5 juegos para mejorar la motricidad gruesa y fina

9 Aug 2024
Motricidad gruesa

Si tienes dudas acerca de los movimientos de tu hijo a la hora de caminar, correr o saltar, entre otras actividades, quizás, te interese aprender cómo mejorar la motricidad gruesa y fina, responsables del movimiento de los músculos del cuerpo.

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viviana castroViviana Castro
Fonoaudióloga Esp. Neurodesarrollo e Integración Sensorial.
Supervisión científica.

Las habilidades de motricidad gruesa incluyen los movimientos motrices complejos como saltar, golpear un balón, correr o lanzar objetos.

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Juegos para potenciar la motricidad gruesa

La tradicional rayuela

Un juego para el exterior en el que se pinta el suelo con gis para dibujar un cuadrado encima de otro cuadrado con los números del 1 al 10 dentro, a excepción del 4 y el 5, así como el 7 y el 8, que deberán dibujarse en parejas de 2 cuadrados.

El desarrollo del juego empieza con la tirada de una piedra encima del cuadrado 1. No se puede pisar la casilla donde cae la piedra. El niño empieza a saltar el circuito con un pie (cuando hay un cuadrado) y a dos pies (si hay dos cuadrados). El objetivo es saltar hasta llegar al 10 y continuar de vuelta hasta el uno. Si el niño sale de los cuadros o lanza la piedra fuera del diagrama, deberá rendirse.

¡Atención a la cuchara!

Definir un recorrido, por ejemplo, de una pared a otra o de un extremo a otro de una pasillo. Explicar a los niños que deberán alcanzar la meta con el brazo tendido y sosteniendo una cuchara con el dorso de la mano. Los más grandes (a partir de los 5-6 años) pueden hacerlo a gatas. ¡Cuidado, que se cae la cuchara!

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Beneficios de trabajar la psicomotricidad gruesa

Mediante estos tipos de ejercicios, fortaleceremos el cuerpo de los niños para prevenir diversas afecciones y trabajar la musculatura, con el objetivo que desde pequeños puedan realizar actividades de todo tipo, como deporte, bailar o hacer malabares, y desempeñarse en el día a día con total normalidad.

Al fortalecer esta motricidad, también estamos fortaleciendo distintas áreas del cerebro. Y es que el controlar la fuerza, al dar un paso o calcular como subir una pared de escalar, hace que distintas conexiones neuronales se activen y se creen caminos de acción a dicho movimiento. De esta manera, cuando este chiquitín esté mucho mas grande, tendrá mejores reflejos si, al estar caminando, hay un hueco en el suelo o si trata de alcanzar algún libro que está demasiado alto.

Cuando activamos estos caminos neuronales, nos permite desenvolvernos más fácilmente en las acciones del día a día, así como en las actividades extras, como jugar en medio de la naturaleza en donde el terreno no es enteramente liso, sino que hay distintos baches y texturas, como rocas, raíces etc.

Si bien parece algo que debe evolucionar por sí solo no siempre sucede, ya que en muchas ocasiones, al sobreproteger al pequeño o no permitirle moverse con tranquilidad en su cama o en su sitio de juegos, empieza a limitar dichas acciones. También el usar ropa muy ajustada o pañales, con los que su postura corporal no es la más adecuada, hace que nuestro peque no tenga fuerza ni tono y tenga dificultades para realizar actividades simples como sentarse y permanecer con su espalda, cuello y cabeza derechos o agarrar sus juguetes. Por ello, hay que brindarles comodidad, no solo situacional sino también para sí mismos, ropa cómoda que les permita moverse y sentir confianza en que lo pueden intentar y que todo estará bien…

¿Qué es lo peor que puede pasar? Que se golpee un poquito y llore, o que se caiga a su colchoneta también es una experiencia que le permite aprender, por ejemplo, a manejar el espacio, a saber dónde hay un borde o algo duro con lo que se pueda tropezar, a manejar su cuerpo y el control del mismo, a crear memoria de cómo hacer alguna acción y qué sucede si no la hace de la mejor manera (causa-efecto) y a estimular su pensamiento lógico.

Así que ponte a su nivel, controla tus nervios y juega con tu hijo. Entra en su mundo explorador y permítele descubrir nuevas habilidades.

Edurne RomoEdurne Romo
Directora Editorial. Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza