Lo que come tu hijo es clave en su rendimiento académico: tips para una buena nutrición

Los niños en etapa escolar están en crecimiento, así que necesitan una nutrición que favorezca su desarrollo físico y motor, pero también el intelectual.

Un niño bien alimentado no sólo logra rendir mejor a lo largo del día, también en la escuela puede obtener un mejor aprovechamiento. En cambio, un menor con desnutrición tiene más dificultades para poner atención en clase, concentrarse para hacer las tareas en casa e incluso problemas para comunicarse y socializar con sus compañeros, explica la Nutrióloga Clínica y del Deporte Raquel Pérez de León García.

Un estudio publicado en la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética señala que una alimentación rica en nutrientes esenciales, con un aporte energético de acuerdo con las necesidades individuales, se asocia de manera significativa con un buen rendimiento académico. Esto es gracias a que ayuda a mantener la integridad del tejido nervioso, lo que contribuye a mejorar la capacidad cognitiva.

Además, agrega la especialista Perez de León García, una alimentación saludable ayuda a fortalecer sus defensas para combatir las infecciones que se contagian con tanta facilidad en las escuelas.

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¿Cómo debe ser la alimentación de los pequeños escolares?

 Los niños deben aprender a comer de todo. Esto significa que su alimentación debe incluir todos los grupos de alimentos: frutas, verduras, alimentos de origen animal, grasas saludables y cereales. Variar los sabores, texturas y consistencia de los alimentos que consumen es una buena idea para que san aceptados con más facilidad.

Una guía práctica a seguir, que sugiere la nutrióloga Raquel Pérez de León García, es el “Plato para Comer Saludable de Harvard para Niños”, en donde señala que: 

• La mitad del plato debe contener vegetales (frutas y verduras de muchos colores, no en jugo ni como papas fritas).
• Un cuarto del plato debe contener proteínas saludables (pescado, huevo, pollo y leguminosas y limitar las carnes rojas).
• El otro cuarto debe incluir granos integrales (arroz integral, quinoa, tortilla de maíz).
• Las grasas saludables como el aguacate, las nueces, aceite de oliva, cacahuates, también deben formar parte de la dieta diaria. 
• Para tomar, el agua natural debe ser la bebida principal en todas las comidas, evitando jugos y bebidas azucaradas. Los lácteos deben consumirse con moderación.

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“Alimenta” su cerebro

Aunque ya vimos que es imprescindible comer de todo, hay algunos alimentos en particular que contribuyen a fortalecer el desarrollo cognitivo, así que no olvides incluirlos en su dieta:

• Pescados como salmón, trucha o atún. Gracias a su contenido en ácidos grasos omega-3, hay una buena comunicación entre las células del cerebro, lo que mantiene la salud mental en óptimas condiciones, se previenenla depresión y se favorecen la memoria y concentración.
• Almendras, nueces, cacahuates, aceite de oliva. Son alimentos ricos en grasas omega-6, iguales de importantes para el cerebro, como los omega-.
• Huevo. Contiene proteínas que ayudan a prevenir el daño a las neuronas.
• Avena. Es rica en vitaminas del complejo B, la cual reduce el estrés y la fatiga mental.

La importancia del desayuno y el lunch

Entre todos los tiempos comida, se ha encontrado que la asociación positiva más fuerte con el rendimiento se obtiene con la ingesta de desayuno y luego con calidad de la dieta en general, por eso es muy importante que los niños vayan desayunados al colegio y que también lleven su lunch. La nutrióloga Raquel Pérez de León García señala algunas pautas al respecto:

• Los niños deben comer, por lo menos, cada 3 o 4 horas.
• Es importante acostumbrarlos a desayunar antes de salir de casa.
• Tanto el desayuno como el lunch deben ser comidas completas, es decir, que incluyan proteína saludable.
• No es recomendable desayunar cereal con leche ni únicamente fruta o pan, pues no son desayunos completos y la mayoría de los cereales son altos en azúcares.

Hábitos, clave para una buena nutrición

Somos, en gran parte, lo que comemos. Y nuestros hijos son, en consecuencia, lo que les damos de comer. Si queremos niños bien nutridos y que rindan en sus actividades durante todo el día, llámese escuela, juego, pasatiempos y un buen desarrollo, entonces empecemos por considerar las siguientes pautas que nos comparte la nutrióloga entrevistada:

• La tarea de mamás y papás es elegir los alimentos que las van a ofrecer a sus hijos. Ellos, por su parte, decidirán cuánto comer de los alimentos que les proporcionemos. 
• No los obligues a terminarse el plato, pues así no estarás respetando su sensación de saciedad y los estarás forzamos a “comer por comer”.
• Evita lo más posible el consumo de azúcares, alimentos procesados y comida chatarra, que no aportan nutrimentos indispensables para la salud y están relacionados con sobrepeso y enfermedades crónicas, como la diabetes. 
• Edúcalos a no comer frente a las pantallas, pues el cerebro no registra lo que comen y nunca se quedan satisfechos. Un niño puede terminarse un paquete completo de dulces o galletas viendo la televisión. 
• Hay que elegir alimentos saludables para toda la familia. Los adultos somos su ejemplo. 
• Comer en familia en medida de lo posible y en un ambiente relajado y positivo. 
• Junto con la alimentación, es importante que sigan el hábito del ejercicio, todos los días, desde pequeños. 

Como hemos visto, seguir una buena alimentación es fundamental para el óptimo desarrollo y crecimiento de nuestros niños, para que tengan una excelente calidad de vida y saquen todo ese potencial en la escuela. Si los ves con sueño, cansados y con una pobre interés y participación en sus actividades escolares, como te decíamos al principio, es momento de revisar los alimentos que les estás ofreciendo. ¡No los prives de una infancia sana y feliz!

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