Vacuna contra la influenza, también en el embarazo

En otoño, se realizan campañas para aplicar la vacuna contra la influenza estacional, activas en el período que va de mediados de octubre hasta finales de diciembre. Entre las categorías de personas a las que se les recomienda la vacuna se encuentran las mujeres que, al principio de la estación epidémica, se encuentran en el segundo y tercer trimestre del embarazo. Para ellas, la vacuna es gratuita.  

¿Existen riesgos de vacunarse contra la influenza estando embarazada? ¿Y para el feto?

Pese a que éstas son indicaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud), muchas mujeres siguen teniendo reparos y preocupaciones respecto a someterse a la vacunación contra la influenza.

De hecho, las futuras mamás temen que esta medida preventiva pueda tener efectos negativos en la formación y el desarrollo del feto o que incluso induzca un aborto espontáneo. En realidad, recientes estudios, realizados para controlar el efecto de las vacunas contra la influenza en las mujeres embarazadas, han demostrado que tales miedos son infundados, evidenciando la eficacia de la vacuna tanto en la madre como en el bebé. El bebé nacido de una mamá vacunada ya está dotado de anticuerpos contra la influenza durante sus primeros cuatro meses de vida.

¿En qué semana de embarazo puedes ponerte la vacuna de la influenza?

La vacuna frente a la influenza puede administrarse en cualquier momento del embarazo, sin que sea más o menos seguro hacerlo en un momento determinado. De hecho, una mujer embarazada incluso puede ponerse la vacuna de la influenza y la vacuna de la tosferina el mismo día, una en cada brazo. Sin embargo, en el caso de la vacuna de la tosferina sí que debe ponerse a partir de la semana 27, preferentemente entre la 27 y la 32 semana de gestación.

Efectos secundarios de la vacuna de la influenza en embarazadas

Los efectos secundarios que puede tener la vacuna de la influenza en una mujer embarazada son los mismos que pueden presentar el resto de personas. En general, se trata de efectos secundarios leves y que suelen durar pocos días. Los más comunes son:

• Dolor, enrojecimiento o inflamación donde se administró la inyección.
• Desmayo.
• Dolor de cabeza.
• Fiebre.
• Dolores musculares.
• Náuseas.
• Fatiga y cansancio.

En caso de aparecer, estos efectos secundarios se dan a las pocas horas de haberse administrado la vacuna y suelen durar entre uno y dos días. Pocas veces la vacuna contra la influenza causa problemas graves como podría ser una reacción alérgica severa. 

Preguntas y respuestas sobre la vacunación de la influenza en embarazas

1. ¿En qué casos está contraindicada la vacuna frente a la influenza?

Existen algunos casos en los que no es recomendable administrarse dicha vacuna:

• Embarazadas alérgicas a los principios activos o a algún componente de la vacuna.
• Embarazadas que han tenido una reacción alérgica grave a una vacuna antigripal anteriormente.
• Embarazadas que tengan fiebre o una infección aguda: la vacunación deberá posponerse hasta que se hayan recuperado.

2. ¿Hay que administrar la vacuna frente a la influenza en cada embarazo?

Sí, es necesaria por dos motivos:

• Los virus de la influenza tienen una elevada capacidad para variar sus antígenos de superficie por lo que varían de un año a otro y, por lo tanto, el ser humano pierde la protección. Por este motivo la vacuna debe actualizarse cada año.
• Los anticuerpos producidos por las personas gracias a la vacunación antiinfluenza disminuyen con el tiempo.

3. ¿Es posible vacunarse frente a la tosferina y la influenza el mismo día?

Sí, si coincide el momento de administración de ambas vacunas, se pueden administrar en la misma visita, pero cada una en un brazo diferente. También pueden administrarse en días diferentes sin necesidad de guardar ningún intervalo de tiempo determinado. Eso sí, importante: la vacunación de tosferina durante el embarazo debe hacerse a partir de la 27 semana de gestación.

4. ¿Existe alguna recomendación para evitar el contagio de la influenza durante el embarazo?

Junto a la vacuna, recomendada sólo para algunas categorías de población, pero accesible a cualquier persona que lo desee, se aconseja encarecidamente adoptar algunas medidas higiénicas que pueden ser importantes para la prevención de la  influenza: lavarse frecuentemente las manos (incluso sin agua, utilizando alcohol en gel) y una buena higiene respiratoria (cubrirse la boca y la nariz cuando se estornuda o se tose, lavándose las manos y tirando los pañuelos que se hayan utilizado) contribuyen de manera significativa a reducir la transmisión del virus de la gripe.

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