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12 alimentos que no se pueden dar a los niños según su edad
¿Sabías que algunos alimentos están prohibidos en el primer año de vida del bebé e incluso más adelante? ¡Conoce los 12 alimentos que no debes dar a tu hijo según su edad!
- 1. Miel
- 2. Leche de vaca entera
- 3. Frutos secos enteros
- 4. Pescado con alto contenido en mercurio y mariscos
- 5. Alimentos ultraprocesados o con exceso de sal y azúcar
- 6. Huevo crudo o poco cocido
- 7. Carnes poco cocidas o embutidos
- 8. Uvas enteras y otros alimentos pequeños y redondos
- 9. Jugos y refrescos
- 10. Infusiones y Tés
- 11. Verduras de hoja verde
- 12. Bebidas y tortitas de arroz
- En conclusión
- Referencias y bibliografía
Cuando los bebés cumplen seis meses, llega un momento emocionante tanto para ellos como para los padres: el inicio de la alimentación complementaria. Sin embargo, es importante saber que no todos los alimentos son adecuados para los más peques de la casa desde el principio. Algunos deben evitarse hasta que el sistema digestivo e inmunológico del bebé esté más desarrollado, y otros, por seguridad alimentaria, se deben introducirse hasta etapas posteriores.
A continuación, te presentamos una guía sobre los alimentos que no deben incluirse en la dieta de un bebé antes de su primer año de vida (e incluso más tarde en algunos casos), y las razones que hay detrás de estas recomendaciones.
Infografía Mi bebé y yo: 12 alimentos que no se pueden dar a los niños según su edad
1. Miel
La miel puede contener esporas de Clostridium botulinum, una bacteria que puede causar botulismo infantil. Aunque en adultos el sistema inmunológico puede manejar estas esporas, los bebés menores de un año no tienen un sistema digestivo e inmunológico suficientemente desarrollado para combatirlas y puede resultar en una enfermedad grave que afecta al sistema nervioso y causa debilidad muscular, dificultades respiratorias y, en casos extremos, puede ser fatal.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) advierte de que el riesgo de botulismo infantil está presente incluso con cantidades mínimas de miel y, por tanto, se recomienda evitar este alimento completamente en el primer año de vida.
Se puede ofrecer a los niños a partir de los 12 meses, pero siempre con mucha moderación, ya que la miel es un alimento con alto contenido en azúcar.
2. Leche de vaca entera
La leche de vaca entera es difícil de digerir para los bebés y puede causar irritación intestinal y sobrecarga renal. Además, no contiene la proporción de nutrientes adecuada que los más peques necesitan para su crecimiento, y el consumo prematuro de leche de vaca puede aumentar el riesgo de anemia.
Hasta el primer año de edad, los bebés deben tomar leche materna o de fórmula. Y, a partir de los 12 meses, es cuando se puede ir introduciendo la leche de vaca.
3. Frutos secos enteros
Los frutos secos enteros, como nueces o almendras, representan un alto riesgo de asfixia en los niños pequeños debido a su tamaño y dureza.
Es un grupo de alimentos que puede introducirse a partir de los seis meses para evaluar la tolerancia, pero en forma de cremas o versiones trituradas.
A partir de los 5 o 6 años, o cuando el niño pueda masticar correctamente, se podrán empezar a ofrecer frutos secos enteros.
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4. Pescado con alto contenido en mercurio y mariscos
Los pescados azules de gran tamaño contienen altos niveles de mercurio, un metal tóxico que puede afectar al desarrollo del sistema nervioso del bebé. Es preferible optar por pescados con bajo contenido en mercurio, como las anchoas, las sardinas o el salmón.
La AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) recomienda evitar el atún rojo (Thunnus thynnus), el pez espada, el emperador, el lucio y los derivados de tiburón (azul, cría, galludo, gato y mako) hasta los diez años de edad.
Los mariscos pueden ser alérgenos comunes y también estar contaminados con bacterias o toxinas. Algunos se pueden ofrecer a partir de los seis meses (almejas, camarones, mejillones...), bien cocidos y evitando las cabezas, ya que es la parte que contiene cadmio y mercurio.
5. Alimentos ultraprocesados o con exceso de sal y azúcar
Los alimentos procesados, ricos en azúcar y sal, pueden sobrecargar los riñones inmaduros del bebé y contribuir al desarrollo de malos hábitos alimenticios desde edad temprana.
Además, el consumo excesivo de azúcar altera la percepción del sabor dulce y se relaciona con problemas de salud, como la obesidad y la diabetes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda evitar el azúcar hasta los dos años, y reducir al máximo su consumo después de esta edad.
6. Huevo crudo o poco cocido
El huevo crudo o poco cocido puede contener bacterias como la Salmonella, que provoca infecciones graves en los niños.
El huevo puede introducirse a partir de los seis meses, pero siempre bien cocido, ya que así se asimilan mejor las proteínas y vitaminas del huevo y se reduce el riesgo de posibles alergias.
Para ofrecerle el huevo crudo o poco cocido, es recomendable esperar hasta a los tres años, momento en el que podremos empezar a introducirlo en forma de huevo estrellado o al sartén, o como ingrediente de mayonesas caseras, por ejemplo.
7. Carnes poco cocidas o embutidos
Las carnes crudas o poco cocidas pueden contener bacterias dañinas, como la Escherichia coli o la Listeria, que pueden afectar gravemente a los niños.
En cuanto a los embutidos, suelen contener grandes cantidades de sal, nitritos y otros conservadores.
La carne bien cocida puede introducirse a partir de los seis meses, pero hay que evitar ofrecer embutidos y carnes procesadas hasta los 2 o 3 años.
8. Uvas enteras y otros alimentos pequeños y redondos
Alimentos como las uvas enteras, las salchichas, los tomates cherry, las palomitas o las zanahorias crudas pueden bloquear fácilmente las vías respiratorias del bebé y causar asfixia.
Es necesario evitar los alimentos duros, pequeños y redondos hasta los 5 o 6 años. Si queremos dárselos antes, debemos cortar en otra forma o buscar alternativas (cocinar, moler, picar…).
9. Jugos y refrescos
Los jugos, incluso los naturales, contienen altas cantidades de azúcar que pueden dañar los dientes en desarrollo y contribuir al sobrepeso.
Los refrescos, por su parte, no aportan ningún valor nutricional y pueden interferir con la absorción de nutrientes esenciales.
Se aconseja evitar los jugos antes del primer año, y limitar su consumo posterior. Los refrescos no son recomendables a ninguna edad.
10. Infusiones y Tés
Tanto la OMS como la Asociación Española de Pediatría (AEP) desaconsejan las infusiones y tés en los bebés menores de un año porque desplazan el consumo de leche materna o de fórmula y presentan riesgo de toxicidad.
Además, algunos componentes presentes en algunos tés, como los taninos, pueden interferir con la absorción de ciertos nutrientes esenciales, como el hierro.
Aunque las infusiones y tés son percibidas como naturales, las hierbas pueden desencadenar reacciones alérgicas en algunos niños. Además, la respuesta del organismo infantil a ciertos compuestos herbales puede ser impredecible, y, en algunos casos, pueden presentarse efectos secundarios no deseados.
11. Verduras de hoja verde
La AEP recomienda no ofrecer verduras de hoja verde, como las espinacas, las acelgas, la borrega y el betabel a bebés menores de 12 meses debido al alto contenido de nitratos en estas verduras.
Los nitratos pueden convertirse en nitritos dentro del organismo, y los nitritos se unen a la hemoglobina, formando metahemoglobina. Esto reduce la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, lo que puede provocar una condición llamada metahemoglobinemia, también conocida como "síndrome del bebé azul", que causa síntomas como dificultad para respirar, palidez y fatiga.
A partir del año de vida, se pueden incluir espinacas y acelgas, pero con moderación, en la dieta del peque. Para la borrega, también conocida como rabo de alacrán, habrá que esperar a los tres años.
12. Bebidas y tortitas de arroz
El arroz es un alimento que genera mucha controversia debido a su contenido de arsénico. Puedes dárselo a tu bebé a partir de los seis meses, siguiendo las siguientes recomendaciones:
- Compra arroz nacional. El arroz mexicano tiene menos arsénico que el de origen asiático.
- Remójalo un mínimo de cuatro horas.
- Cocínalo con abundante agua y desecha el sobrante de la cocción.
Siguiendo estas indicaciones, el arroz es un alimento seguro para los bebés. Puedes ofrecer arroz blanco o integral sin problema.
Sin embargo, evita darle a tu hijo bebidas de arroz o alimentos elaborados con este, como los fideos o las tortitas de arroz, antes de los seis años. Si se consumen después de esa edad, debe ser de manera ocasional.
En conclusión
La introducción de alimentos en la vida de un bebé es un proceso delicado y lleno de aprendizajes. Ofrecer los alimentos adecuados en el momento oportuno, no solo asegura una nutrición óptima, sino que también ayuda a prevenir complicaciones de salud y alergias alimentarias. Ante cualquier duda, siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud.
Tu bebé está en una etapa clave de su desarrollo, y brindarle una base alimentaria segura y saludable será fundamental para su bienestar a largo plazo.