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Dilatación en el parto: ¿cómo se mide y cómo se produce?
Cuánto tiene que dilatar una mujer para dar a luz, cuántos centímetros de dilatación hay que tener para el parto, cómo se mide la dilatación en el parto, por qué algunas mujeres no dilatan. ¡Todas las respuestas aquí!
En torno al tema de la dilatación en el parto, existen muchas dudas. Sin embargo, antes de dar respuesta a todas ellas, quiero decir que es muy importante que, para que la dilatación llegue a buen término, hay que tener plena confianza en el profesional que te acompañará en todo el proceso de dilatación, que es tu ginecóloga(o), ya que hay muchos factores implicados tanto físicos como emocionales.
¿Cuántos centímetros de dilatación hay que tener para el parto?
El período de dilatación comprende desde el inicio de la etapa prodrómica hasta que se alcanza la dilatación de 10 cm, también denominada dilatación completa. Clásicamente se han establecido dos fases en el período de dilatación: fase latente y fase activa de parto.
Las mujeres deben tener muy claro cuáles son los signos y síntomas que nos indican que el parto se encuentra en una u otra fase para establecer los cuidados y las acciones necesarias que favorezcan la evolución del proceso.
Siempre intento explicarles que hay una etapa que es propia de la mujer, que en este caso es la fase latente de parto, o como la denominamos nosotros fase prodrómica, y una fase en la que nosotros intervenimos, que se lleva a cabo en el hospital o en la clínica… con la ginecóloga(o), que es la fase activa de parto.
¿Cómo se mide la dilatación en el parto?
La fase latente de parto (fase prodrómica) comienza con la aparición de las contracciones y se acompaña del proceso de borramiento del cérvix y del inicio de la dilatación hasta los 3-4 cm.
Yo, para que las mujeres entiendan y visualicen bien el proceso, les explico que el útero es como una pera y que tiene que transformarse en una naranja. Normalmente, también les explicamos que, para comprobar la dilatación cuando hacemos un tacto vaginal, nosotros tocamos el cuello del útero para ver su consistencia (si está dura o blanda), su posición (si es anterior o posterior), su longitud 2-3 cm y su permeabilidad.
Inicialmente, nos valemos de nuestros dedos y decimos que el cuello del útero es permeable cuando entra un dedo o dos dedos. Así, normalmente, en la fase prodrómica, el cuello del útero puede estar cerrado y formado, o bien puede estar permeable: entran dos dedos holgados, que corresponden a 3-4 cm de dilatación.
En esta fase, las contracciones suelen ser poco frecuentes e irregulares en intensidad y la gestante las llevan bien. Aquí es donde es muy importante que se involucre la pareja para que refuerce la autoestima y apoye en todo el proceso. Puede ayudar en la respiración, con los masajes, la aromaterapia, la hidroterapia, etc. La pareja debe reforzar en todo momento a la mujer para que lleve bien las contracciones y lleguemos a la fase activa de parto.
Normalmente, cuando las contracciones son más regulares y dolorosas, la gestante y su pareja acuden a su hospital. Tras la valoración por parte de la ginecóloga(o), se decide si está en fase activa de parto. Recordemos 3-4 cm es que la mujer está dilatada y el cérvix borrado. Si es así, hay que quedarse en la sala de dilatación hasta llegar a la dilatación completa (10 cm) y entonces pasar a la fase de expulsivo.
Durante esta fase y siguiendo las indicaciones de la gestante repasaremos el plan de parto y continuaremos las actividades acordes a dicho plan. Valoraremos la dilatación y su evolución, que se hace con los tactos, haciendo los mínimos necesarios para comprobar dicha evolución.
Yo siempre explico a las mujeres que es muy importante que confíen en los profesionales, ya que el hecho de estar relajados hace que liberemos endorfinas que facilitarán la dilatación.
¿Por qué algunas mujeres no dilatan para el parto?
Dicho esto también hay que decir que hay gestantes que por cualquier razón no consiguen dilatar o que dilatan algo, pero no llegan a la dilatación completa.
Esto puede ser debido a diferentes factores y hay algunos que se pueden corregir, pero otros que no.
- Hay veces que el problema lo tiene la madre, pues hay pelvis que favorecen más el parto que otras.
- También puede producirse una desproporción materno-fetal, que hace que el parto no evolucione.
- Pueden tener lugar malposiciones del feto que hacen también que la dilatación no progrese. Normalmente, en estos casos, la ginecóloga o el ginecólogo valora la posición de la cabeza y, según la posición de las fontanelas, valora dicha posición y realiza movimientos y posturas en la gestante para favorecer la rotación de la cabeza y así favorecer el descenso de la cabeza por el canal de parto y la dilatación.
Por tanto, hay casos en los que no se llega a una dilatación completa y esto puede frustrar a la gestante y a su pareja, porque no han conseguido sus objetivos.
Aquí jugamos un papel muy importante como profesionales, ya que tenemos que insistirles en que se ha hecho todo lo posible para ayudar en la dilatación, pero que no ha evolucionado por diferentes motivos y que no es culpa de nadie. Estos casos pasan y hay que aceptarlos.
Eduardo Ferri Herrero. Especialista adjunto en el Hospital General de Valencia.