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Miel y embarazo: ¿se puede consumir?
Muchas futuras mamás se preguntan qué pasa si toman miel en el embarazo. En este artículo, te explicamos si se puede tomar, para qué está indicada, en qué casos está contraindicado tomar miel estando embarazada y cómo puede afectar al feto.
La miel es un alimento con un sabor muy atractivo para endulzar los platos de una forma natural. Sin embargo, muchas futuras mamás se preguntan si tomar miel es compatible con el embarazo: ¿en qué casos se puede y en qué casos está contraindicado tomar miel en el embarazo?
En este artículo, respondemos a las preguntas más frecuentes sobre el consumo de miel en el embarazo.
¿Para qué sirve la miel en el embarazo?
La miel es un alimento compuesto principalmente por azúcares con propiedades interesantes para el organismo, aunque también es cierto que, en algunas etapas, no está recomendada.
En el caso de las embarazadas, éstas pueden tomar miel, en pequeñas cantidades, siempre que se cumplan una serie de requisitos (que esté pasteurizada) y que no haya contraindicaciones específicas. La miel está compuesta por un 80% de hidratos de carbono procedentes de sus azúcares y de un 20% de agua, y es muy rica en sustancias que resultan muy beneficiosas en el embarazo.
- Por su contenido en azúcares, la miel resulta ideal en casos de fatiga y cansancio, pues es un alimento muy energético. Esta sensación es muy común en la embarazada, sobre todo, al inicio del embarazo, cuando aparecen los primeros síntomas, y al final del mismo, debido al aumento de tamaño de la pancita y a la ralentización de la circulación sanguínea. El azúcar de la miel se transforma en energía a los 15 segundos de consumirla.
- La miel contiene vitaminas y minerales que mejoran el funcionamiento del sistema inmunitario y de las células, al tiempo que reducen la inflamación.
- Por ejemplo, la miel contiene ácido fólico o vitamina B9, un nutriente imprescindible antes y durante el embarazo. Entre otras cosas, previene los posibles defectos del tubo neural del feto, y contribuye al buen desarrollo del cerebro y del sistema nervioso central del futuro bebé.
- Contiene ácido ascórbico, magnesio, cobre y zinc, sustancias que estimulan la formación de anticuerpos.
- Gracias a sus propiedades antisépticas, antibacterianas y humectantes, ayuda a descongestionar los bronquios y a aliviar el dolor de garganta.
- Si la miel se toma con limón, ayuda a asimilar mejor el hierro por parte del organismo. Durante el embarazo, es muy importante ingerir hierro pues son muy comunes los casos de anemia en las gestantes.
- La miel resulta muy digestiva y tiene un ligero efecto laxante, ideal en caso de que la futura mamá sufra de estreñimiento. Este trastorno es muy común en la gestación, debido a la influencia de las hormonas y al tamaño de la pancita. Y es que este alimento contiene probióticos, que ayudan a reducir la hinchazón, los gases y a mejorar la digestión en el embarazo, al tiempo que contribuyen a reforzar el sistema inmunitario.
¿En qué casos no se puede tomar miel en el embarazo?
Sin embargo, antes de tomar miel si estás embarazada, debes tener en cuenta dos casos:
En el caso de que sufras diabetes gestacional, debes consultar con tu ginecólogo si puedes o no tomar miel. Y es que, como ya hemos dicho, la miel es muy rica en azúcares.
En segundo lugar, como sucede con otros alimentos como el queso mozzarella, la miel tiene que estar pasteurizada, pues, de lo contrario, podría contener algunas bacterias, como el clostridium bolulinum, que puede causar botulismo.
Por ello, es muy importante que, a la hora de comprarla, prestes mucha atención a la etiqueta y compruebes que la miel haya sido sometida a un proceso de pasteurización o de altas temperaturas, para eliminar los posibles microorganismos patógenos.
¿Cómo tomar miel en el embarazo?
En general, se recomienda no superar las dos o tres cucharaditas de miel al día, siempre que se cumplan los requisitos necesarios para consumirla de forma segura.
Se puede tomar diluyéndola en una infusión o leche caliente, untada en una tostada con mantequilla, en forma de caramelos, etc.
¿Cómo saber si la miel está pasteurizada?
La miel pasteurizada es la que se ha sometido a un proceso de calentamiento entre 78 y 82 grados centígrados durante 2-3 minutos. Este proceso, además de eliminar las posibles bacterias con las que la futura mamá pueda contagiarse, ayuda a diluirla y a que permanezca líquida durante más tiempo. Por ello, la miel cruda, no pasteurizada, tiene un aspecto menos fluido y más compacto.
¿Puede la miel causar botulismo en el feto durante el embarazo?
Si la miel no ha sido sometida a un proceso de pasteurización y contiene esporas de clostridium botulinum, éstas podrían pasar al feto y causar botulismo. El botulismo es una enfermedad que puede afectar a los músculos y puede causar problemas en el aparato respiratorio e incluso la muerte.
Por ello, insistimos, es fundamental no ingerir miel cruda durante el embarazo.