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¿Qué hago si mi hijo dice groserías?
Lavar “con agua y jabón” la boca de tu niña o niño para que deje de decir groserías no es una buena idea. Con esa amenaza sólo vas a conseguir asustarlo. Si quieres eliminar esa conducta te compartimos los errores que cometemos los padres y algunas estrategias.
- Estrategias para evitar que tu niña o niño diga groserías
- Evita decir groserías a tu hijo
- Reprime la risa si tu niña o niño dice una mala palabra
- Intenta no regañar a tu niño si lo escuchas decir una grosería
- Detente antes de amenazarlo con lavarle la boca con agua y jabón
- Procura que no vea programas con lenguaje altisonante
- Las etiquetas no funcionan
- Ayúdalo a manejar la ira
¿Tu niña o niño comenzó a decir groserías? ¿Está viendo algún programa de televisión en donde haya un lenguaje grosero? ¿Hay alguien en casa que se expresa con malas palabras?
Los niños más chiquitos dicen groserías, sin saber su significado, porque imitan a sus padres o alguna vez dijeron una y todos se rieron. En tanto, los más grandecitos pueden llegar a usar este tipo de palabras porque sus amigos las dicen, pero también las usan como una forma de expresión cuando están molestos o enojados. Sea cual sea el motivo por el cuál tu hijo dice groserías, las siguientes estrategias pueden ayudarte a frenar esa conducta o al menos darte ideas prácticas para que la vayas extinguiendo.
Estrategias para evitar que tu niña o niño diga groserías
Evita decir groserías a tu hijo
Si tú como mamá o papá hablas con groserías, ¿cómo esperas que tu hijo no las diga? Prediquemos con el ejemplo. Si quieres eliminar esta conducta en tu hogar, primero tienes que hacerte el propósito de no decir malas palabras frente a tus hijos. Tampoco ser grosero cuando estás enojado, pues “si usamos las groserías en una situación de amenaza lo más seguro es que no nos ayuden, ni tampoco tomemos una decisión efectiva para manejarla”, de acuerdo con Gerardo Sánchez Dinorían, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Reprime la risa si tu niña o niño dice una mala palabra
Cuando escuches a tu niña o niño decir una grosería la regla es no reírse. Comparte esta premisa con papá, abuelos, tías, tíos y primos. Nadie debe reírse, pues de lo contrario, tu peque pensará que es gracioso y las seguirá diciendo. Muchas veces, los niños no saben qué significan, pero al ver las caras de sorpresa de los adultos o escuchar sus risas, piensan que esta conducta es divertida y las siguen repitiendo.
Si tu hija o hijo es más grandecito y, por ejemplo, ya está en la primaria, no voltees a verlo con cara de sorpresa o susto. Continúa con las actividades que estás realizando de manera normal, sin darle tanta importancia. Asimismo, observa en qué momento está diciendo groserías ¿Está enojado? ¿Está charlando con sus amigos? Después, busca el momento para tener una charla pacífica con tu niña o niño. Dile que en casa no se habla con groserías y que por favor no las diga.
Intenta no regañar a tu niño si lo escuchas decir una grosería
Por lo general, la primera reacción de una madre o un padre al escuchar a su niña o niño decir una grosería es regañarlo. ¡No lo trates como si fuera un maleante! ¿Acaso tú no has dicho alguna mala palabra cuando vienes manejando y una moto se cruza con imprudencia? Esto no significa que le estés permitiendo a tu hijo decir mala palabras. Para la Academia Americana de Pediatría (AAP), pronunciar groserías es un comportamiento casi normal del desarrollo en la niñez media y la adolescencia temprana. “Para los niños, decir palabrotas es a menudo una forma de sentirse ‘sofisticados’ y de mostrar que no tienen miedo de ser un poco ‘malos’.
Detente antes de amenazarlo con lavarle la boca con agua y jabón
Estar a favor de la crianza respetuosa significa no asustar, amenazar o maltratar a tu niña o niño. Cuando la conducta comienza a hacerse repetitiva y hasta molesta, porque las palabras altisonantes salen fácilmente de su boca, sin que en casa se expresen de esa forma, lo que puedes hacer es evitar la comunicación cuando las dice y volver a entablar la conversación cuando se dirija de manera correcta contigo y sin palabrotas.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la violencia psicológica se expresa en insultos, gritos, descalificaciones e ironías, lo que genera graves y prolongados efectos en quienes la reciben como baja autoestima, estrés, ansiedad, dificultades para dormir y concentrarse en clases, además de un aprendizaje acerca de la violencia como forma de resolver conflictos”.
Procura que no vea programas con lenguaje altisonante
Otra de las causas por las cuales una niña o niño comienza a decir malas palabras se debe a lo que están viendo en la televisión, en el celular o tablet, pero también a lo que escucha. Muchos programas o canciones no son aptos para el público infantil. Sin embargo, que no escuche decir groserías será algo imposible, ya que son parte del lenguaje popular. Te recomendamos que vigiles lo que tu hijo consume en dispositivos electrónicos y hables con él al respecto, o bien que te apoyes en las aplicaciones de control parental de sus dispositivos.
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Las etiquetas no funcionan
Decirle a tu hija o hijo que es un “grosero”, un “mal educado” o un “majadero” por decir malas palabras, es ponerle etiquetas. La conducta no es correcta, pero eso no significa que tu niña o niño sea un maleante. Lo que debes hacer es acercarte de manera amistosa y decirle que no te gustan esas expresiones. En la medida en que los niños maduran, decir palabrotas pierde atractivo. ¿Qué hacer? Que tus hijos te escuchen decir buenas palabras: que expresen cariño y respeto.
Ayúdalo a manejar la ira
Hay niños que dicen groserías porque tienen dificultades para controlar la ira y la frustración. Un consejo es hacer alguna cosa que les guste, como salir a caminar, escuchar su canción favorita o leer.
La AAP recomienda premiar a los pequeños por expresar su frustración de manera correcta y sin decir palabrotas. ¿Cómo se hace? Necesitarás un frasco y, por cada día que tu hijo no diga groserías, deberás colocar una moneda dentro. Pero si dice malas palabras, tendrás que sacar una moneda. ¿Cuánto dinero podrá juntar tu hijo? Eso dependerá de si al final de la semana dijo o no groserías.
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¿Las groserías ya se han convertido en todo un tema en casa? ¿Cómo sueles reaccionar ante alguna mala palabra dicha por tu peque? ¡Cuéntanos en los comentarios!
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