Hierbas aromáticas en el embarazo

6 Nov 2024
Hierbas aromáticas en el embarazo

Las hierbas aromáticas son de mucha ayuda durante el embarazo: he aquí sus propiedades útiles durante los meses de embarazo, las dosis, las contraindicaciones, los modos de empleo y la conservación.

Mala digestión, insomnio, estreñimiento... Durante el embarazo, es probable que la futura mamá sufra de alguna pequeña molestia. Para combatirlas, puedes probar también con las hierbas aromáticas: aprovecharse de los sabores y aromas de la naturaleza no significa sólo dar nuevos matices a nuestro menú, sino también preparar platos con características suficientemente adecuadas a las exigencias de la mamá embarazada.  

Todas sus virtudes

En primer lugar, gracias a su intenso aroma, las hierbas aromáticas permiten limitar el uso de la sal, factor de riesgo para la hipertensión, y permiten dar prioridad a los platos ligeros, sin demasiadas grasas, como al horno o a la plancha. Pero las virtudes de las hierbas aromáticas van mucho más allá: 

- Mejoran el valor nutritivo de las comidas, ya que, aunque se utilicen en pequeñas cantidades, enriquecen el menú de vitaminas útiles (sobre todo A y C) y de valiosas sales minerales.

- Ricas en sustancias particulares, llamadas “aceites esenciales”, muchas hierbas estimulan las secreciones del estómago, el páncreas y el intestino, facilitando la digestión. Algunas también tienen la capacidad de limitar la fermentación intestinal, reduciendo la sensación de hinchazón.

- La mayoría de las plantas aromáticas desempeña también una eficaz acción contra los microbios, tanto en el interior del organismo como directamente sobre los alimentos. Así, la comida resulta más higiénica y se conserva mejor.

- Por último, la medicina tradicional ha atribuido desde siempre virtudes terapéuticas a muchos aromas, y su uso gastronómico facilita la prevención de diversas enfermedades.

 

Propiedades beneficiosas para la mamá

Cada hierba tiene beneficios específicos para la salud y su propio sabor característico, que se presta más para unas recetas que para otras. He aquí todos los consejos para obtener siempre el máximo en términos de sabor y beneficios:

Laurel

Tiene una acción digestiva y refrescante y es un buen antiséptico. Es óptimo para los adobos o para aromatizar carnes, pescados y legumbres. Se utiliza también para salsas y conservas en aceite.

Eneldo

Ayuda a la digestión y atenúa la acidez de estómago. Las hojas y las semillas están indicadas para condimentar pescados (especialmente el salmón), papas, vinagre, quesos frescos y para preparar salsa de yogur y crema agria.

Albahaca

Es un buen tónico digestivo y tiene propiedades antiinflamatorias y relajantes. Se utiliza para confeccionar salsas, principalmente el pesto, pero es ideal también para sopas y verduras, cocidas o crudas. Es mejor añadirlo fresco, al final de la cocción.

Perejil

Estimula las funciones digestivas y las secreciones del hígado, evitando el estancamiento de la bilis. Se añade a salsas, mantequillas aromáticas, tubérculos, queso fresco y sopas, generalmente al final de la cocción. También es bueno para dar sabor a las ensaladas.

Cilantro

Estimula el apetito y evita la formación de gases intestinales. Muy utilizado en la cocina oriental, perfuma salsas, patés, adobos y carnes (sobre todo borrego y cerdo). También combina con el repollo, la col agria y las legumbres.

 Estragón

Tiene virtudes tonificantes. Es perfecto para obtener un poco de velocidad cuando te sientas particularmente cansada. Se utiliza para aromatizar el vinagre y la mostaza o para componer diversos adobos y salsas. Cortado muy fino y añadido al final de la cocción, funciona bien también con el pescado y los huevos.

Cebollino

Como la cebolla, es un excelente diurético y desinfectante. Además, tiene un efecto calmante en el sistema nervioso. Las hojas se utilizan frescas, enteras o picadas, para condimentar ensaladas, huevos, pescados y quesos frescos. También es bueno con sopas y vinagretas.

Hierba luisa

Es útil para la dispepsia (ayuda a equilibrar las secreciones gástricas), reduciendo los típicos problemas de acidez de estómago. Sus hojas son muy utilizadas para confeccionar bebidas refrescantes. En la cocina se utiliza sobre todo para aromatizar dulces y helados.

Hinojo silvestre

Tiene propiedades depurativas y antiespasmódicas: en concreto, evita los espasmos musculares a nivel intestinal. Combina magníficamente con el pescado (a la plancha o en sopa) y con las carnes (sobre todo de borrego y de cabrito). Si se añade a las alubias hace que sean más fáciles de digerir.

Mejorana

Es eficaz sobre todo como supresor de la tos. Óptima para dar sabor a las carnes grasas, los tubérculos y las legumbres. Se mezcla bien con las setas, las verduras rellenas y las salsas hervidas.

Menta

Grandes propiedades digestivas, refrescantes y antináuseas. También tiene un cierto efecto calmante. Va perfectamente con las calabazas, las tortillas y las macedonias y exalta la delicadeza de helados y sorbetes. Se utiliza también para preparar tés e infusiones refrescantes.

Orégano

Estimula la digestión y obstaculiza la fermentación. Da sabor a los platos más típicos italianos, desde la pizza hasta la ensalada caprese. Va bien también con las berenjenas, calabazas, carnes, pescados y quesos. Es más fácil de digerir crudo o añadirlo al final de la cocción.

Romero

Es una hierba digestiva, antiespasmódica y estimula la secreción biliar. Indispensable en los arroces de carne y pescado, es ideal también para asar a la plancha, a la sal y al horno. Triturado con salvia, sal y pimienta se utiliza en numerosos embutidos y adobos.

Salvia

Está dotada de un fuerte poder desinfectante. Es útil contra las llagas que salen en la boca debido al estrés. Se usa de mil maneras, pero es óptima para la preparación rápida de carne blanca y da un sabor excelente a la mantequilla derretida para cocinar hígado o condimentar pastas rellenas.  

Tomillo

Estimula el apetito y protege la garganta de inflamaciones. Además, funciona como calmante y favorece el sueño. Debido a su aroma pronunciado, es necesario utilizarlo con moderación. Da sabor a sopas de legumbres y cereales, verduras, pescado, aves, conejos y res. Las hojas, muy pequeñas, a menudo ni siquiera tienen que triturarse.

Contraindicaciones: cuidado con la cantidad

Las hierbas aromáticas, utilizadas en dosis normales en la cocina como condimento y como ingredientes para la preparación de platos, no presentan contraindicaciones ni riesgos para la mamá embarazada. El discurso es diferente si las hierbas se utilizan de forma concentrada, no para cocinar, sino para preparar infusiones, o si se toman directamente en forma de extractos o aceites esenciales. Para estos usos es importante evitar el “háztelo tú mismo”, y dirigirse sólo y exclusivamente a un herbolario de confianza o al mismo médico, teniendo presente que, en cualquier caso, como regla general, durante los primeros tres meses de embarazo es mejor abstenerse de utilizarlas.

He aquí algunas hierbas de cocina que pueden causar problemas a las mamás embarazadas si se utilizan de forma poco adecuada o en cantidades exageradas:

- El perejil, en sus hojas, contiene apiol, un principio activo conocido desde hace muchos años y tóxico si se consume en grandes cantidades. En la medicina popular, las infusiones de perejil se utilizaban como abortivo, pero más a menudo causaban graves intoxicaciones.

- La menta contiene un aceite esencial, el mentol, que si se ingiere en grandes cantidades causa irregularidades cardíacas y estimula excesivamente la secreción digestiva, aumentando el riesgo de acidez de estómago.

- El romero, tomado en forma de aceite esencial, puede estimular de forma excesiva el aparato gastrointestinal, induciendo acidez y dolores abdominales.

- La ortiga y el apio, también si se utilizan de forma concentrada, intervienen sobre los músculos del útero, estimulando contracciones “no deseadas”.

Utilízalas así…

En general, las hierbas aromáticas frescas tienen un sabor más intenso, pero en los periodos en los que no están disponibles, también las secas cumplen bien su función. En cualquier caso, es importante tener algunas precauciones durante su uso.

Como regla general, las hierbas frescas se deben lavar rápidamente, se secan y se usan enteras (tallos y hojas) o picadas, añadiéndolas casi al término de la cocción.

Las hierbas secas, si están molidas (o en forma de hojitas minúsculas,) se cocinan junto a los otros ingredientes; si, en cambio, se utilizan como ramitas u hojas grandes, es necesario atarlas con un hilo o meterlas en una bolsita, para poder sacarlas fácilmente una vez que se termine de cocinar. En su preparación a la plancha, las ramitas de hierba seca se pueden poner también en la parrilla, para dar sabor a la comida de manera indirecta.  

… Y consérvalas así

Por supuesto, si bien es importante utilizar correctamente las hierbas aromáticas, también es esencial conservarlas de forma correcta, a la espera de utilizarlas.

Para mantener mejor las que están frescas, apenas compradas, es conveniente meterlas en un recipiente con agua fría y ponerlas en el refrigerador. De este modo, se conservan unos 6-7 días.  

Las hierbas secas deben guardarse en recipientes herméticos y en un lugar fresco y seco, alejado de la luz. Se conservan durante un año. Si deseas secarlas al sol, se eligen ramitas frescas, sanas y con muchas hojas, para después ponerlas a la sombra, en un lugar fresco y bien ventilado.  

Si se desean conservar las hierbas a largo plazo sin secarlas, también se pueden congelar. Basta con pulir las hojas, triturarlas, presionarlas en un bowl y meterlas en el congelador. Duran incluso 3 ó 4 meses.

Por último, el aroma típico de las hierbas se puede capturar también poniéndolas en aceite o vinagre. Es necesario lavarlas y secarlas bien con una toalla, antes de sumergirlas en un frasco lleno de aceite (durarán 2 o 3 meses) o de vinagre (se conservan durante un año y van perfectas para los adobos).

Edurne RomoEdurne Romo
Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza