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La transición entre la lactancia y la alimentación complementaria
La introducción de la alimentación complementaria es el período en el cual el lactante abandona la nutrición exclusiva por la lactancia, para introducir nuevos alimentos en su dieta.
El inicio de la alimentación complementaria, es decir, la introducción de alimentos distintos a la leche en la dieta del bebé, debe comenzar a los seis meses de vida, y realizarse paulatinamente hasta los 18-24 meses, manteniendo la lactancia materna a demanda.
Debes tener en cuenta que en la transición de alimentos...
- Aumenta la vulnerabilidad a la malnutrición en el bebé, al ser una etapa decisiva en su alimentación. Por este motivo, debe realizarse en el momento y con la frecuencia adecuados, que siempre serán recomendados por su pediatra.También es importante la cantidad y calidad de los alimentos administrados. Estos deben introducirse poco a poco, para evitar intolerancias. Además, en la preparación del alimento, se debe extremar la higiene, y prepararse en condiciones seguras, es decir, reduciendo al mínimo el riesgo de contaminación por microorganismos patógenos.
- La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que los lactantes comiencen a recibir alimento a partir de los seis meses, y que se realice con una frecuencia de dos o tres veces al día durante los dos primeros meses. Después, con una frecuencia de entre tres y cuatro veces al día. Así, la cantidad de alimento va aumentando conforme el niño va creciendo. Por otra parte, la lactancia materna debe realizarse a demanda del lactante.
- Existe un concepto denominado alimentación activa, cuyo objetivo es responder a los requerimientos del niño, es decir, estimular al niño y responder a las señales de hambre y satisfacción que éste manifieste. Este proceso debe realizarse despacio, animando a los niños a comer, pero sin forzarlos. Además, si el niño rechaza el alimento, es importante probar con diferentes combinaciones y texturas, y recordar que para el niño el acto de comer es un período de aprendizaje y afecto.
Recomendaciones para la introducción de alimentos en los lactantes
- La introducción en la dieta de nuevos alimentos debe ser progresiva. Es decir, debe comenzar por los alimentos más fáciles de digerir y tolerar, e ir aumentando paulatinamente. Es importante respetar un intervalo de entre 10 y 15 días tras cada cambio en la alimentación o introducción de un nuevo alimento.
- Los cereales sin gluten y algunas frutas, como la manzana o la pera, deberán ser los primeros alimentos para el lactante. Es decir, la edad ideal para el comienzo es a los seis meses. Es importante observar la tolerancia y prestar atención.
- Las verduras y la carne blanca (pollo) continuarán con este proceso.
- Más tarde, alrededor de los siete meses, se procederá a introducir los cereales con gluten y otro tipo de carne, como la res.
- Hacia los 12 meses, la yema y la clara de huevo cocidas, las legumbres y el pescado.
- Los alimentos deben administrarse en forma de puré o machacados, e ir aumentando su consistencia en función de la tolerancia y la demanda del lactante. Las tetinas pueden ser contraproducentes para continuar con la lactancia materna; consulta siempre a tu pediatra.
- Este proceso continúa hasta los 18-24 meses de edad, siendo un proceso de adaptación e introducción progresiva de nuevos alimentos, configurando una alimentación completa y variada para el futuro.
Dedica un tiempo a leer y aprender
Ahora, inicias una etapa con tu hijo que durará hasta que se independice. En ella, tienes la oportunidad y la responsabilidad de transmitirle los valores de una alimentación saludable. Lo que aprenda contigo será lo que incorpore a sus hábitos para el resto de su vida. Para ayudarte con esta tarea, te proponemos que descargues y leas la Guía de Alimentación Infantil y Juvenil, un manual que ayuda a los adultos a enseñar hábitos de alimentación saludables a sus hijos. Puedes descagar la guía gratuitamente aquí.
No olvides…
Observar a tu bebé. Ten en cuenta que está experimentando multitud de cambios y descubriendo nuevos sabores, texturas y sensaciones. Él o ella te dirán de algún modo u otro cómo está aceptando cada nuevo proceso. Recuerda que es un camino que harán juntos, y la conexión entre ambos será el motor que los empuje a una alimentación equilibrada.