en un cuerpo desproporcionadamente grande puede parecer pequeño para un padre preocupado. Muchos padres sólo quieren estar tranquilos y saber que el tamaño del pene de su hijo está dentro del ámbito de lo “apropiado”, y que va a funcionar correctamente. La cara de alivio (sobre todo) del papá cuando el médico le tranquiliza dice muchas cosas.
Por último, los pediatras aconsejan a los niños preadolescentes que, si pierden algo de peso y todavía sienten que hay un problema cuando llegan a la pubertad, pueden volver a consultarlo. En la mayoría de los casos, no tienen ningún problema que les impida llevar una vida satisfactoria, al menos, en lo que respecta al tamaño de su pene.