Pasta rellena, buena para la futura mamá

Incluso teniendo en consideración las exigencias del embarazo, no hay dudas de que la pasta fresca rellena tiene todas las credenciales para considerarse un alimento completo y equilibrado, siempre que sea de calidad y se cocine de forma adecuada. Hablar simplemente de “pasta rellena”, sin embargo, significa generalizar, porque existen muchísimas tipologías. Aquí descubrirás las más conocidas con su preparación ideal, sobre todo, para las necesidades del embarazo.

Los tortellini

Los tortellini tienen una masa muy fina y una cantidad reducida de relleno, y eso les permite tener una dimensión bastante pequeña. La receta oficial de los tortellini prevé una masa de harina y huevo de 6-10 mm y un relleno de carne de cerdo, jamón serrano, mortadela, huevo, queso rallado y nuez moscada.

Para la mamá: con su formato pequeño (deben ser muchos para llenar un plato) y su relleno sustancioso, los tortellini son ideales para el caldo, sobre todo, de buey y de gallina. Condimentarlos con salsa de tomate aumentaría la cantidad de grasas y calorías. Una ración de tortellini con caldo proporciona alrededor de 250 calorías.

Los agnolotti

Pueden ser redondos o cuadrados, tienen un relleno de carne mixta y se pueden preparar de muchas formas. La masa está hecha de harina de trigo, yema de huevo, leche y sal; el relleno suele ser de carne de ternera, paletilla de cerdo, longaniza, col blanca, huevo, queso rallado, sal y pimienta.

Para la mamá: la presencia de la paletilla de cerdo y la longaniza hace que este alimento sea adecuado sólo para las mamás que tienen una buena digestión, debido, también, a la presencia de col (buena desde el punto nutricional, pero difícilmente digestible).

Los raviolis

Tienen una inconfundible forma cuadrada y son un tipo de pasta muy conocido. Aunque se preparen también con relleno de carne, la versión más típica es la rellena de lomo con verduras y queso fresco.

Para la mamá: la simplicidad del relleno se combina bien con la necesidad de una digestión más fácil. El queso fresco contiene proteínas de alta calidad y pocas grasas. Además, puede prepararse con hierbas que aumenten aún más su digestibilidad.

Los tortellini gigantes

Existen muchísimos tipos de tortellini más grandes de lo normal. El relleno puede ser de espinacas, acelgas y queso fresco, de calabaza o de queso fresco de cabra.

Para la mamá: para las que quieran preparar pasta fresca en casa, se trata de la forma más simple. Existen tantos tipos de esta pasta que, para evaluar su poder nutricional, sólo podemos confiar (si se compran ya preparados) en su etiqueta. Claramente, mejor los que contienen menos grasas.

Depende mucho de cómo se cocinen

Independientemente del tipo de pasta, es evidente que, en la evaluación nutricional, hay que considerar tanto la ración como la forma de preparación. Un plato de caldo de tortellini puede proporcionar menos de 300 calorías, mientras que el mismo tipo de pasta, condimentado con salsa de crema y nueces, puede llegar hasta las 600 calorías. A modo orientativo, se puede calcular que en un caldo de tortellini hay unos 50-70 gramos de pasta; sin caldo, la porción llega hasta los 80-120 gramos.

Un plato único

En las cantidades indicadas, visto su equilibrio nutricional, el papel más adecuado para la pasta rellena no es el de primer plato seguido por un segundo, sino el de plato único, que, con algún acompañamiento, puede representar una comida completa.

El condimento

La aportación calórica de la misma cantidad de tortellini varía según la forma de preparación (para el condimento, se consideran unas cantidades medias sugeridas en las recetas más conocidas).

UNA RECETA PARA TI: Tortellini de queso con jamón.