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Leches de crecimiento: ¿por qué son buenas para el niño?
La alimentación del niño es fundamental durante los primeros tres años de vida. Sin embargo, durante esta etapa muchos niños presentan carencias en nutrientes tan importantes como el Omega 3 DHA y el hierro. Una buena opción para garantizarles su aporte son las leches de crecimiento. Te lo explicamos.
Durante los primeros tres años de vida la alimentación juega un papel clave en el desarrollo del niño, por lo que es importante que sea lo más saludable posible para el pequeño. Sin embargo, algunos niños presentan carencias en nutrientes clave para su desarrollo durante esta etapa, como el Omega 3 DHA, el hierro, la vitamina D o el yodo. Ello se debe a un déficit en la ingesta de estos nutrientes en la dieta infantil, posiblemente debido a varios factores: el niño rechaza ciertos alimentos, los hábitos en alimentación de los padres influyen en la cesta de la compra, etc.
El Omega 3DHA es fundamental para el desarrollo del cerebro y, sin embargo, los niños ingieren menos del 50% de la cantidad diaria recomendada. Por otro lado, el hierro también tiene un papel clave en el desarrollo cognitivo y, sin embargo, el 64% de los niños no alcanzan la ingesta diaria recomendada. Ante esta problemática, una buena solución para garantizar el aporte de estos nutrientes en la alimentación de los niños, especialmente de 1 a 3 años y a partir de los 3 añitos, son las leches adaptadas o leches de crecimiento. Se trata de una alternativa útil y práctica para aportar estos nutrientes en la alimentación del niño, ya que la leche forma parte de su dieta diaria.
Leches de crecimiento, buenas para una dieta equilibrada
Durante los primeros seis meses de vida la leche materna le aporta al bebé todos los nutrientes que necesita para desarrollarse. Sin embargo, a partir de los seis u ocho meses de edad, las necesidades nutricionales del niño aumentan y ello obliga a incorporar otros alimentos en su dieta. Entre los nutrientes que el pequeño necesita para desarrollarse correctamente destacan el Omega 3 DHA y el hierro, presentes en varios alimentos. Actualmente, muchos niños presentan carencias de estos nutrientes, claves para su desarrollo cerebral, cognitivo y motriz. Para contrarrestar los efectos de esta carencia, los especialistas recomiendan que los niños de 1 a 3 años tomen leches de crecimiento para asegurar un buen desarrollo de su sistema nervioso, cognitivo, motriz e inmunológico.
Según los expertos, es preferible que los bebés consuman leche de crecimiento, adaptada a sus requerimientos nutricionales específicos, ya que su sistema renal todavía no ha madurado lo suficiente como para poder procesar adecuadamente las proteínas y las grasas saturadas que contiene la leche de vaca. En este sentido, la leche adaptada es una alternativa útil y práctica para incoporar los nutrientes que el niño necesita en su alimentación diaria, especialmente en Omega 3 DHA y hierro.
Los ácidos grasos Omega 3 DHA
Los niños tienen unos requerimientos nutricionales muy específicos, ya que están en continuo desarrollo, crecimiento y aprendizaje. En este sentido, los ácidos grasos Omega 3 DHA desempeñan un papel importante en el desarrollo del cerebro y la retina durante el desarrollo fetal y los dos primeros años de vida. De hecho, el Omega 3 es el ácido graso más abundante en el cerebro y resulta primordial para su formación, estructura y funcionamiento, ya que proporciona fluidez a las membranas cerebrales. Según los datos publicados por la EFSA (European Food Safety Authority) en 2013, la ingesta de ácidos grasos Omega 3 ALA y DHA en niños es baja en Europa, por lo que debe prestarse una especial atención a que los pequeños reciban una ingesta adecuada de este nutriente.
El hierro
El hierro es un mineral esencial para el óptimo desarrollo mental, motriz y conductual del niño, que está presente en todas las células del cuerpo y que interviene directamente en la formación de la hemoglobina y los glóbulos rojos. Sin embargo, a pesar de la importancia que tiene para el correcto desarrollo cognitivo, el 64% de los niños no alcanzan las cantidades recomendadas de este nutriente. Según los expertos, muchos niños de 1 a 3 años presentan carencias nutricionales de hierro debido a una alimentación desequilibrada. Con el fin de poner fin a la carencia de este nutriente, así como de Omega 3 DHA, los pediatras recomiendan la leche de crecimiento en la alimentación diaria de los niños de 1 a 3 años.