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Temperatura en el hogar con bebés
¿Cuál es la temperatura correcta para el bebé cuando estás en casa? ¿Cuántos grados deben haber para que el pequeño se encuentre bien? ¡Sal de dudas consultando esta práctica guía que hemos preparado para ti!
El tema de la temperatura en casa, sobre todo cuando se tiene un bebé, siempre despierta muchas dudas. ¿Cuál es la mejor temperatura para que el pequeño se encuentre a gusto en casa? ¿Cómo debemos vestir al pequeño cuando está en casa? ¿Qué temperatura debe haber si lo estamos bañando? En este artículo, ¡respondemos a todas las dudas!
Consejos para la temperatura ideal en el hogar
¿Cómo podemos conseguir en casa una temperatura o ambiente ideal, que garantice el máximo bienestar al niño?
- Un buen sistema de calefacción es imprescindible para garantizar al bebé una temperatura confortable dentro de casa. En el mercado, existe una amplia gama de modelos, con sus propias ventajas e inconvenientes. El costo económico, el tipo de vivienda o las necesidades de mantenimiento son los principales factores que inciden en la elección de uno u otro sistema.
- Por sus ventajas, uno de los más utilizado es el gas natural. Se trata de una energía que se extrae directamente de la naturaleza. Se origina gracias a la descomposición de sustancias orgánicas, como plancton, restos de vegetales y algas, que están enterrados en el fondo de mares y lagos. Por lo tanto, es una energía denominada limpia, que no genera residuos, ni gases contaminantes.
- El funcionamiento de este sistema de calefacción es cómodo y sencillo. Únicamente se necesita una caldera, que caliente el agua, y unos radiadores que, distribuidos de forma estratégica, repartan el calor por la casa. Además, el gas natural tiene un bajo costo económico, pues se trata de un sistema que aprovecha al máximo la energía. Asimismo, ofrece una calefacción gradual y uniforme, pues la casa se caldea de forma homogénea.
- Si lo que se prefiere es crear diferentes ambientes dentro del hogar, lo mejor es instalar un termostato. Esto permite mantener de forma automática una temperatura adecuada en cada una de las estancias de la casa. Además, si el termostato es programable, se pueden establecer diferentes horarios de encendido y apagado, según las horas del día. De este modo, se asegura un mayor confort y bienestar.
- Otro sistema de calefacción muy utilizado es mediante energía eléctrica. Es decir, los llamados acumuladores eléctricos. Este sistema se caracteriza porque es muy limpio y seguro, de escaso mantenimiento y fácil instalación. El único impedimento que puede presentar es que consume mucha energía. Por ello, aunque se ahorra mucho en instalación, después, mes a mes, el gasto es bastante elevado.
- Otra de las opciones es la calefacción radial. Se trata de uno de los modelos más modernos que existen en el mercado. Consiste en la instalación de cables, láminas o paneles calefactores bajo el suelo de la vivienda. Este sistema permite expandir el calor de forma homogénea. Sin embargo, solo en el caso de que se trate de estancias muy amplias, puede necesitar algo más de tiempo para caldearlas.
- También existen sistemas de uso tradicional, como los que utilizan el carbón o la leña. Este tipo de calefacción tiene un riesgo más elevado, ya que no existen controles que regulen su funcionamiento. Su almacenamiento representa otro problema, así como su limpieza diaria de los residuos que generan.
- Por último, hay que destacar las estufas, radiadores y demás emisores de calor, que aún siguen teniendo un gran protagonismo en nuestras casas. La mayoría de estos aparatos tardan bastante en calentar la estancia, aunque, cuando lo consiguen, ofrecen un calor bastante elevado.
En invierno, ¿cuál es la temperatura ideal para la casa?
Para proteger al pequeño de las bajas temperaturas, es suficiente con tomar unas sencillas precauciones:
- En casa, el termómetro no debe bajar de 20ºC. Con esta temperatura, el bebé no tiene que estar muy abrigado. Con un mameluco de algodón sería más que suficiente. Si la calefacción está encedida, el ambiente debe mantenerse húmedo, con el fin de que el pequeño respire mejor.
- La exposición a temperaturas muy frías debe ser muy breve. Durante el baño del bebé y el cambio de pañal, hay que poner especial atención en que el bebé no agarre frío. Si la habitación donde se baña al niño no está suficientemente caldeada, será conveniente poner un aparato de calefacción. De este modo, la temperatura será un poco más elevada que la del resto de la casa.
- Por la noche, no hay que dejar que el niño se enfríe si está dormido. Para que el bebé se mantenga calentito, debe llevar puesto una pijama gruesa y calcetines de algodón. Por su parte, en la cuna, son suficientes unas sábanas de algodón y una colcha de lana o un edredón.
- Cuando el bebé tiene frío, su cuello y su frente están fríos al tacto, se muestra inquieto y se acurruca en su cuna para conservar el calor. En esta situación, no es suficiente con abrigarlo, sino que hay que trasladarlo a un ambiente mucho más cálido, cargarlo en brazos y darle de comer.
(Te interesa: ¿Cómo vestir al bebé si hace frío?)
¿Y si hace mucho calor en casa?
Te mostramos qué medidas hay que adoptar para aliviar al bebé del calor sin comprometer su salud:
- Bajar la temperatura del ambiente que rodea al pequeño y procurar que no se estanque el aire. Para ello, si hace demasiado calor, se puede utilizar un climatizador que, además de mantener la temperatura adecuada, renueva el aire fresco de la habitación y elimina la humedad que se forma sobre la piel cuando el sudor de evapora.
- Por el contrario, el ventilador no es especialmente perjudicial, pero tampoco resulta eficaz. Lo único que hace es mover el aire caliente, lo que equivale a tener una ventana abierta por la que entra el aire.
- Asimismo, hay que evitar vestir excesivamente al bebé. Lo ideal es ponerle solo una camisita de algodón o de lino. Las piernas deben quedar al descubierto, por lo que unos pantaloncitos cortos serán suficientes.
¿Cómo ahorrar energía?
De nada sirve tener un buen sistema de calefacción si después se desaprovecha todo el calor almacenado en el hogar. Éstas son algunas medidas que se deben adoptar para evitar un gasto excesivo del consumo energético:
- No enceder la calefacción mientras se está ventilando la vivienda.
- Aislar térmicamente techos, paredes y suelos. Se evitarán las fugas de calor y la casa estará más protegida frente al frío. Se calcula que, con un buen aislamiento térmico, se puede ahorrar entre un 20 y un 40% en calefacción.
- Mantener el termostato de la calefacción en 20ºC. Se estima que, por cada grado adicional, se gasta entre un 6 y un 8% más de energía.
- También es conveniente ajustar bien las puertas y ventanas, y utilizar un doble acristalamiento. Para comprobar que no exista una fuga de calor, se puede utilizar el truco de la vela. Si la llama oscila, existe realmente una entrada de aire, que impide la correcta calefacción de la casa.
- No cubrir los radiadores con cortinas o muebles. De lo contrario, su rendimiento puede ser mucho más bajo.
- Disminuir la temperatura en las habitaciones de la casa que no se suelan utilizar con frecuencia.
- Desconectar la calefacción si se va a estar más de un día fuera de casa.
¿Cómo debe estar vestido el pequeño en casa?
En casa, es suficiente con poner al niño:
- Un bodi o una camiseta de algodón en contacto con la piel.
- Un mameluco de felpa, de algodón o de toalla.
- Un jersey o una chambrita de lana, en caso de que la temperatura del hogar sea inferior a 19ºC.
- Cuando el pequeño empieza a gatear, puede llevar mamelucos de algodón felpado con refuerzos a la altura de las rodillas.
- Para jugar en el suelo, es aconsejable colocar una alfombra.
¿Cómo debe ser la temperatura cuando se baña al niño?
Si la habitación donde se baña el niño está fría, hay que calentarla previamente. Al no tener la protección de la ropa, la temperatura debe ser un poco más cálida que la del resto del hogar. El agua de la bañera debe oscilar entre los 36 y los 37ºC. Puedes comprobarla con un termómetro.
Una vez se ha realizado el baño, es aconsejable secar y vestir al niño en la misma habitación. En caso de cambiarlo en su dormitorio, se debe secar bien y envolverlo en una toalla.
¿Cómo se debe tapar al niño por la noche?
Durante la noche, la casa debe tener una temperatura de unos 18-20ºC, con una humedad del 60%. Un humidificador, que se debe encender un par de horas antes de que el pequeño se duerma, le facilitará la respiración. Es suficiente vestirlo con una pijama tipo mono y unos calcetines de algodón.
En la cuna, bastará con poner una sábana de algodón y una mantita de lana o un edredón. Si el pequeño tiende a destaparse durante la noche, es aconsejable quitar la manta y vestirlo con una pijama más gruesa. Y, por último, si debes cargarlo a menudo a lo largo de la noche, te será muy útil tener un saco para bebé a mano.