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Abdominoplastia y elevación de mamas posparto
Tras el embarazo y el parto, sobre todo si se han tenido varios hijos, el abdomen y el pecho pueden sufrir las consecuencias, reflejadas en una piel flácida. Descubre cómo puede ayudarte la cirugía, con intervenciones como la abdominoplastia y la elevación de mamas.
Después del parto y la lactancia, hay zonas del cuerpo de la mujer que, obviamente, se resienten del estiramiento de la piel y la acción de las hormonas. Las zonas más afectadas son el abdomen y los pechos, debido al rápido aumento de volumen. Estas zonas críticas, que son el blanco de la flacidez y el exceso de piel, por razones lógicas, pueden encontrar una solución definitiva gracias a la cirugía plástica, mediante intervenciones como la abdominoplastia y la elevación de mamas. Para la nueva y feliz mamá, recuperar su figura puede representar un punto a favor para aumentar su autoestima. La Dra. Nélida Grande, especialista en cirugía plástica, reparadora y estética, explica para Mi bebé y yo los resultados de estas cirugías y cuándo es recomendable realizarlas.
(Te interesa: Cirugía de abdomen posparto)
Nueve meses de embarazo, un parto y la etapa de la lactancia. Y, quizás, no solo una vez, sino más, en un periodo de tiempo de pocos años. Hay algunas mujeres que recuperan sus curvas originales de forma natural, pero, en muchas ocasiones, lo que era una bella figura se desvirtúa. Una opción a valorar es la que nos ofrece la cirugía estética, con la abdominoplastia y la elevación de mamas. La abdominoplastia está destinada a lograr una cintura más delgada y un abdomen más firme. El cirujano retira la piel sobrante del abdomen e incluso fortalece la musculatura abdominal. El tipo de paciente idónea para esta operación es la que presenta un excesivo volumen del abdomen (sobre todo piel, más que grasa) que en ocasiones se apoya sobre el área del pubis -lo que popularmente se denomina ‘faldón’-. También es común que destaquen flancos (pliegues laterales) colgando desde la línea del cinturón. No obstante, si también hay depósitos de grasa acumulada, estos se pueden eliminar de manera sencilla con una pequeña liposucción.
Respecto a la elevación de mamas, tal y como aconseja la Dra. Nélida Grande, “cuando el problema de la caída del pecho ya ha aparecido y es muy notable, una operación de elevación de mamas es la única opción válida, ya que las cremas y otros productos estéticos -aunque sean de alta calidad- no pueden llegar a alcanzar este efecto”. Dependiendo de en qué estado se encuentren los senos de cada paciente, así como de su volumen y la elasticidad de la piel, el cirujano deberá elegir si implantar prótesis o no, las cuales rellenarán las mamas. Los resultados suelen ser muy gratificantes, ya que el busto pasa de un aspecto caído y aplanado a otro de firmeza y voluptuosidad. De este modo, la mujer “aumenta su autoestima y vuelve a sentirse bien con su cuerpo, pudiendo lucir mejor la ropa y también su desnudez”, expone la cirujana.
Intervención doble de mamas y abdomen
En ocasiones, las intervenciones de abdominoplastia y elevación de mamas se pueden llevar a cabo conjuntamente, es decir, realizando las dos operaciones aprovechando que la persona entra en quirófano. “No se puede hacer en todos los casos, pero sí cuando los cirujanos lo autorizamos tras un estudio exhaustivo”, explica la Dra. Grande. De este modo los postoperatorios y la recuperación de ambas zonas son simultáneos, y los resultados se pueden optimizar significativamente, ya que el doble procedimiento permite al médico lograr un mayor equilibrio en el contorno corporal, creando la mejor armonía en cuanto a tamaños y formas.
La sensación de tensión de las mamas -absolutamente normal tras la cirugía- irá disminuyendo paulatinamente. Tras la elevación, las prótesis (si las hubiera) irán situándose y adaptándose a su ubicación durante los próximos meses, hasta que la persona que se ha intervenido se sienta plenamente recuperada y, por supuesto, con un pecho mucho más joven, sensual y atractivo. Después de una abdominoplastia, hay que tener en cuenta que “la mamá debe llevar una faja especial durante unas tres semanas aproximadamente. Y en lo referente a la cicatriz, esta será en la mayoría de los casos una discreta línea oculta bajo la ropa, que con el tiempo irá desapareciendo”, concluye la doctora.
Dra. Nélida Grande.
Doctora especialista en cirugía plástica, reparadora y estética.