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Contracciones: ¿cómo saber si estoy de parto?
La fecha probable de parto se acerca y muchas futuras mamás empiezan a preguntarse si realmente sabrán reconocer las verdaderas contracciones de parto y el momento de acudir al hospital. La especialista Laila Casado responde a las dudas que más preocupan a las embarazadas sobre este tema.
El parto es un proceso fisiológico. Las mujeres sabemos parir, es algo innato, así que tú puedes hacerlo, y tengo la certeza de que sabrías cómo hacerlo, hayas realizado o no preparación al parto o leído o no mil artículos.
La suerte de hoy en día es que puedes llegar a ese momento mejor preparada. Esto te ayudará a tener una mejor experiencia y, sobre todo, a llegar con menos miedo al parto, un miedo que nos es transmitido por la sociedad en la que vivimos.
Haz una buena preparación al parto para tener recursos y herramientas para ese momento, asegúrate de que todo lo que lees está basado en la evidencia científica y está escrito por profesionales y, lo más importante, confía y ve tranquila.
¿Es normal empezar a tener contracciones desde la semana 30-32 de embarazo?
La respuesta es sí, siempre y cuando se traten de contracciones de Braxton-Hicks. ¿Cómo podemos diferenciar estas contracciones de las contracciones de parto?
Las contracciones de Braxton-Hicks no son dolorosas. Generalmente, lo que sientes es que se te pone el abdomen muy duro (¡casi como una piedra!) de manera intermitente y con una frecuencia irregular. A veces, te pueden ocasionar leves molestias en la parte baja de la espalda que cesan con el reposo.
Estas contracciones pueden comenzar a partir de la semana 30 de embarazo, pero esto es algo que depende de cada mujer, puesto que algunas comienzan a tenerlas un poco antes y otras, unas semanas más tarde.
Si estas contracciones son molestas o dolorosas, tienen una frecuencia regular y no cesan tras el reposo, pueden tratarse de contracciones de parto.
En caso de embarazo a término, es decir, si en ese momento estás de 37 semanas o más, la idea es que te quedes en casa hasta tener tres contracciones regulares cada diez minutos, siendo cada contracción de una intensidad alta y con una duración de 30-60 segundos cada una. Es, en este momento, cuando se recomienda acudir al hospital por labor de parto.
En caso de tratarse de un embarazo de menos de 37 semanas, si crees que estás teniendo contracciones de parto, se recomienda que acudas al hospital inmediatamente.
¿Sabré identificar que estoy teniendo contracciones de parto?
La respuesta es sí. Es posible tener un parto sin dolor, es decir, un parto en el que no se percibe el dolor de la contracción. No obstante, el porcentaje de mujeres a quienes esto les sucede es muy bajo.
Lo más probable es que sepas que estás de parto cuando empiezas con contracciones molestas y frecuentes, que van aumentando de manera progresiva en intensidad, frecuencia y duración. Y sabrás cuándo ir al hospital midiendo estos mismos parámetros: intensidad, frecuencia y duración de cada contracción de parto.
¿Qué tengo que hacer si empiezo a tener contracciones de parto?
Lo primero es determinar si tienes que acudir al hospital directamente (si estás de menos de 37 semanas de embarazo) o si tienes que esperar en casa (si estás de 37 semanas o más y tienes planificado tener un parto vaginal).
En caso de estar a término y tener que esperar en casa hasta estar en fase activa de parto, es igual de importante que descanses como que te mantengas activa, puesto que no sabes cuánto durará este proceso.
Si comienzas con contracciones muy leves, es mejor que descanses, porque, cuando las contracciones sean más intensas, el descanso se hará más difícil y podrás centrarte en la movilidad, la cual te ayudará a aliviar en parte el dolor de las contracciones.
Estos son algunos consejos para llevar mejor la intensidad de las contracciones:
- Céntrate en la respiración durante cada contracción: mantener una respiración profunda y lenta es muy importante para ayudarte a estar lo más relajada posible. De hecho, la clave del parto es conseguir estar relajada mientras estás teniendo una contracción.
- Date una ducha o un baño de agua caliente: el agua ayuda a muchas mujeres a relajarse y a aliviar esa intensidad, que causa molestias especialmente en la parte baja del vientre y de la espalda.
- Aplícate calor en la parte baja del vientre y de la espalda con una bolsa de agua caliente o un saco de semillas.
- Come pequeños snacks que te aporten mucha energía (frutos secos, chocolate, pequeños trozos de fruta, etc.) y mantente hidratada. Recuerda que un parto es como un maratón; necesitas energía para que tu cuerpo vaya avanzando en el trabajo de parto.
- Muévete: camina, sube y baja escalones o utiliza la pelota. El movimiento es la mejor técnica para ayudar a que el bebé se vaya encajando mejor en la pelvis. De esta manera, facilitarás la dilatación.
Recuerda que estos consejos van dirigidos a situaciones en las que tengas un parto a término y todo se esté desarrollando de manera fisiológica.
En caso de presentar sangrado igual o superior a una regla, sentirte mal, no sentir al bebé o sentir los movimientos del bebé muy disminuidos, comenzar con contracciones de parto en caso de embarazo prematuro o teniendo una cesárea programada, el consejo es siempre acudir a urgencias.
Laila Casado
Especialista y CEO de Madre Mía Maternidad
www.madremiamaternidad.com
@madremiamaternidad