Cuando afrontas el segundo embarazo, es normal que te hagas muchas preguntas, que lo compares con el primero y que quieras descartar que se repitan determinadas circunstancias. ¿Será igual que el embarazo de mi primer hijo? Hay dos cosas que las futuras mamás, embarazadas de su segundo hijo, deben tener en cuenta:
- Tras el primer parto, el cuerpo de la mamá experimenta algunos cambios que facilitarán los futuros embarazos y partos. Los tiempos de adaptación del cuerpo de la mujer se reducen a la mitad, los trastornos típicos del embarazo disminuyen, los tejidos son más elásticos, queda la movilidad ósea, el cuello del útero es más blando y los tiempos de la expulsión también se reducen, prácticamente, a la mitad.
- Si el médico no indica lo contrario, en el segundo embarazo, no tienen por qué repetirse las complicaciones sufridas en el primer embarazo o un parto difícil. El dolor de espalda, la sensación de náuseas, la duración del trabajo del parto, el recurso de la cesárea… Es posible que sean totalmente diferentes en el segundo embarazo.
Primer y segundo embarazo: cuáles son las diferencias
- ¿La pancita crecerá antes?
Sí. Los músculos del abdomen están un poco más relajados y, por lo tanto, se adaptan enseguida a las modificaciones del embarazo. En una mujer primeriza, la pancita no es evidente hasta el quinto o sexto mes; mientras que, en el segundo embarazo, es posible que la pancita se note alrededor del tercer mes o al inicio del cuarto.
- ¿El útero es más grande?
No. El útero no aumenta de tamaño tras el primer embarazo. Con el segundo hijo, el tamaño del útero aumentará mes a mes, gradualmente, exactamente igual que la primera vez.
- ¿Tendré los mismos trastornos en el segundo embarazo?
Sí y no. Las náuseas y el dolor de espalda probablemente se repetirán en el segundo embarazo, dado que se trata de trastornos relacionados con los cambios que se producen en el organismo femenino durante la gestación. En cambio, si la primera vez se produjeron problemas serios, como la gestosis, no tienen por qué repetirse necesariamente.
- ¿Tendré un riesgo mayor de que a mi bebé le puedan detectar Síndrome de Down?
- Normalmente, a una edad más avanzada, el riesgo de detectar Síndrome de Down es más elevado. Esto no significa que el riesgo sea especialmente alto, sino que la probabilidad es mayor. Es una cuestión relacionada, principalmente, con la edad de la mamá, si bien hay muchos otros factores que influyen.
- ¿Cuándo notaré los movimientos del feto?
En el segundo embarazo, los movimientos del feto se notan a partir de la semana 14 de embarazo, mientras que la mamá primeriza no los experimenta hasta las 20 o 22 semanas de embarazo. En el segundo embarazo, la mamá ya ha experimentado esta sensación y es capaz de reconocerla inmediatamente.
- ¿Nacerá en la misma semana de embarazo?
Los factores que influyen en la duración del embarazo pueden cambiar en cada gestación. No obstante, si se trata del tercer o cuarto parto por vía vaginal, es más difícil que el cuello del útero se mantenga cerrado hasta el final en la gestación, y el pequeño, con toda probabilidad, nacerá antes.
- Después de una cesárea, ¿se puede dar a luz por vía natural?
Si la primera cesárea se realizó por un motivo circunstancial, el segundo parto puede ser perfectamente por vía vaginal. Si, después de la operación, no se ha producido ninguna complicación especial, la cicatriz no constituye por sí misma ningún obstáculo.
- ¿La dilatación durará menos?
En el segundo parto, el nacimiento del niño también implicará un cierto esfuerzo. Sin embargo, durará menos. Del mismo modo que será más breve la fase de expulsión, es decir, el parto propiamente dicho. En general, si para un primer hijo pueden transcurrir incluso 24 horas desde el inicio del trabajo hasta el parto, para el segundo, el tiempo necesario se reduce a la mitad.
- ¿Volverá a ser necesaria la episiotomía?
Antes, la episiotomía, es decir, la pequeña incisión para ensanchar la abertura de la vulva y permitir al niño salir más fácilmente, se practicaba a todas las mujeres. En la actualidad, se tiende a efectuarla únicamente en los casos realmente necesarios. Sin embargo, si, en el transcurso del primer parto, se practicó, es probable que se deba recurrir a ella también en el segundo, ya que el tejido del periné es menos elástico y podría rasgarse.
- ¿Tengo que volver a asistir a un curso de preparación al parto?
Siempre es aconsejable. El hecho de haber vivido ya esta experiencia no exime de las tensiones emocionales. Además, se pueden dar situaciones diferentes en el embarazo o en el parto. Los cursos dedican un amplio espacio al ejercicio físico y a la relajación, para llegar al parto de la mejor manera.
- ¿Se romperá la fuente espontáneamente?
La ruptura de la fuente espontánea es un episodio totalmente accidental y, si la primera vez el trabajo había comenzado de esta manera, esta situación no tiene por qué repetirse con el segundo niño.