¿Hipertensión en el embarazo? ¡Come menos sal!

11 Dec 2024
¿Hipertensión en el embarazo? ¡Come menos sal!

La hipertensión, bastante frecuente en las mujeres embarazadas, necesita un cuidado especial. De hecho, podría ser una señal de patologías más peligrosas, como la preeclampsia y la eclampsia.

Una persona hipertensa es una persona que demuestra, al menos en dos ocasiones, una presión máxima (sistólica) de 140 mmHg o una presión mínima (diastólica) de 90 mmHg. A pesar de ser bastante frecuente, la hipertensión en el embarazo necesita una atención especial porque puede ser síntoma de otras patologías. En este sentido, las formas más peligrosas son las que están relacionadas con la preeclampsia y la eclampsia, patologías serias que, si no se tratan de forma adecuada, pueden provocar consecuencias tanto para la mamá como para el feto. Si aparecieran estas patologías, el ginecólogo será el único en poder expresarse sobre el tratamiento más oportuno. Sin embargo, muchas veces la hipertensión durante el embarazo tiene otras causas, y para tener bajo control la situación es suficiente con alimentarse de forma adecuada.

Las reglas para la prevención

- Reduce el consumo de sal. El sodio facilita la retención de líquidos y provoca un aumento del volumen sanguíneo que favorece el estado de hipertensión y dificulta el trabajo del corazón. Es útil quitar la sal de la mesa, pero también hay que limitar el uso de alimentos naturalmente ricos en sal.

- No exageres el uso de conservadores.

- Lee las etiquetas de los alimentos procesados (muchos aditivos contienen sodio, como el glutamato monosódico, el nitrato, el nitrito, el citrato, el sorbato de sodio).

- Limita el consumo de quesos salados (como el feta o algunos quesos de cabra).

- Evita el uso de condimentos ricos en sodio (caldo de pollo concentrando, salsa de soya, catsup, mostaza).

- En el supermercado, compra los productos que contienen menos sal (tostaditas hiposódicas, pan sin sal).

- Evita los tentempiés salados, por ejemplo, papas fritas y palomitas de maíz.

- Usa hierbas aromáticas y especias en lugar de la sal. Para que las comidas tengan un sabor más intenso, puedes usar tu imaginación utilizando especias como orégano, tomillo o romero. Si no quieres renunciar al sabor de la sal, puedes usar la sal dietética hiposódica, creada para las personas que sufren de hipertensión.

- Controla las calorías: muchas veces, la hipertensión se debe a un exceso de peso corporal.

- No exageres con las grasas, y sobre todo con las grasas animales, como la mantequilla. Esta precaución es útil también para reducir el colesterol que, actuando en las paredes de las arterias, empeora la condición de hipertensión.

- Come muchas verduras: la mayoría de los productos de la huerta son ricos en potasio, que tiene una acción contrastante para el sodio y ayuda a tener bajo control la presión. Además, las fibras contenidas en estos alimentos obstaculizan la absorción intestinal de colesterol.

Edurne RomoEdurne Romo
Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza