Extracción prenatal de calostro: ¿qué es y cuándo se aconseja?

El calostro es la primera leche que el cuerpo de la mujer produce para su futuro bebé. Se caracteriza por ser más denso y tener un color amarillo o anaranjado.

El calostro es el alimento ideal para el recién nacido en los primeros días de vida por su alto contenido en inmunoglobulinas, proteínas y nutrientes esenciales.

Se ha observado que su producción se inicia semanas antes del nacimiento del bebé, por lo que es posible extraerlo con antelación.

La extracción prenatal de calostro no está recomendada en todas las embarazadas; únicamente se aconseja en casos especiales, como diabetes materna, entre otros, en los que es más probable que el recién nacido necesite un suplemento extra las primeras horas o días de vida.

¿En qué consiste la extracción prenatal de calostro?

La extracción prenatal de calostro consiste en la estimulación manual de la glándula mamaria semanas antes del nacimiento, con el objetivo de recoger estas gotas de “oro líquido” y almacenarlas para la llegada del bebé.

La extracción prenatal de calostro se puede iniciar desde la semana 36 del embarazo, siempre que no existan contraindicaciones.

El ginecólogo es quien enseña a la mujer cuándo y cómo realizar adecuadamente la extracción manual, así como los criterios de conservación y almacenamiento. También proporciona a la madre los materiales necesarios para que ella misma pueda hacerlo en el domicilio.

Con la estimulación diaria, se irán obteniendo pequeñas gotas, que pueden ser recogidas con una cucharita limpia o en jeringas.

El día del nacimiento del bebé, el calostro obtenido se transporta y se entrega en el hospital de nacimiento elegido.

¿En qué casos se recomienda la extracción prenatal de calostro?

Es de vital importancia que el bebé realice el contacto piel con piel inmediatamente después de nacer para lograr el agarre precoz al pecho materno.

Sin embargo, hay ocasiones en las que no es posible la succión directa del pecho durante las primeras horas. En este caso, podemos ofrecer el calostro que nos hemos extraído, utilizando, preferiblemente, técnicas que no interfieran con el posterior agarre al pecho, como el dedo-jeringa u otros métodos compatibles.

En otras ocasiones, los bebés experimentan situaciones complejas que requieren de suplementación, como bajos niveles de azúcar, pérdidas de peso importantes o incluso deshidratación, ¡y qué mejor forma de hacerlo que con el calostro de su madre!

Contacta a los profesionales en Atención Primaria si estás interesada en saber más sobre esta técnica vanguardista. Ellos te proporcionarán todo lo necesario para comenzar con la extracción y resolverán todas tus dudas.

Raquel Álvarez Pérez
Matrona del Centro de Salud de Foios (Valencia)