Tratamientos naturales para el insomnio en el embarazo

30 Sep 2024
Tratamientos naturales para el insomnio en el embarazo

¿Te resulta difícil dormir, tienes un sueño agitado y te despiertas temprano? Es normal, durante el embarazo. Descubre cómo mejorar la situación con hierbas medicinales, flores de Bach y aceites esenciales.

Durante el embarazo, el ritmo sueño-vigilia se altera ligeramente: debido a los cambios hormonales y al tamaño de la pancita, a medida que la fecha del parto se acerca, dormir bien se vuelve siempre más difícil. Pero es suficiente con tener algunas precauciones para mejorar la situación, con un gran beneficio para el cuerpo y la mente.

Los problemas del sueño durante el embarazo

Dormir bien es muy importante para la salud de nuestro organismo: sirve para que los órganos ralenticen sus funciones y descansen un poco, y para que el cerebro elabore las informaciones recibidas durante el día. Cada noche, se compone de 4/5 ciclos de sueño, el primero de 90 minutos y los siguientes más cortos: durante estos ciclos, se alternan las fases “NO REM” (durante las cuales el descanso se vuelve más profundo de forma gradual) y las “REM” (caracterizadas por los sueños). Sólo la secuencia correcta de estas fases hace que el sueño sea fisiológico y restaurador, algo que no siempre ocurre durante la gestación, sobre todo en el primer y tercer trimestre.

El sueño en el primer trimestre de embarazo

Al principio, lo que más afecta al sueño son los cambios hormonales típicos del embarazo. Sobre todo, el aumento de producción de progesterona, que debe “preparar” el útero para la implantación del embrión y su mantenimiento. Si bien, por un lado, esto puede provocar somnolencia durante el día, por el otro, contribuye a aumentar la temperatura corporal de la mujer: este fenómeno, al contrario de lo que se piensa, hace que dormir sea más difícil. Además, se ha demostrado que la duración de la fase REM es cada vez más corta, haciendo que el descanso sea menos eficaz y, por lo tanto, que la mujer esté más nerviosa y estresada.

El sueño en el segundo trimestre de embarazo

A partir del mes 5-6 mes de embarazo, también entra en juego el peso de la pancita, que, al crecer, comprime algunos órganos, como el estómago y la vejiga, provocando despertares repentinos. Esto se debe a la sensación de pesadez, al reflujo gastroesofágico y a una necesidad impelente de orinar. Además, muchas mujeres no consiguen dormir boca abajo. Encontrar una posición cómoda para dormir se vuelve más difícil.

El sueño en el tercer trimestre de embarazo

La ansiedad debida a la toma de conciencia de estar a punto de convertirse en madre y los movimientos del bebé también influyen. A partir del 6-7 mes de embarazo, puede ocurrir que la mujer se despierte por la actividad del feto, muy activo en las horas nocturnas para preparar a la futura mamá para la lactancia: muchos estudios han evidenciado que, en los últimos meses, la mujer embarazada tiende a despertarse en las mismas horas en las que el pequeño reclamará sus tomas de leche.

Durante el tercer trimestre, tiene lugar un aumento progresivo de oxitocina, la hormona que provoca la contracción de los músculos lisos del útero entrenándolos para el trabajo de parto. Se trata de una hormona que proporciona fuerza y energía, pero que también provoca agitación, insomnio y susceptibilidad. Además, en este período, es fácil tener sueños relacionados con el trabajo de parto y el proceso de separación, así como tener miedo por la salud del bebé y el éxito del parto.

Finalmente, muchas futuras mamás pueden sufrir el “Síndrome de las Piernas Inquietas”, una imparable necesidad de mover las extremidades incluso antes de dormir, que muchas veces se acompaña, por la noche, de hormigueo, calambres y movimientos involuntarios de las piernas parecidos a temblores.

 

Los consejos de las buenas noches

La ayuda de las hierbas medicinales

Para dormir bien, se puede recurrir a las hierbas y a los productos naturales. Pero, cuidado: todos los productos deben comprarse en la farmacia o en una tienda naturista y deben usarse solo tras haber consultado a un especialista. Hay muchas plantas medicinales que pueden usarse durante el embarazo. Por ejemplo, es muy bueno tomar infusiones por la tarde y por la noche a base de:

- Melisa: relaja los músculos, tranquiliza, calma, alivia las náuseas y los vómitos. Es adecuada, sobre todo, para quienes tienen muchos compromisos y no saben cómo afrontarlos.

- Tilia: es útil para los trastornos del sueño, sobre todo en invierno, porque también trata el resfriado.

- Pasiflora: es útil cuando el insomnio es debido a estados de ansiedad o a problemas del aparato gastrointestinal (cólicos hepáticos, irritación del colon).

- Manzanilla: está indicada en caso de insomnio debido a problemas de digestión.

 

Para preparar una buena infusión, hay que verter agua hirviendo en una taza de 200 ml en la que ya hayas echado una cucharada de la hierba que compraste. 15 minutos después, el líquido se filtra y se endulza con miel para potenciar su efecto.

Flores de Bach para reequilibrar las emociones

Otra ayuda delicada, suave y sin efectos secundarios procede de las Flores de Bach, cuyos remedios se constituyen de mezclas de agua, flores y un alcohol para destilarlas. La acción curativa se manifiesta relajando presiones y preocupaciones, y reequilibrando las emociones. Una vez más: nunca consumas ningún producto herbolario o natural sin haber consultado antes a tu ginecólogo. Los principales remedios usados durante el embarazo son:

- Granada: la flor de la granada, simbólicamente relacionada con el embarazo, es el mejor remedio. Contiene y protege, en su interior, sus preciadas semillas. Es una flor que ofrece apoyo a las mujeres que se sienten confusas e incapaces de conciliar la maternidad y la realización profesional.

- Castaña roja: se usa si hay una preocupación excesiva por la salud del bebé.

- Mimulus: ideal si la mujer tiene miedo al parto.

- Achicoria: para las mujeres que se preocupan más por los demás que por sí mismas, y que no consiguen pedir ayuda.

- Pino: para las que piensan que no hacen bastante por el bebé que llevan dentro, no sienten el instinto maternal y se sienten culpables.

- Nogal: ayuda a adaptarse a la nueva condición de padres.

 

Un agradable masaje

Para las que quieren mimarse o ser mimadas, tenemos a disposición ese maravilloso instrumento que son nuestras manos, con las que podemos hacernos pequeños masajes y dígito-presiones, también con el uso de aceites esenciales.

- Para predisponerse al sueño y al buen humor, se pueden masajear de forma circular dos puntos: el que se encuentra delante de la oreja, donde se articula la mandíbula, y el que está detrás del cuello, justo debajo de la zona central de la nuca.

- Para atenuar la presión y el nerviosismo es muy bueno masajear la frente delicadamente con los pulgares, partiendo del centro hacia las sienes, como si se estiraran las páginas de un libro.

- Un masaje muy agradable y relajante es el de la llamada “área de la alegría”, que se encuentra en la parte interior de las muñeca, donde se une con las manos, entre las dos líneas llamadas “pulseras de Venus”.

 

El sueño viene… comiendo

Los trastornos del sueño pueden prevenirse también en la mesa, eliminando alimentos hipercalóricos y evitando “hincharse” por la noche, lo que hace que digestión sea más lenta. También hay que evitar sustancias excitantes como el café y el té, los refrescos de cola, el chocolate, las bebidas alcohólicas y el vino: los dos últimos, además de estar contraindicados durante el embarazo, al principio, relajan y dan somnolencia, pero después causan insomnio.

También la carne de cerdo, los embutidos y los quesos curados deberían evitarse. No sólo causan sed, obligando a la mujer a levantarse por la noche para beber agua, sino que también contienen tiramina, una sustancia que libera norepinefrina en el cerebro, una molécula que estimula el sistema nervioso.

Es mejor prepararse una cena ligera a base de pan, pasta, arroz, pollo o atún, y legumbres, alimentos que contienen triptófano, un aminoácido que estimula el cerebro para que produzca serotonina (la sustancia que favorece el relax y ayuda a dormir). Otras sustancias útiles para combatir el insomnio son la levadura de cerveza, el pescado y las nueces, ricos en vitamina B y magnesio.

Veinte minutos antes de irse a la cama, es recomendable tomar calcio, una especie de tranquilizante natural que ayuda a distender los músculos y que es útil también contra los calambres nocturnos. También es muy bueno tomar un vaso de leche tal tiempo endulzada con miel, pero, si el ardor de estómago impide conciliar el sueño, es mejor optar por un yogur, es más ligero.

Edurne RomoEdurne Romo
Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza