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Contacto piel con piel: los consejos de la especialista
El contacto piel con piel entre la mamá y el bebé es una práctica recomendada tras el nacimiento y se realiza en la gran mayoría de los hospitales debido a sus beneficios ampliamente demostrados. Conozcamos por qué es tan importante y cómo hacerlo correctamente con los consejos de la especialista Laila Casado.
Hoy en día, una de las recomendaciones para promover un parto respetado y la humanización del cuidado del bebé es permitir, siempre que sea posible, la técnica de piel con piel entre la madre o el padre con su bebé nada más nacer y durante su estancia en el hospital tras su nacimiento.
Organismos tan importantes como la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan lo siguiente: “El niño debe colocarse en contacto con la piel de su madre inmediatamente después del parto, durante al menos una hora, y debe alentarse a las madres, ofreciéndoles ayuda si es necesario, a reconocer los signos que indican que está preparado para comenzar a tomar el pecho” (abril, 2019).
Beneficios del contacto piel con piel para el bebé
Diversos estudios han demostrado que la técnica de piel con piel aplicada nada más nacer ofrece importantes beneficios para el bebé:
- Mejora notablemente las constantes vitales del bebé, ya que ayuda al recién nacido a regular su frecuencia cardiaca, su temperatura y el nivel de azúcar en sangre.
- Favorece que el bebé se sienta más tranquilo y seguro.
- Facilita la lactancia materna y un agarre espontáneo.
- Refuerza el vínculo madre/padre-hijo/a. El bebé, al encontrarse más relajado, disminuye sus niveles de hormonas de estrés. Esto le ayuda a establecer rápidamente el vínculo con su progenitor (“el apego”), lo que, a la larga, aportará grandes beneficios para su desarrollo neurológico, psicológico y, sobre todo, emocional.
Beneficios del contacto piel con piel para la madre
Pero el recién nacido no es el único que se beneficia de esta práctica, sino que también tiene efectos positivos para la mamá.
- En el momento del parto, el hecho de estar piel con piel ayuda a la madre a crear un fuerte vínculo con su bebé. Esto mejora su respuesta ante situaciones de estrés y disminuye su sensación de ansiedad. Es más, contribuye a reducir las probabilidades de sufrir depresión posparto más adelante.
- Asimismo, ayuda a establecer la lactancia materna de una forma temprana en aquellas mujeres que han decidido dar el pecho a sus hijos, ya que poner al bebé piel con piel con la madre le estimula a engancharse al pecho. No obstante, si has decidido no amamantar a tu bebé, esta técnica sigue estando recomendada debido a los beneficios que hemos mencionado anteriormente.
¿Cómo se práctica correctamente la técnica de piel con piel?
Es importante aclarar que esta técnica no consiste simplemente en poner al bebé en contacto con la piel de la madre, sino que se ha de hacer bien para evitar posibles riesgos.
- La pancita del bebé tiene que estar en contacto directo con el abdomen de su madre (o padre), y su carita, de lado, de manera que pueda respirar sin problema.
- Una vez se coloca al bebé en esta postura, es necesario cubrirlo por encima con una toalla o una mantita, y ponerle el gorro, especialmente después del parto, para evitar que el recién nacido pierda temperatura.
- Lo ideal sería que la mamá estuviera semiincorporada, para evitar posibles complicaciones en el bebé, y que el profesional sanitario acuda de forma intermitente para valorar la situación y comprobar que el pequeño está bien.
- Este primer contacto piel con piel entre la mamá y el bebé suele tener una duración de al menos una hora, y se puede prolongar hasta que la mamá y el papá lo deseen.
- ¿Y cuando el parto es por cesárea? Un parto por cesárea no es impedimento para hacer piel con piel, siempre que las condiciones de la mamá y del bebé lo permitan. Si la mamá no se encuentra bien y no puede practicarlo, normalmente, se deja que sea su pareja quien lo haga, para que el bebé pueda beneficiarse igualmente de todas sus ventajas.
¿En qué casos no se puede hacer piel con piel con el bebé?
Existen ocasiones especiales en las que los bebés no pueden realizar el piel con piel debido a que, por diferentes motivos, necesitan cuidados intensivos.
En estos casos, es importante que sepas que esta técnica ayuda muchísimo a los bebés a adaptarse al nuevo medio en el que se encuentran. Por esta razón, el personal sanitario que esté cuidando de tu bebé te animará a realizar piel con piel en cuanto sea posible.
Mientras tanto, existe también la posibilidad de que duermas con un trocito de tela pequeña y, al día siguiente, la pongas en la cunita donde se encuentra tu bebé. Esto le hará sentirse más cerca de su mamá y su papá y, en muchas ocasiones, le ayudará a estar más tranquilo y seguro.
Laila Casado
Matrona y CEO de Madre Mía Maternidad
www.madremiamaternidad.com
@madremiamaternidad