Higiene íntima: consejos para su cuidado

12 Dec 2023
Higiene intima en el embarazo

Durante el embarazo, y también después del parto, la higiene íntima requiere ciertas precauciones, con el fin de evitar infecciones y otros inconvenientes. Veamos qué cuidados debes tener en cuenta para proteger tu zona íntima siempre, pero, sobre todo, en aquellos períodos en los que es más vulnerable.

Durante el embarazo, la nueva situación hormonal influye sobre la parte más externa del aparato genital femenino: se produce un relajamiento de toda la musculatura de la vagina y de la vulva, lo que contribuye a preparar el canal del parto para que el niño pueda pasar por él.

En este período, los tejidos retienen más líquidos, por lo que la piel está más hinchada y blanda. Esto también supone una mayor secreción de la mucosa vaginal; las paredes de la vagina, al ser ricas en líquidos, producen pérdidas más abundantes que las que se dan en un estado normal. 

Estas pérdidas son la principal defensa de los genitales, pues, a través de ellas, se eliminan los gérmenes que podrían provocar infecciones. Sin embargo, también se convierten en un terreno fértil para el desarrollo de microorganismos, al permanecer sobre los genitales externos.

Asimismo, durante el embarazo, y debido a las hormonas, se altera el pH vaginal y se vuelve menos ácido, lo que hace que los genitales estén todavía más desprotegidos frente a divertos tipos de infecciones, como la candidiasis, por ejemplo.

Por lo tanto, una correcta higiene íntima es fundamental para evitar infecciones durante el embarazo. 

No obstante, existen otra serie de factores que pueden alterar el equilibrio de esta zona de nuestro cuerpo en otros períodos de nuestra vida, como la ingesta de antibióticos, el estrés, el uso de ropa muy ajustada y no transpirable, etc. En consecuencia, siempre es importante cuidar de nuestra zona íntima con una higiene adecuada.

Consejos para un higiene íntima correcta

  1. Debemos emplear jabones para la higiene íntima al menos una vez al día, y enjuagarnos solo con agua templada el resto de las veces. 
  2. La zona genital debe lavarse con agua corriente. Es mejor no llenar la tina de baño para no utilizar el agua estancada.
  3. La higiene de los genitales debe empezar por la vulva, para luego avanzar hacia la zona anal, y no al revés. Con ello, evitaremos que los microorganismos presentes en el recto entren en contacto con la vagina.
  4. Debemos secar la zona sin frotar, con ligeras presiones.

La importancia de elegir un jabón específico para cada período

  • Es preciso escoger un jabón específico para la higiene íntima, que limpie, pero que no altere la flora vaginal. Un buen producto no debe contener sustancias aromáticas, que pueden irritar las capas más superficiales de la mucosa genital.
  • El pH fisiológico de la región vulvar y perianal se sitúa entre 4 y 8, dependiendo de la fase del ciclo menstrual, de si la mujer está embarazada o de si ha entrado en la menopausia, por lo que, para su higiene íntima, deberán utilizarse productos con un pH parecido y adecuado a cada período.
  • Sin embargo, a pesar de utilizar un producto específico para la higiene íntima, pueden producirse pequeñas irritaciones de las capas superficiales de la mucosa, debidas, por ejemplo, al roce de la piel con la ropa interior. Si esto ocurre, la irritación podrá remediarse con el empleo de geles protectores especiales, que deben aplicarse después de lavarse.
  • ¿Y si no estamos en casa? Podemos utilizar toallitas para la higiene íntima, que se suelen presentar herméticamente cerradas en envases individuales.

 

REDACTORA MI BEBÉ Y YO. Coordinadora de la sección Mujer Hoy, y experta en embarazo, bebés y niños.